El volumen de negocio derivado de la prestación de servicios de seguridad privada cayó un 2,1% en 2010, hasta los 4.250 millones de euros, según el estudio 'Sectores' publicado por DBK, filial de Informa D&B (Grupo Cesce).

El estudio prevé que para el cierre de 2011 el volumen de actividad de este sector registrará un descenso del 1,9%, hasta los 4.170 millones de euros, como consecuencia del recorte de gastos en empresas y hogares y las restricciones presupuestarias de las distintas administraciones públicas.

El segmento de sistemas se ha visto "especialmente afectado" por el deterioro de la coyuntura económica y su impacto en la demanda, señala DBK. Este mercado se redujo un 4,5% el pasado año, hasta los 1.165 millones de euros.

Por su parte, el segmento de vigilancia ha ido ganando peso en el mercado de la seguridad privada y sólo retrocedió un 1,1% en 2010, hasta los 2.771 millones de euros. En cuanto a la actividad de transporte de fondos, el volumen de negocio generado en esta división cayó un 1,6%, situándose en 314 millones de euros.

El negocio de la seguridad privada registrará en este ejercicio un descenso del 1,9 por ciento, frente a la de 2010, con una facturación de 4.170 millones de euros con lo que acumulará tres años consecutivos de descenso, según la consultora DBK.

Sin embargo, DBK destaca que el descenso de prestación de servicios de las empresas de seguridad de este año, es menor que el registrado en el ejercicio precedente cuando se situó en el 6,1 por ciento y llegó a los 4.250 euros.

Todos los segmentos tendrán recortes en su facturación, y tiene especial incidencia el de sistemas de seguridad, tanto doméstica como profesional, que verá recortada su actividad en el 4,5 por ciento y se quedará en los 1.165 millones de euros de cifra de negocios.

El transporte de fondos con 314 millones de euros, descenderá el 1,6 por ciento y las labores de vigilancia perderá el 1,1 por ciento y alcanzará los 2.771 millones de euros.

En España hay 1.384 empresas de vigilancia con un total de 188.018 empleados.

FUENTE: www.expansion.com

Los conductores de la empresa Comes podrán trabajar un poco más tranquilos durante el próximo fin de semana. Tres meses después de la eliminación de la seguridad privada en los autobuses, el Consorcio Metropolitano de Transporte ha dado marcha atrás y ayer decidió restablecer el servicio para intentar dar una solución a los sucesos violentos acaecidos en el último mes. De esta manera, el Consorcio ha puesto a disposición de la empresa una dotación económica para pagar los gastos que acarrea la vigilancia privada, de manera que los agentes podrían comenzar a trabajar este mismo fin de semana, garantizando así la seguridad de usuarios y conductores.

Según fuentes de la administración, las condiciones del servicio serán las mismas que existían antes de que se suspendiera el mismo, el pasado mes de junio. De este modo, los agentes trabajarán a primera hora de la mañana del sábado y domingo, y se encargarán de evitar los incidentes en las paradas de origen de los vehículos.

Sin embargo, esta decisión no ha respondido al completo a las exigencias del presidente del comité de empresa, Francisco Rafael Ortiz de Galisteo, que ayer aseguró que desde el Sindicato Andaluz de Conductores seguirán solicitando otras medidas. «Hace unos días, un agente de la Guardia Civil tuvo que acompañar a un conductor en Puerto Real porque había un borracho en el interior del vehículo y el pasado fin de semana, otro tuvo que parar el autobús porque más de diez personas estaban fumando sustancias prohibidas y no se podía trabajar», puntualizó el portavoz de los trabajadores. Por esta razón, Ortiz puntualizó que van a solicitar la instalación de cámaras de seguridad, mamparas y otras herramientas con las que poner fin a este tipo de incidentes.

Estaban en plena faena, con las redes desplegadas por lo que huir era misión imposible. Estuvieron secuestrados 47 días y hoy, dos años después, siguen sin poder olvidarlo. No obstante, la mayoría de los tripulantes volvió a embarcar en el pesquero. Otros se retiraron de la mar, como el patrón Ricardo Blach, de Baiona. 

El secuestro del 'Alakrana' marcó un antes y un después en la piratería en el Índico. Tras este trágico episodio, el Gobierno español permitió a los pesqueros españoles llevar seguridad privada a bordo con armamento. Además, en las próximas semanas se firmará un acuerdo con Seychelles por el que el calibre de las armas que podrán embarcar será mayor y la finalidad es disuadir a los piratas de ataques.
Precisamente en estas fechas los barcos que faenan en la zona están alerta porque es la época del fin de los monzones y la vuelta a la calma de las aguas, lo cual facilita la labor a los secuestradores para ir mar adentro a por sus presas. 

Ciudad Real acogió este martes las primeras jornadas que la Asociación Europea de Profesionales para el Conocimiento y Regulación de las Actividades de Seguridad Ciudadana (AECRA). El subdelegado del Gobierno, Miguel Lacruz, afirmó que la globalización de la sociedad actual ha provocado que el concepto de seguridad haya traspasado la seguridad ciudadana y la lucha contra la delincuencia, lo que ha provocado que sea aún más necesaria la colaboración entre las Fuerzas de Seguridad del Estado y la seguridad privada.

En este sentido, destacó que entre los ámbitos en los que esta colaboración es interesante se encuentra, por ejemplo, el intento de atajar el robo de cobre no sólo en las explotaciones agrarias, sino también en otros lugares como vías férreas o parques solares y eólicos.

Por su parte, el vicepresidente primero de AECRA, Jorge Salgueira, se refirió a la protección en las áreas rurales y la prevención usando las nuevas tecnologías con el objetivo de disuadir al delincuente y, en caso de no lograrlo, poder aportar pruebas a las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Reivindicó una modificación de la Ley de Seguridad Privada «porque hay actividades que afectan a la seguridad ciudadana y deberían ser prestadas por la seguridad privada como es el caso de los porteros de las fincas rurales, que no deberían encargarse de la seguridad sino del funcionamiento interno de la finca».

 

FUENTE: www.abc.es