Estaban en plena faena, con las redes desplegadas por lo que huir era misión imposible. Estuvieron secuestrados 47 días y hoy, dos años después, siguen sin poder olvidarlo. No obstante, la mayoría de los tripulantes volvió a embarcar en el pesquero. Otros se retiraron de la mar, como el patrón Ricardo Blach, de Baiona. 

El secuestro del 'Alakrana' marcó un antes y un después en la piratería en el Índico. Tras este trágico episodio, el Gobierno español permitió a los pesqueros españoles llevar seguridad privada a bordo con armamento. Además, en las próximas semanas se firmará un acuerdo con Seychelles por el que el calibre de las armas que podrán embarcar será mayor y la finalidad es disuadir a los piratas de ataques.
Precisamente en estas fechas los barcos que faenan en la zona están alerta porque es la época del fin de los monzones y la vuelta a la calma de las aguas, lo cual facilita la labor a los secuestradores para ir mar adentro a por sus presas. 

Pero el del 'Alakrana' no fue el único apresamiento con marineros gallegos. En el 2000 -cuando este fenómeno todavía no estaba tan extendido- el atunero vigués 'Albacora Cuatro' fue retenido durante tres días. 
El del 'Playa de Bakio' se produjo en abril de 2008, con ocho gallegos a bordo. El buque estuvo en manos de los piratas una semana y fue liberado tras el pago de un rescate. Este caso también marcó un momento histórico ya que a raíz del la Unión Europea puso en marcha la 'Operación Atalanta', misión aeronaval para combatir los ataques en la zona y que hoy en día sigue en vigor.
En febrero del año pasado tuvo lugar el apresamiento del 'Sakoba', un palangrero de bandera de Kenya en el que iba Manuel Teles, portugués nacionalizado español y residente en Vigo. Cinco meses después lo liberaron.



El del 'Vega 5', barco de una filial de Pescanova, duró 117 días. Fue capturado a finales de diciembre de 2010 e iban embarcados dos marineros gallegos. Los piratas aseguraron haber cobrado 3,5 millones de euros a cambio de la liberación de estos dos marineros. 

El último tuvo lugar hace dos semanas, con tres gallegos a bordo del 'Mattheos I'. En este caso el barco era un petrolero y fue interceptado en el Golfo de Guinea cuando hacía un trasvase de mercancía. La intención de los piratas no era pedir un rescate sino robar el combustible -se llevaron 7.500 toneladas que lograron vender a otros buques mientras el 'Mattheos I' estaba secuestrado-. Duró 11 días y los últimos tripulantes llegaron este viernes a sus casas, como el joven Damián Aguín, de Portonovo. En esta ocasión el buque no llevaba seguridad privada con armamento a bordo porque la legislación de Chipre -la armadora y la bandera del barco es de este país- no lo permite.


Los piratas tienen 11 barcos y 280 marineros apresados
Los piratas somalís tienen secuestrados un total de 11 buques -todos extranjeros y sin marineros españoles a bordo- en estos momentos. Cinco de ellos fueron apresados el año pasado, como el 'Iceberg I' -con bandera de Panamá- retenido en marzo de 2010. 


El número de marineros secuestrados asciende a 271, según los datos oficiales de la 'Operación Atalanta', misión aeronaval puesta en marcha por la Unión Europea tras el secuestro del atunero vasco 'Playa de Bakio' en 2008. 
El operativo de vigilancia sigue en marcha en la actualidad y los pesqueros españoles que faenan en la zona cuentan, además, con seguridad privada a bordo -costeada en parte por las arcas públicas-, que lleva armas para combatir los ataques de los piratas. 

En las próximas semanas está previsto que el Gobierno firme con las autoridades de las islas Seyechelles -sobre su legislación se rigen los pesqueros que faenan en la zona- para que el armamento sea de mayor calibre (de 7,62 milímetros pasarán a 12,70 milímetros), según anunció esta semana la ministra de Defensa, Carmen Chacón.
FUENTE: www.atlantico.net