El sistema, dispone de dos dispositivos, ambos instalados en el techo y con apariencia similar a la de una webcam. Uno de ellos enfoca tanto al conductor como al copiloto, mientras que el otro recoge la imagen de la zona de los asientos traseros. Con solo pulsar un botón de ayuda ante la sospecha de cualquier comportamiento extraño, el taxista envía una señal a su central, que inmediatamente facilita a las fuerzas y cuerpos de seguridad las coordenadas del automóvil para que auxilien al afectado. "Todos nuestros vehículos llevan un localizador GPS, de forma que se puede conocer su ubicación exacta", explicó Daniel Linares, miembro de la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (Aumat) y coordinador del proyecto.
Las cámaras, que graban de forma continua las 24 horas, permanecen conectadas a un módem para emitir una señal fuera del automóvil. Además, están preparadas para soportar impactos y resistir hasta un 90% de humedad. "Los fabricantes dicen que tienen seguridad militar. No es fácil romperlas ni tampoco que cualquiera pueda acceder a los archivos", apostilló. Sus luces LED permiten aumentar la visibilidad de noche, aunque las imágenes, en este caso, se conservan en blanco y negro. El conductor, que cuenta con una clave de seguridad que solo él conoce, tiene la posibilidad de recuperar aquellas incluso de hace dos semanas y visualizarlas en cualquier momento a través de una aplicación que debe instalar en su teléfono móvil o en una tablet.
La central de taxis, que autogestiona los ficheros, crea un archivo con las modificaciones del disco duro. De esta forma, queda registrada toda manipulación por parte del usuario.
La Ley Orgánica de Protección de Datos obliga a los taxistas a colocar en la puerta de entrada de acceso al vehículo una pegatina homologada para advertir que cuenta con videovigilancia. La decisión de subir depende del cliente. "Si lo hace, nos da su consentimiento a que se grabe. Suelen estar de acuerdo", precisó el coordinador del proyecto.
La perspectiva de futuro es que las cámaras puedan conectar además con una empresa de seguridad privada y enviar en tiempo real la información que reciben con una conexión Wifi. "Podremos ver lo que ocurre dentro del vehículo. Solo habría que añadir una tarjeta de datos, estamos esperando a tener un volumen suficiente para que el precio del montaje se asuma entre todos", detalló Linares.
La iniciativa de instalar estos dispositivos en los taxis surgió a raíz de los asaltos que varios conductores sufrieron en la barriada de Ciudad Jardín. Tras registrarse posteriormente otros episodios violentos, ahora, aseguran, atraviesan una época más tranquila. Pese a ello, Aumat subraya la "indefensión" a la que el sector se encuentra sometido. "Estamos vendidos y no tenemos pruebas", se lamenta.
Varios municipios de distintos puntos de la geografía andaluza han contactado ya con la asociación para interesarse por las cámaras. Según Linares, es frecuente que algunos padres, cuando requieren un taxi para sus hijos, soliciten que el vehículo esté dotado de videovigilancia, de forma que el recorrido quede grabado ante posibles incidentes. "Es seguridad para todos", afirmó.
Unos 50 conductores tendrán esto dispositivos instalados en las próximas semanas. Pese a que, recalcan, no han recibido ninguna ayuda, están convencidos de que el desembolso de entre 800 y 900 euros que suponen con el montaje ya incluido merecerá la pena. "Si me meto a chorizo, no iría a un local con cámara. Da respeto", bromea un taxista.
Fuente: Málaga Hoy
¿Cuáles serán las principales tendencias tecnológicas de videovigilancia para el 2017?
La seguridad en dispositivos de videovigilancia debe evolucionar en consecuencia a las tendencias de TI, como la nube, la analítica y el internet de las cosas.
A nivel mundial, el año 2016 fue complicado para múltiples regiones debido al inicio de conflictos, incertidumbre política y una frágil recuperación económica desde la más reciente recesión financiera. Pero los avances tecnológicos no se detuvieron, sino que se desarrollaron redes de alta velocidad, soluciones de big data y aplicaciones de análisis que en el mercado de la seguridad y vigilancia han permitido ofrecer soluciones optimizadas.
Del mismo modo, se predice que el internet de las cosas (IoT) deje de ser un concepto y se incorpore de una forma más integral en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, esto significa que los fabricantes de dispositivos habilitados para internet tendrán que esforzarse y asumir mucha más responsabilidad en relación a los niveles de seguridad predeterminados.
La IoT debe focalizarse en obtener una mejor seguridad, y proporcionar inteligencia a empresas, organizaciones, personas y ciudades gracias a las cámaras con alta conectividad, videoporteros, equipos de audio y controles de acceso.
1) Seguridad como Servicio: Se espera que los clientes dejen de pensar en la videovigilancia como una colección de hardware y software conectado a una red. En su lugar, se empezará a visualizar como un servicio: remoto y profesional, con almacenamiento y monitoreo de video gestionado desde el lugar donde se encuentre la persona. Esto no sólo constituye una reducción de costos sino que también significa una mejora en nivel de servicio del sistema, permitirá una mejor administración de los dispositivos y fortalecerá los procesos de seguridad cibernética. Sobre este último punto, se hará un mayor uso de herramientas y prácticas que hacen que el video en red sea menos vulnerable a los ataques. En general, se utilizarán de forma más amplia las herramientas previas y posteriores a la instalación que ayudarán al monitoreo y mantenimiento continuo de los sistemas.
2) Soluciones integradas: La industria de la seguridad continuará con la tendencia de ofrecer soluciones específicas para problemas específicos, en lugar de ofrecer un hardware/software único. Al final, los clientes no buscan comprar una cámara, o un sistema de gestión de video (VMS) –lo que realmente quieren es proteger su patrimonio, los clientes, el personal y, en general, lograr una mayor seguridad. En concreto, por ejemplo, la reducción del robo en tiendas o hacer un detallado seguimiento de las potenciales amenazas en un aeropuerto. La convergencia de hardware y software, así como las herramientas de pre y post instalación conllevan al desarrollo de soluciones de extremo a extremo que podrán abordar diferentes situaciones. Esto conllevará al diseño de cámaras de alto rendimiento, controles de almacenamiento y acceso, cuidadosamente integrados con las herramientas de administración y análisis de video. Este enfoque será más fácil de adquirir, instalar e implementar por los clientes, ofreciéndoles maximizar el retorno de inversión a través de soluciones integradas, todo en uno.
3) Uso extenso de la analítica: Mientras la calidad en el video resulta una característica básica de las cámaras de seguridad de hoy en día, en última instancia, la información que se genera debe ser analizada. Los recientes avances de la tecnología, como la imagen térmica y la mejora de las capacidades para las condiciones de poca luz han sido pasos importantes para el sector. Pero al final, generan más datos que necesitan ser revisados. Por ello, la industria de la seguridad ha trabajado en la innovación para el software de análisis de video que puede utilizarse en tiempo real para ayudar a los profesionales a tomar decisiones informadas. Se espera para el próximo año, que estas nuevas funcionalidades, incluyendo el reconocimiento facial, análisis forense y protección perimetral se combinen aún más para brindar un uso más optimizado de los analíticos en tiempo real.
4) Aprendizaje profundo: Con todos estos datos recolectados, las tecnologías de aprendizaje profundo comienzan a tomar relevancia. Estas usan software de reconocimiento de patrones para 'aprender' sobre diferentes tipos de comportamientos a través de las múltiples cámaras de seguridad instaladas en todo el mundo. Las técnicas que incorporan la inteligencia artificial tendrán un uso más amplio dentro de la industria de la seguridad. Aunque todos los clientes son diferentes, los entornos y ubicaciones en los que se basan tienden a estar en las mismas categorías generales, con personas que exhiben los mismos comportamientos. Una vez que éstos han sido asimilados, los patrones que los subyacen pueden ser compartidos, permitiendo que el sistema lo prevea cuando esté a punto de suceder algo inesperado.
5) Más allá del video: La videovigilancia no sólo implica la seguridad de personas, lugares u objetos. También ahora incluye el control de acceso físico, comunicación bidireccional y la gestión de situaciones de emergencia, en paralelo, y que se pueda manejar desde una distancia considerable. Para ampliar aún más el concepto de integración, 2017 debería ser el año en que las cámaras de seguridad se coordinen también con puertas inteligentes, intercomunicadores y altavoces, a nivel local y remoto. Eso significa soluciones integrales que pueden controlar, en tiempo real –permitiendo que los clientes vean, oigan y hablen con la gente de forma cercana dentro de sus instalaciones.
6) Ciberseguridad: Como se mencionó anteriormente, el internet de las cosas ha evolucionado y ha pasado de ser un concepto a una realidad, aunque conlleva también desafíos. Aunque se piensa que los millones de dispositivos habilitados para IP son la promesa para el futuro, 2016 brindó varios recordatorios de las trampas de no asegurar adecuadamente todos los objetos conectados a internet. Teniendo en cuenta que la mayoría de estos equipos son conectados e instalados por los clientes, corresponde a los fabricantes asumir la responsabilidad de asegurarlos al máximo.
#VIDEOVIGILANCIA #CIBERSEGURIDAD #IoT
La Diputaciónde Soria estudia asumir la videovigilancia en el ámbito rural.
Almazán ha conseguido resolución favorable para instalar cámaras de control en su polígono
La Diputación de Soria se encuentra evaluando la posibilidad de dar un paso al frente, pionero a nivel nacional, de cara a asumir labores de viodeovigilancia en el ámbito rural, como modo de poner freno a la torrentera de robos y asaltos en los municipios de la provincia.
Este nuevo escenario que «ya está en siendo estudiado por los servicios técnicos y que ya es conocido por el presidente de la Diputación, [Luis Rey]», fue desvelado a este periódico por José Antonio de Miguel, alcalde de Almazán y diputado provincial, como opción posible para poder ‘albergar’ bajo un mismo paraguas al conjunto de municipios de la provincia que, al carecer de los efectivos de seguridad necesarios así como de las posibilidades económicas y legislativas que requeriría una solución de estas características, encontrarían acomodo bajo esta singular propuesta.
El asunto, que en absoluto está en una fase embrionaria en cuanto a su planteamiento, tendría que buscar encaje «dentro, por ejemplo, del Plan Soria» como fórmula «menos onerosa» en su desarrollo inicial. En este sentido, De Miguel esbozó la posibilidad de poder aprovechar el cambio de alumbrado en los municipios como la oportunidad perfecta que permitiría la instalación «de farolas inteligentes» con habilitación para algún tipo legal de videovigilancia. Con posterioridad, el mantenimiento «se tendría que hacer por medio de alguna pequeña tasa».
En cuanto a la obligatoriedad del control y custodia de las imágenes por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado apuntó que se podría hacer de modo remoto en dependencias de la propia Diputación.
De Miguel entiende que la idea es vital «y necesaria» dado que «los robos se producen con total impunidad un día sí y otro casi también, porque los pueblos en invierno están prácticamente deshabitados, lo que hará que puedan dar un salto y pasar de ser pequeños a ser de otro tipo. Yo tengo temor a que el próximo paso pudiera ser la maquinaria agrícola, con el daño que esto supone», enfatizó.
De Miguel, que conoce la importancia de esta lucha, ha conseguido que Almazán, al segundo intento, haya conseguido una resolución favorable de la Comisión de Garantías de la Videovigilancia, órgano que preside el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, para poder colocar videovigilancia en algunas calles del polígono industrial de este municipio, siempre y cuando el control de esas imágenes sea realizado exclusivamente por la Policía Local de Almazán, que es considerada una Fuerza y Cuerpo de Seguridad.
El proceso de instalación que está muy avanzado y próximo a concluir arrancó hace poco más de un mes, cuando se evacuó copia de la resolución a la Subdelegación del Gobierno en Soria, quien se encargó de la tramitación del proceso.
Esta respuesta positiva se produjo después de que la anterior acción solicitada salvase las trabas estipuladas en la Ley de Seguridad Privada, sin cabida a otras pretensiones». Ahora, con arreglo a la ley orgánica por la que se regula la utilización de videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en lugares públicos, la Comisión de Garantías de la Videovigilancia considera que sí se pueden utilizar cámaras si la Policía Local gestiona esas imágenes.
Con respecto a alguna alternativa de seguridad privada, al margen de la videovigilancia, se podría contemplar el artículo que se refiere a la vigilancia discontinua en la nueva Ley de Seguridad Privada, la 5/2014. En ella se indica que los vigilantes de seguridad, con carácter general, desempeñarán sus funciones en el interior de los edificios. Pero podrán prestar el servicio fuera de estos espacios, incluso en vías o espacios públicos o de uso común, en el caso, de acuerdo con el punto «e», de «los servicios de ronda o de vigilancia discontinua, consistentes en la visita intermitente y programada a los diferentes puestos de vigilancia establecidos o a los distintos lugares objeto de protección».
El asunto de la videovigilancia volvió a colocarse bajo el foco de la actualidad hace un par de semanas, cuando un nuevo robo en el ámbito rural, en la localidad de Valderrodilla, hizo que Carmelo Gómez, su alcalde, clamase para que los responsables políticos en esta materia procedieran a dar los pasos oportunos para incrementar la seguridad en los municipios de la provincia por lo que pidió que se determinase si era posible «dar encaje» dentro del marco legal a la instalación de cámaras de seguridad en puntos sensibles, al estilo de las que se utilizan en las ciudades para el control del tráfico, con la intención de que puedan servir como elemento disuasorio para la acción de los delincuentes que actúan con total impunidad en el ámbito más rural.
El último robo denunciado en Valderrodilla, al que han seguido otros, consiguió reactivar la petición de videovigilancia para la pueblos más remotos de la provincia. Sin embargo, más de lo mismo, solo llovía sobre mojado. Tanto es así que, según reconocen desde la propia Subdelegación del Gobierno en Soria, «hace cuatro o cinco años se recibió alguna otra petición de ayuntamientos de Soria que se informaron negativamente». Entre ellas, la de Peñalba de San Esteban. En el último año, se han recibido dos peticiones adicionales: la de Almazán y otra más de Noviercas, que está pendiente del informe del Cuerpo Nacional de Policía...LEER NOTICIA COMPLETA.
¿Resolvería una cámara de videovigilancia el acoso escolar en los colegios?
Padres y docentes encuentran en la tecnología una gran ayuda para combatir el problema. Aplicaciones móviles y cámaras de vigilancia se perfilan como parte de las soluciones
Hemos planteado, en la reunión de padres de alumnos del colegio de mis hijos, instalar cámaras de vigilancia. Ya se ha dado una situación de 'bullying' y estamos muy asustados, creemos que un circuito cerrado de videovigilancia puede ayudarnos a evitar que se vuelva a repetir una situación de acoso.
¡Nos surgen multitud de dudas al respecto! ¿Dónde las podemos poner? ¿Quién puede ver las imágenes? ¿Podemos verlas los padres? ¿Cuánto tiempo hay que guardar las imágenes? Gracias.
A medida que aumentan los casos conocidos en que los menores son protagonistas de situaciones de acoso o ciberacoso, se buscan nuevas soluciones que ayuden a controlar este tipo de situaciones, intentando poner a disposición de los menores herramientas que les permitan estar más protegidos o denunciar lo que les esté ocurriendo en ese instante, como es el caso de aplicaciones móviles que, instaladas en sus teléfonos, permiten a sus padres detectar movimientos extraños o recibir alertas del propio menor cuando esté en una situación de peligro.
La tecnología es un buen aliado para prevenir, y en este caso que nos consulta, las cámaras de seguridad instaladas en los colegios parecen una medida que se está popularizando; de hecho, cada vez hay más colegios y padres que nos consultan al respecto.
En primer lugar, debemos saber que la Agencia Española de Protección de Datos (AGPD) ya se ha pronunciado al respecto, dando una serie de premisas e instrucciones, mediante una circular que, pudiendo dejarnos un poco indiferentes, sí aclara la disyuntiva de su legalidad matizando que la instalación de cámaras de vigilancia tiene que respetar el principio de proporcionalidad, permitiendo el uso de estas siempre que ”sea una medida susceptible de conseguir su objetivo; que no exista otra medida más moderada que pueda ser igual de eficaz, y que de ella se deriven más ventajas que perjuicios, es decir, que sea equilibrada. La instalación de videocámaras «solo será legítima cuando derive de una necesidad ineludible, la medida sea la más adecuada» y no exista otra alternativa menos lesiva para los derechos del menor”.
En este sentido, las cámaras deberán ser instaladas únicamente en las zonas comunes, como el patio, el comedor, los pasillos... pero nunca fuera del centro escolar ni por supuesto en las aulas (ni obviamente en los baños ni vestuarios), ni tampoco en las zonas donde los menores no tengan acceso.
Estas imágenes deben ser tratadas con el máximo respeto y cautela, solo pudiendo estar las mínimas posibles bajo la visualización del director del centro o bajo la supervisión de la persona encargada y nominada expresamente para ello. En cuanto al tiempo de conservación de las imágenes, el plazo máximo es de un mes, pero la recomendación de la AGPD es de solo 10 días, considerando tiempo más que suficiente para ello, si bien, como es lógico, si hubiera una investigación las imágenes podrán ser conservadas el tiempo necesario.
Sobre si los padres pueden tener acceso o no a las imágenes, la AGPD hace referencia a las guarderías y jardines de infancia donde sí se puede grabar en las aulas, o en las zonas comunes, como es el caso que nos ocupa, de centros escolares. Además, será necesario que los trabajadores afectados por el uso de cámaras sean informados y sus derechos sean respetados. En cualquiera de los casos, los padres solo podrán acceder a las cámaras del aula de su hijo.
Pero, además de vigilar la actividad del colegio, los padres también tenemos la posibilidad, como comentaba al principio, de apoyarnos en la tecnología para proteger a los menores fuera del horario lectivo, cuando vuelven a sus casas o cuando comparten momentos de ocio con sus amigos.
Para ayudar en este tipo de situaciones, en Legálitas hemos desarrollado una 'app', Legálitas Hijos, que permite establecer un área de seguridad (el colegio, su casa, etc.), de tal modo que el padre pueda recibir una alerta en su teléfono móvil cada vez que el menor salga de esta área. Además, ante casos de agresiones o amenazas al menor, o cuando este se sienta en una situación de peligro, puede activar el llamado 'botón del pánico', de tal modo que el terminal empiece a grabar vídeo y audio que es enviado a los padres de forma instantánea a sus teléfonos móviles. Además, es importante que estas 'apps' incorporen asistencia jurídica y psicológica especializada para aquellos casos en que sea necesario recurrir a este tipo de profesionales....LEER NOTICIA COMPLETA.
Más de 30.000 cámaras para proteger a los valencianos.
Los sistemas de videovigilancia se han doblado en la Comunitat en los últimos cinco años
Usted, su vecino. Su jefe. Todos forman parte de una inmensa película colectiva dividida en cientos de fragmentos que se almacenan en la memoria de un disco duro. Al salir de casa, en carretera, en el supermercado, en el cajero del banco, al llegar al trabajo, de compras... Según datos recientes de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), en la Comunitat Valenciana hay cerca de 30.000 ficheros de videovigilancia operativos en la Comunitat.
La importancia de las cámaras quedó demostrada con el caso del joven alicantino al que el sistema de videovigilancia de una finca grabó cuando daba una paliza a su pareja. En el plan de la DGT contra el aumento de accidentes, presentado el lunes, también se prevé un aumento de las cámaras capaces de detectar la falta del cinturón de seguridad o el uso del móvil al volante.
¿Cuantas cámaras existen actualmente observando y registrando nuestros movimientos a diario? Su cuantificación por unidades resulta inabarcable. Ni la Policía Nacional ni el Gobierno tienen un registro. Esos ficheros contabilizados por la AEPD son la aproximación más fiable. Y la agencia estatal aclara: «Cada fichero declarado por una entidad pública o privada supone, al menos, una cámara. Pero puede haber varias bajo la declaración de un fichero». Eso significa que la cifra real es mucho mayor y los ojos vigilantes en nuestra región podrían contarse por decenas de miles.
Lo que sí está claro es que la videovigilancia como método contra el terrorismo, la delincuencia o el control policial y de tráfico crece a pasos de gigante. Según los datos de la agencia estatal en 2012 había en la región algo más de 12.000 ficheros frente a los casi 30.000 de la actualidad. Y ese incremento incesante se aprecia en toda España.
Un ejemplo es la vigilancia en carretera. Según fuentes del Centro de Gestión de Tráfico de Valencia, existen casi 150 cámaras de control activas en las carreteras de la región, 19 de ellas en Alicante, 22 en Castellón y 108 en la provincia de Valencia. Sirven para detectar atascos y activar paneles, controlar el alcance de las retenciones o, en caso de accidente, aportar información sobre las causas a la Guardia Civil.
En el metro, por ejemplo, hay muchas más. Es un punto clave para la seguridad de la ciudad. Según fuentes de FGV, existen 644 repartidas por estaciones y talleres de Metrovalencia y otras 600 en trenes y tranvías. María Candel es usuaria habitual de la línea 1 y 2. «No tengo nada que ocultar, así que me parece perfecto, incluso creo que en los apeaderos harían falta más para prevenir pintadas y que la gente se cuele». A lo largo del año pasado, la Policía Nacional y la Guardia Civil utilizaron 129 grabaciones del metro en sus investigaciones.
Sin embargo, el asunto de las cámaras sigue siendo tabú para otras entidades. Ni Renfe ni Adif ofrecen cifras respecto a sus cámaras en la Comunitat. Sólo permiten saber que hay decenas en las estaciones principales, tanto en andenes como en accesos. A diferencia de lo que sucede con metros y tranvías, aseguran que no están instaladas ni en Cercanías ni en trenes Euromed ni en el AVE. Hace dos años, la grabación de una cámara fue clave para esclarecer el caso de un hombre arrojado a un andén de Xàtiva.
En el cauce y en túneles
El Ayuntamiento de Valencia tampoco quiere decir el número exacto de las cámaras que tiene para la seguridad. Afirman que su número no ha aumentado ni se espera que crezca. Resaltan que los sistemas de la Policía Local se ubican sólo en el cauce del río y en edificios municipales. En 2015 había 464 cámaras fijas repartidas por Valencia para vigilar el tráfico en la ciudad, 97 móviles y 189 en el interior de túneles de la ciudad, según estadísticas municipales. Secretismo absoluto también en el ámbito universitario....LEER NOTICIA COMPLETA.