Un nuevo robo ‘activa’ la petición de videovigilancia en el ámbito rural
Los cacos entraron en el Ayuntamiento de Valderrodilla y también en el bar social y en 4 cocheras
Un nuevo robo en el ámbito rural, en la localidad de Valderrodilla, ha hecho que Carmelo Gómez, su alcalde, clame para que los responsables políticos en esta materia den los pasos oportunos para incrementar la seguridad en los municipios de la provincia por lo que pide que se determine si es posible «dar encaje» dentro del marco legal a la instalación de cámaras de seguridad en puntos sensibles, al estilo de las que se utilizan en las ciudades para el control del tráfico, con la intención de que puedan servir como elemento disuasorio para la acción de los delincuentes que actúan con total impunidad en el ámbito más rural.
Gómez abundó en este sentido, indicando que las declaraciones de ayuda hacia los pueblos más remotos «que siempre se formulan cuando se habla de despoblación» deben de cristalizar «y ser de verdad» para que los vecinos puedan tener soluciones efectivas en su día a día, dejando de estar expuestos a la acción, como es el caso, de los ladrones «porque la Guardia Civil, que hace lo que puede, cada vez tiene menos efectivos» con los que combatir la oleada de robos que, de modo cíclico, padece la provincia y que generalmente se achacan, por fuentes policiales, a grupos que tienen como origen otras provincias.
Este nuevo golpe en el ámbito rural, que reactiva la petición de videovigilancia en la provincia, un asunto que ya está sobre la mesa de la Subdelegación del Gobierno en Soria, desde donde se confirma que algunas peticiones recibidas ya han sido tramitadas y que otras, como es el caso de Almazán, tuvieron que quedar aparcadas debido a la colisión con aspectos legislativos que se revelaban como insalvables.
En cualquier caso, y a la espera de lo que se pueda dictaminar, la lista de enclaves en la provincia que también se han visto sacudidos por el efecto de la delincuencia sigue engordando. Fuentepinilla, Noviercas o Hinojosa del Campo son algunos de los puntos que ya han realizado algún tipo de pronunciamiento.
Por lo que respecta a las consecuencias habidas en Valderrodilla ayer, Gómez explicó que los ladrones abrieron y entraron en el bar social del municipio, «para llevarse apenas los cambios de la caja registradora» y hasta en el propio Ayuntamiento, al que accedieron tras reventar los bombines de las cerraduras de las puertas, aunque el primer edil, tras la primera inspección que se realizó en el municipio, no echó a faltar ningún efecto en la casa consistorial.
Los cacos también intentaron acceder a alguna casa de la localidad sin que, en principio, y a la hora de redactar esta información, parezca que lo hubieran podido conseguir. Peor suerte corrieron los propietarios de cuatro cocheras de la localidad, hasta donde sí accedieron los ladrones, que llegaron a romper el retrovisor de un vehículo, según los datos facilitados a este periódico por el propio alcalde de Valderrodilla.
La petición de permiso para instalar cámaras de vídeo en las distintas vías públicas de los municipios con problemas de robos, con el fin de mantenerlas vigiladas con este sistema, empiezan a ser moneda casi de curso legal en todo el país.
Carmelo Gómez, quien ayer explicaba, entre la indignación y la resignación, que «los ladrones se deben de enterar de que en los pueblos no hay nada que llevarse», buscaba saber «qué requisitos debemos cumplir los pueblos, dentro de la legalidad, para poder llevar a cabo dicha vigilancia» sin tener trabas legales irresolubles por el camino.
En casos similares, regidores políticos de pequeños municipios de distinta adscripción, ya han aclarado que las grabaciones que pudieran resultar se podrían usar «únicamente» con el fin proteger las zonas en más riesgo «para evitar posibles daños »....LEER NOTICIA COMPLETA