En tanto que el abatido fue identificado como Diego Prieto Ocampo (20). El mismo tenía antecedentes penales por robo agravado en 2011, y estaba beneficiado con una medida sustitutiva a la prisión, indicaron los intervinientes.

El hecho se registró cerca de las 2.30 de ayer en una estación de servicios de la insignia Puma, ubicada sobre la ruta General Bernardino Caballero y Sebastián Gaboto, de la ciudad de Ypacaraí, departamento Central.

CRÓNICA DE LOS HECHOS. A la hora mencionada anteriormente, dos hombres a bordo de una motocicleta llegaron hasta la estación gasolinera, según los empleados del local, ambos disimularon ser clientes e ingresaron al shopp.

Estaban realizando algunas compras, cuando en un momento uno desenfundó un arma de fuego y el otro un cuchillo.

En ese instante, Óscar Martínez, el cajero de la estación de servicios, empezó un forcejeo con uno de los malvivientes, sufriendo una herida cortante en la mano derecha, y mientras que el otro realizaba un disparo con su arma de fuego.

La bala por fortuna no dio en la víctima... y apareció el guardia de seguridad, que en cuestión de segundos con una escopeta calibre 12 milímetros se enfrentó a tiros con el malviviente.

El diputado porteño del GEN, Martín Hourest, recorrió este sábado los hospitales porteños Penna, Piñero y Santojanni y advirtió sobre la situación de riesgo en la que se encuentran.

El legislador denunció que a pesar de que hace pocos días en el Santojanni apuñalaron a un joven de 22 años, el panorama ante la falta de seguridad no cambió. En ese sentido cuestionó al actual jefe de Gobierno, al asegurar que "los hospitales en la Ciudad permanecen sin cobertura de la policía y en situaciones extremas de riesgo. Macri no colocó ni un agente de la Metropolitana en estos lugares, ni en las ambulancias y si bien puso seguridad privada -como lo prometió- la misma está desarmada".

"Los médicos se encuentran en un estado de alarma continuo, pero aquí el tema no es sólo que falta guardia de personal policial sino que los Cesac (centros de atención primaria) están cerrados".

Al respecto, Hourest explicó que "cuando la gente observa que no operan dichos centros -que deberían estar activos en cualquier centro de salud- se retira a sus casas resignada y se generan problemas mayores por ejemplo para los chicos".

Un tribunal de apelaciones de Estados Unidos decidió hoy reabrir el caso de los cinco empleados de la firma de seguridad privada Blackwater, que fueron acusados en 2007 por la matanza de catorce civiles en el centro de Bagdad.

Según el fallo hecho público hoy, los tres miembros del tribunal dieron la razón al Departamento de Justicia estadounidense, que recurrió la decisión del juez federal Ricardo Urbina, quien, a finales de 2009, desestimó los cargos contra los cinco vigilantes en una polémica decisión.

Dean Boyd, portavoz del Departamento de Justicia, reconoció ante los medios estar "complacido" por la decisión del tribunal, que implica que el caso ahora vuelve al juzgado para continuar con el procedimiento y posterior juicio.

Blackwater Worldwide, que tras el escándalo cambió su nombre por el de Xe Services, fue una compañía contratada por el Departamento de Estado para la protección de convoyes, edificios, instalaciones militares y funcionarios de gobiernos, en áreas donde las fuerzas armadas de Estados Unidos están en guerra.

Los hechos se remontan al 16 de septiembre de 2007, cuando un grupo de agentes de Blackwater disparó contra los civiles que se encontraban en la plaza bagdadí de Al Nasur, lo que provocó 17 muertos y 20 heridos.

Una investigación del Gobierno iraquí concluyó que los agentes abrieron fuego contra la multitud sin motivo ni provocación.

La Fiscalía General de la República (FGR) informó sobre el decomiso de 25 armas ilegales en un allanamiento que se hizo junto con la Policía Nacional Civil (PNC) en la casa número 19 A del pasaje Las Nubes, calle Las Granadillas, en la colonia Cumbres de Escalón, el miércoles 20 de abril pasado, alrededor de las 5:30 de la tarde.

Las armas, según confirmaron las autoridades, pertenecen a la empresa de servicios de seguridad privada Protección, S. A. de C. V., que abrió al público a principios de la década pasada y dejó de funcionar hacia 2005. En esa misma casa, se informó, la agencia tenía su base de operaciones.

Entre las armas encontradas por personal del Centro Antipandillas Transnacional (CAT) de la PNC, entidad que inició las investigaciones, hubo 19 armas largas, seis armas cortas 9 milímetros y más de 1,500 cartuchos de municiones de diferente calibre.

Además, se decomisó tres computadoras para su investigación, así como dos vehículos con placas extranjeras, informó la PNC.

Las armas tenían los permisos vencidos, por lo que se consideran ilegales. La última renovación de permisos que hizo la empresa de seguridad privada a esas armas, según la FGR, es de 2006, hace cinco años. Desde entonces el armamento no tiene aval. La Fiscalía detalló que solo dos de esas armas no tienen ningún tipo de registro, aunque no especificó si se trata de armas largas o cortas.

No fue un jueves santo para la heladería Grido, ubicada dentro del Terraza Urban Mall, en calle Italia al 5800 de Chacras de Coria. En la madrugada de ayer una mujer ingresó al local, fingió ser clienta y cuando menos lo esperaban sacó un arma de fuego y se hizo de $10.000, que serían la recaudación de varios días.

Lo llamativo es que en ese moderno shopping a cielo abierto cuentan con seguridad privada y cámaras de vigilancia. A pesar de ello aún no se pudo dar con la autora del hecho.

Todo comenzó cerca de la 1.30 de la madrugada de ayer. Una mujer de unos 35 años, según cuentan los empleados de la heladería, ingresó al local a comprar una torta helada. En ese momento quienes se encontraban trabajando estaban preparando todo para cerrar el local.

Sin mayores inconvenientes se realizó la transacción comercial, pero antes de retirarse, y sin que los empleados pudieran preverlo, la mujer, que actuó aparentemente sola, sacó un arma de fuego y les pidió que le entregaran todo el dinero.

Mientras se hacía con el efectivo, la fémina intentó meterlos en el baño, pero los empleados le explicaron que no tenían, por lo que los terminó encerrando en un depósito con el que cuenta la heladería, detrás del mostrador.