El proyecto Vyriato (Video y Radar Inteligente Asertivo de Torrevieja) está instalando cámaras de vigilancia por toda la ciudad para controlar desde el tráfico hasta la delincuencia. El complejo y ambicio proyecto, que cuesta 1,7 millones de euros, incluye 35 cámaras orientables con zoom, 16 con lector de matrículas y 40 más fijas para la vigilancia exclusiva del tráfico rodado. El Ayuntamiento anunció ayer también, dentro del mismo proyecto, la instalación de 15 radares marinos capaces de captar vehículos que infrinjan la normativa de velocidad.
El proyecto pretende mejorar la seguridad urbana y por ello se colocarán 22 videograbadores, 66 cámaras fijas y 5 móviles, además de un sistema de detección de incendios localizado en las principales zonas verdes de la localidad. A esta instalación habrá que sumarle la de las redes de implementación de datos, a través de fibra óptica, así como los emisores de radio que utilizarán los diferentes organismos que participan en el control de seguridad de Torrevieja y que se interconectarán a través de una centralita. En total se han instalado 2,5 kilómetros de cable de fibra óptica que dispara la velocidad del sistema de emergencias, de forma que se puede dar más agilidad a las consultas efectuadas por los agentes, incluso, cuando necesiten revisar los archivos municipales. 
Esta gran cantidad de información será procesada y guardada durante un mes y se podrá tener acceso a la misma sólo mediante una orden judicial. La supervisión de la misma irá a cargo de miembros de la Policía Local, que serán también los encargados de mantener en su sede todo el equipamiento. Las instalaciones están situadas en la carretera de Crevillent.
A través de estas novedosas técnicas de video vigilancia se pretende controlar el tráfico, uniendo la instalación de cámaras a la de los radares y controlando a su vez todos los semáforos de la localidad. Se tendrá presente también el patrimonio de Torrevieja, evitando de esta forma las agresiones a las fachadas de los edificios, por ejemplo, por parte de grafiteros, así como de otros actos vandálicos. 
Otra de las zonas a proteger serán los jardines porque allí tendrán un control directo la Policía. Así los agentes podrán evitar gamberradas y delitos menores. 

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El incivismo y la violencia han llevado a la Entitat Metropolitana del Transport a instalar cámaras de videovigilancia en el Nitbus, cuyos vehículos recorrieron el año pasado 5,5 millones de kilómetros y transportaron a 5,8 millones de viajeros.

En una primera fase las cámaras estarán en 28 autobuses, de los cuales ocho ya están en funcionamiento. Cuando se implante completamente el sistema (abril en el Baix Llobregat y junio en el Barcelonés) 151 vehículos contarán con él.

El autobus estará dotado de cuatro cámaras que grabarán continuamente y, en caso de situación anómala, el conductor activará una emisión en directo para el centro de control.

El presidente del comité de empresa, Federico Llobet, señaló ayer que estos sistemas mejoran la seguridad pero no van a arreglar el problema. "Se debería contratar seguridad privada", afirmó.

Por su parte, el Consell de la Joventut, que agrupa a más de 400 entidades, reclamó ayer que se amplíe la red de autobuses nocturnos y que el metro abra de forma ininterrumpida todo el fin de semana. "Es la forma más segura y barata que tenemos los jóvenes para desplazarnos por la noche", aseguró ayer su presidente, Pau González.

El Juzgado de lo Social número 2 de Logroño ha condenado a la empresa arnedana Taical, dedicada a la industria del calzado, a que retire las nueve cámaras de videovigilancia que había instalado en el centro de trabajo.

En la sentencia, que ayer facilitó CCOO, el juez declara la nulidad de la decisión empresarial de implantar cámaras de videovigilancia por vulnerar el derecho fundamental a la intimidad de los trabajadores y condena a la demandada a la retirada del que desde el sindicato denominan «sistema de control de la actividad de los empleados de producción».

El magistrado considera probado que la empresa demandada, Taical, el 11 de diciembre del 2008, hizo pública en el tablón de anuncios una circular informativa dirigida a sus empleados en la que se exponía que se instalaba un circuito cerrado de vigilancia para mejorar la seguridad de las instalaciones y para velar por el cumplimiento del plan de prevención de riesgos laborales. También se informaba que el equipo no grababa imágenes, sino que sólo se podían supervisar en directo y que cuándo se iniciase la grabación se comunicaría al personal en una nueva circular.

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El sistema instalado está integrado por una red de 15 cámaras de video, que se controlan desde un centro ubicado en el edificio de la Policía Local. Los lugares elegidos para colocar las cámaras han sido los accesos al municipio, las vías públicas que requieren especial vigilancia, cruces y rotondas.
Las cámaras funcionan a través de un circuito cerrado y las imágenes son transmitidas al centro de control de la Policía Local, que tiene acceso a ellas a través de una pantalla de gran tamaño. Las imágenes recogidas podrán ser grabadas.

El sistema permitirá a la Policía Local detectar las incidencias que puedan afectar a la fluidez del tráfico y mejorar la movilidad y seguridad vial. También mejorará la seguridad y el control del acceso a los edificios públicos del municipio.

El sistema cumple con la normativa en materia de protección de datos personales y, en cuanto a las imágenes, se garantiza igualmente la protección de la intimidad de las personas y el derecho de acceso, cancelación y oposición. 

El alcalde del municipio, Narciso de Foxá, acompañado por el concejal de Seguridad y Movilidad Urbana, Javier Caballero, ha visitado este lunes la sede de la Policía Local, donde le han mostrado el funcionamiento del sistema. A la visita también han asistido representantes de la Asociación de Urbanizaciones de Majadahonda.

FUENTE: www.madridiario.es