Las instalaciones de la Inspección Técnica de Vehículos han vuelto a la normalidad después de que ayer se incorporase a la plantilla un guardia de seguridad. De esta forma, los 25 trabajadores de la ITV han visto cómo la Dirección General de Industria ha respondido de forma efectiva a su reivindicación de habilitar seguridad privada tras el atraco sufrido la noche del pasado viernes, cuando tres encapuchados encañonaron a un mecánico para hacerse con la recaudación del turno de tarde -entre 4.500 y 6.000 euros- y la caja de caudales.
Eso sí, antes de acceder cinco días después a esta petición se ha vivido durante 48 horas un tira y afloja entre la plantilla e Industria. Su titular, Pedro Jiménez se desplazaba el lunes a la ITV para interesarse por la plantilla que no solo condenó lo sucedido, sino que además aseguró que «podríamos estar lamentado la muerte de un compañero, pero parece que están esperando a que pase y entonces pondrán seguridad». La plantilla trasladó a la dirección general «su malestar» porque según ellos se estaba incumpliendo el artículo 14 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que establece su derecho a una protección eficaz en el trabajo».
Pese a que en un primer momento se pensó en habilitar personal de seguridad tres horas diarias y solo por la tarde, finalmente se han cubierto los dos turnos de forma íntegra porque la plantilla se negó durante lunes y el martes «a manejar dinero en metálico sin seguridad porque pueden atracar a las doce del mediodía o a las seis de la tarde, les da igual la hora». Según han confirmado los trabajadores «durante dos días la ITV sólo atendió segundas revisiones gratuitas, se dio información sobre neumáticos y administrativa pero apenas hubo recaudación», además de agradecer a los usuarios su comprensión.