Cámaras de seguridad: La mirada atenta de una o varias personas.
En muchas empresas forman parte ya de los muebles y objetos que están, pero no se ven. Hasta que se tiene una conversación quizás en un pasillo y surge la duda: ¿nos estarán escuchando?
En muchos casos, la respuesta en no. El Circuito Cerrado de Televisión (CCTV) es instalado por empresas de seguridad y suele no tener sonido. Si lo tuviera hay cierta controversia ya que podría considerarse invasivo de la intimidad del trabajador.
No existe una ley que reglamente el uso del CCTV, pero el Art. 70 de la ley de contrato de trabajo (LCT) habla sobre los controles personales y dice: los sistemas de controles personales del trabajador destinados a la protección de los bienes del empleador deberán siempre salvaguardar la dignidad del trabajador y deberán practicarse con discreción y se harán por medios de selección automática destinados a la totalidad del personal.
Un enorme cuarto lleno de plasmas, con varios guardias mirando todo lo que sucede en la empresa no forma parte de la realidad cotidiana de las empresas. En general es algo más artesanal.
Depende de cuántas cámaras haya instaladas en una compañía, pero un estimado de 50 cámaras pueden verse en una pantalla de 29 pulgadas que se subdivide en 9 partes que se pueden ver al mismo tiempo. Para ahorrar tiempos muertos hay algunas cámaras (por ejemplo, las instaladas en las cocheras) que no graban si no se produce un movimiento.
No suelen mirarse todas las imágenes a la vez y tampoco se está controlando todo el tiempo la pantalla, porque esto ocuparía a mucho personal. Hasta en las películas pueden verse guardias distraídos, que miran para otro lado mientras...
"El CCTV sirve para evitar situaciones groseras de violencia, que obviamente no son comunes. En general se usan para grabar y cuando hay algún problema se recurre a la grabación. Cada empresa tiene sus métodos, pero no suelen guardarse las grabaciones durante más de una semana", dice el ingeniero Álvaro Feuerman, que tiene el cargo del facility manager y es autor de El libro del Facility Management. Una de las tareas asignadas a su puesto es, además de encargarse de la infraestructura de un edificio moderno, llevar adelante la puesta en marcha del plan de seguridad que incluye el CCTV.
Son muy pocas las empresas que extreman estas medidas, con cámaras 360 que barren toda la locación. "Las cámaras más sofisticadas pueden reconocer caras y también seguir a una persona -dice Feuerman-. Pero son cosas muy raras para una oficina."
Desde el punto de vista legal, "la idea de Gran Hermano en el lugar de trabajo es posible con la evolución de la tecnología y los sistemas de control", dice el abogado laboralista Juan Carlos Cerutti. Pero hay límites como "el derecho a la intimidad, la libertad de pensamiento, la libertad de expresión, el derecho a trabajar y la propiedad privada que conviven en el lugar de trabajo".
Hasta ahora, la LCT no especifica usos y costumbres, pero para el abogado, las cámaras no deberían estar cerca del baño o en algún lugar de recreo o esparcimiento de las personas, "ya que allí nada tiene que ocurrir que sea necesario controlar. Las cámaras son para seguridad, no para espiar o intimidar. No podrían válidamente usarse con sonido a fin de calificar una conversación privada o coartar derechos de reunión".
Sin legislación
Yo te puedo ver
Alcances y límites
La ley de contrato de trabajo no regula su uso, pero sí habla sobre salvaguardar la dignidad del trabajador. En general no registran sonido, algo que podría ser invasivo por parte de la empresa. Pero son cada vez más sofisticadas, con imágenes nítidas que se pueden acercar.
Fuente: lanacion