La Policía Local refuerza con más cámaras la seguridad y sistemas de alarmas de la Jefatura.
El armero del que desapareció una pistola en marzo cuenta ya con videovigilancia, que se extenderá a otras partes de las instalaciones.
El Ayuntamiento de Plasencia ha reaccionado a la desaparición el pasado mes de marzo de la pistola reglamentaria de un agente del armero de la Policía Local aumentando la seguridad en las instalaciones de la Jefatura. La primera medida ha sido instalar una cámara de seguridad en la sala donde se encuentra el armero, y en breve se colocarán más en otras zonas del interior del edificio.
El concejal de Interior, José María Nisa, afirmó que la instalación de las cámaras «estaba ya prevista» antes de que desapareciera la pistola, aunque inicialmente el plan era colocarlas primero en los lugares a los que tienen acceso otras personas además de los agentes. «Hay sitios a los que acceden los detenidos donde conviene que haya cámaras por la seguridad y tranquilidad de los agentes, ya que a veces sufren intentos de agresión o son víctimas de denuncias falsas de detenidos que les acusan de haberles pegado. Con las cámaras de seguridad quedará todo grabado y registrado», apuntó el concejal.
Sin embargo, el suceso de la desaparición de la pistola ha hecho que la videovigilancia se instale en primer lugar en la sala del armero, donde estaba previsto que llegara más adelante ya que, al ser un lugar de acceso exclusivo para policías, no era una prioridad.
José María Nisa asegura que todas estas mejoras en seguridad vienen determinadas por una normativa nacional para este tipo de instalaciones policiales que la Jefatura placentina no cumple del todo. De ahí que se hayan instalado también cámaras de vigilancia en el exterior y se haya cerrado el perímetro de las instalaciones. «Son añadidos que se van haciendo por fases hasta tener todo en como debe estar», señaló el edil de Interior.
Precisamente, el pleno del Ayuntamiento aprobó la semana pasada la creación de un fichero de datos de carácter personal para las cámaras de vigilancia tanto interiores como exteriores de la Policía Local. Se trata de un protocolo obligatorio recogido en la Ley de Proyección de Datos, que regula el uso que se le puede dar a este tipo de grabaciones. El Ayuntamiento podrá conservarlas durante un máximo de un mes, únicamente puede tener acceso a ellas el personal autorizado, que en este caso es el que trabaja en la sala de control, y tan solo pueden ser utilizadas como prueba por orden de un juez.
Los mismos ficheros han sido creados para otras cámaras que graban la vía pública, concretamente las de las escaleras mecánicas y las de control del tráfico en el centro.
Fuente: hoy