redes sociales
Twitter, avispero de rumores, suplantaciones y demandas
La creación de falsos perfiles de los ministros de Rajoy agita Twitter y reaviva el debate sobre la seguridad en las redes sociales

 

Twitter vuelve a estar en el punto de mira. El auge en la creación de falsos perfiles ha agitado la red de microblogging en las últimas semanas y ha reavivado el debate sobre la seguridad en las redes sociales. Hace apenas unos días, un periodista italiano suplantó las cuentas personales de cinco ministros del nuevo Gobierno de Rajoy. Los afectados fueron Cristóbal Montoro, Luis de Guindos, José Manuel García-Margallo, Alberto Ruiz-Gallardón y Jorge Fernández Díaz. A través de los falsos perfiles, el impostor anunció medidas como un IBI especial para la Iglesia, adelantó viajes del titular de Exteriores y despistó con cifras de déficit que obligaron al Gobierno a salir al paso. La intención del impostor, Tommasso Debenedetti, según explicó él mismo, era poner de manifiesto la escasa seguridad que proporcionan las redes sociales. De hecho, Debenedetti es conocido en Italia por haber suplantado la identidad en Twitter del propio primer ministro, Mario Monti, así como de escritores como Mario Vargas Llosa o Almudena Grandes, además de haber publicado entrevistas inventadas durante diez años con personajes como Josep Ratzinger, Mijail Gorbachov no Noam Chomsky. "Lo hago como un juego, para que la gente comprenda que las redes sociales son propicias al engaño y a la comunicación fraudulenta. Es importante demostrar que las personalidades son fáciles de suplantar", explicó Debenedetti.
Más sonado aún ha sido la suplantación en dicha red social de la esposa del magnate Rupert Murdoch. En este caso, tanto Twitter como la empresa de Murdoch validaron por error la cuenta, que se presentó como auténtica tras un proceso de verificación que Twitter se empeña en mantener en secreto.
Son ya numerosos los casos de suplantación de identidad en la red social que afectan a caras conocidas o personajes políticos. Es el caso del futbolista Iker Casillas, que llegó a tener más de 260.000 seguidores en una cuenta falsa, o el partido político Nafarroa Bai, que también sufrió la creación de un perfil falso en la red social,
El debate generado gira en torno a la facilidad con la que se puede abrir una cuenta falsa en Twitter y a las posibles consecuencias legales de la suplantación de identidad. En el caso del magnate Murdoch, su compañía no tiene previsto demandar a la red social, quizá porque ellos mismos vivieron una situación similar en MySpace con el actor Johnny Deep. La cuestión es que no existe ninguna legislación específica para estos casos, aunque sí que se puede recurrir a las leyes generales para proteger nuestra identidad, ya sea denunciando ante la Agencia de Protección de Datos, presentando un proceso civil o interponiendo una denuncia ante la jurisdicción penal por “usurpación del estado civil”, una situación que sí está tipificada en el Código Penal

FUENTE:El Correo Digital (Álava)

   Una correduría, multada con 60.000 euros por vender datos de una clienta
Los acusados contrataron una póliza sin el conocimiento ni el consentimiento de la demandante, según los jueces

      



El Tribunal Supremo ha impuesto una multa de 60.101 euros a los responsables de una correduría de seguros gijonesa acusados de comunicar los datos de una de sus clientas a una compañía con el fin de «contratar una póliza». Los jueces admiten, no obstante, una pequeña rebaja en la cuantía solicitada para los demandados, para los que la Agencia Española de Protección de Datos pedían en un principio una sanción de 300.000 euros.

Los hechos que ahora acaban de ser aclarados en sede judicial se remontan al año 2002. Fue entonces cuando la compañía de seguros con la que la demandante tenía contratada una póliza decidió rescindir el contrato que la vinculaba con la correduría ahora demandada. Tras conocer la noticia, la clienta, una vecina de Gijón, decidió abandonar la empresa ahora demandada y continuar con la compañía de seguros, aunque en esta ocasión sin la intermediación de los responsables de la correduría. Los ahora condenados, por su parte y de forma paralela, contrataron una póliza con una segunda compañía, en palabras de los jueces, «sin el consentimiento de la asegurada». Para hacerlo, según la Agencia de Protección de Datos, los demandados le dieron a la nueva aseguradora todos los datos personales de la demandante.

FUENTE:La Nueva España

Economía/Motor.- Rastreator.com afirma que ha cumplido todos los criterios legales de la Ley de Protección de Datos

 

Rastreator.com ha afirmado que ha mantenido, desde el inicio de su actividad en España, "una política situada al lado del consumidor totalmente transparente y que ha cumplido rigurosamente todos los criterios legales relativos a la Ley de Protección de Datos".

 

En un comunicado en respuesta a la denuncia presentada por Facua ante la Agencia Española de Protección de Datos, la compañía indica que el pasado 1 de enero envió un email a sus usuarios informándoles de que podrían recibir en el futuro, siempre y cuando lo autorizasen, correos publicitarios y promocionales de este servicio de comparación de otros productos, aunque en ningún caso "hará publicidad de terceros ni cederá los datos personales de sus usuarios con fines comerciales".

Así, Rastreator.com subraya que el envío de este email no tiene carácter comercial, sino que es*de*carácter informativo previo, en cumplimiento de lo exigido por la LOPD y de su Reglamento.

Finalmente, la compañía muestra su apoya a la labor de asociaciones como Facua, en cuanto a la protección de los derechos de los consumidores y usuarios y afirma estar abierta a ofrecer cualquier tipo de aclaración, "teniendo en cuenta que todos los pasos se han realizado siguiendo un estricto cumplimento de la ley".

FUENTE:ecodiario

REDES SOCIALES

Twitter falla en el control de falsas identidades
En España ha habido una sentencia penal por suplantación en Internet

 

La facilidad con que un ciudadano británico suplantó en Twitter la identidad de la esposa de Rupert Murdoch y creó una cuenta con su nombre ha escandalizado en la prensa internacional. Lo más notable es que, por un error de Twitter y de la empresa de Murdoch, inicialmente se validó la cuenta y se presentó como auténtica. Al cabo de 48 horas, una vez descubierto el error, Twitter pidió disculpas, pero insistió en mantener sus sistemas de control sobre falsas identidades en secreto. En 2009, la red social abrió un programa por el que un internauta podía solicitar la validación de su cuenta como auténtica. Twitter lo cerró al cabo de un tiempo y ahora es la red social la que toma la iniciativa de evaluar la fiabilidad de una cuenta. La compañía de Murdoch no demandará a la red social porque en su casa vivieron un problema parecido con una suplantación del actor Johnny Deep en MySpace.

El abogado de ePrivacidad Samuel Parra ha comentado a este diario que no hay una legislación específica para estos casos, pero que se puede recurrir a las leyes generales para buscar protección en caso de suplantación de la identidad. “Hay tres caminos. Una denuncia ante la Agencia de Protección de Datos que puede terminar en una sanción. En este caso no se trata de una indemnización. Es una multa que cobra la Administración. También se puede acudir a un proceso civil para reclamar los daños y perjuicios sufridos. Y cabe una denuncia ante la jurisdicción penal por usurpación del estado civil, una figura delictiva recogida en el Código Penal”.

La Agencia de Protección de Datos española ha comentado que, aunque no son muy numerosas, en los últimos tiempos ha registrado un incremento en las reclamaciones vinculadas a la difusión de datos personales sin consentimiento de sus titulares por Internet, principalmente en el ámbito de las redes sociales o portales de vídeo, aunque también en otros servicios tales como portales de contactos, foros... El año pasado, la agencia multó con 2.000 euros una suplantación en la red Badoo en la que su autora se hacía pasar por la víctima presentándose como una persona que buscaba contactos eróticos. La Audiencia Provincial de Segovia dictó el año pasado una sentencia por un perfil falso en Tuenti y condenó a las chicas que lo crearon a 200 euros de multa y a una indemnización por daños morales de 12.400 euros.

El caso de Twitter se produjo después de que Rupert Murdoch abriera su cuenta en Twitter a principios de este año. Al poco tiempo, apareció una cuenta, @wendi_deng, atribuida oficialmente a la esposa de Murdoch.

La cuenta —registrada bajo el nombre de Wendi Deng Murdoch— había reunido más de 10.000 seguidores ansiosos por conocer detalles de la vida personal de Murdoch. Al cabo de 48 horas, Twitter publicó un mensaje en el que reconocía que la cuenta fue erróneamente verificada. El autor de la falsa cuenta es un británico que ha manifestado su perplejidad a The Guardian por el hecho de que Twitter no se pusiera en contacto con él para verificar la fiabilidad de la misma. Cuando vio que Twitter había verificado la cuenta, admite, llegó a pensar que había ido demasiado lejos con la broma. En cualquier caso, insiste, no recibió ninguna comunicación de la red social en el correo que adjuntó al registrarla. Varios medios, tras el incidente, ya han mostrado su preocupación por la falta de garantías del proceso de verificación, que califican de “agujero”.

FUENTE:El País.com (España)

Evolución del negocio tecnológico vs Escenarios de riesgo: ¿Está su empresa debidamente protegida?

 


Mª Victoria Valentín-Gamazo, responsable de Desarrollo de Producto de Líneas Financieras de Chartis en España y Portugal, analiza los diferentes riesgos legales a los que deben enfrentarse hoy en día las empresas tecnológicas.

 

Las empresas tecnológicas (o TIC por su acrónimo) están inmersas en una evolución constante. Son el punto de referencia de la industria actual, pero su crecimiento ha de ir necesariamente acompañado de un escrupuloso cumplimiento normativo.

La maximización de los recursos materiales y humanos de las empresas hace que su actividad no se desarrolle de forma autónoma, sino que dependan de proveedores tecnológicos, empresas subcontratadas o, en su caso, se conviertan en empresas subcontratistas para ciertos servicios.

Estas situaciones afectan claramente a su responsabilidad. Por ejemplo, la utilización del “cloud computing” o nube tecnológica está suponiendo una revolución en términos económicos, pero ha de ser considerada como un nuevo escenario de responsabilidad. La realidad nos está demostrando que muchas decisiones que se toman en esta nube se hacen por coste, sin contemplar las cautelas necesarias para garantizar la seguridad en la misma.

Tradicionalmente, las empresas tecnológicas se han enfrentado al riesgo de los errores cometidos en el desarrollo de su actividad, tanto en la ejecución de los proyectos encomendados, como en el suministro o instalación de sus productos realizados. Sin embargo, el desarrollo actual de su actividad, como ya se ha adelantado, conlleva nuevas situaciones de riesgo de las que muchas veces no se tiene experiencia sobre sus consecuencias (aún estando encuadradas en un marco regulado).

Así, la simple prestación de un servicio bajo contrato podría llevar al típico incumplimiento en base a la falta de consideración de una garantía asumida, pero también al uso inadecuado de los medios ofrecidos por el cliente que lleve a la empresa TIC a vulnerar un derecho de propiedad intelectual.

Otras muchas circunstancias ponen en peligro el patrimonio empresarial sin que ni siquiera se haya valorado su trascendencia. Así pues, la simple circunstancia de la creación de una empresa exitosa bajo la dependencia total de su fundador puede llevar a que la pérdida del mismo suponga una situación de grave credibilidad del mercado, más aún si se trata de una compañía cotizada.

Pero la mayor problemática la encontramos en ocasiones como consecuencia de la excesiva intervención del regulador, con la finalidad de proteger los derechos fundamentales de los usuarios. Tal es el caso del estricto cumplimiento de la normativa de protección de datos personales que se ha de tener en el desarrollo de la actividad tecnológica. Y son conocidas por todos las devastadoras consecuencias tanto económicas como reputacionales que puede tener una sanción de la Agencia Española de Protección de Datos.

Todos estos nuevos escenarios, a veces de incertidumbre para los afectados de esta actividad, están redundando inevitablemente en una mayor actividad frente a los tribunales, ya que son estos los que determinan si el desarrollo de esta actividad se ajusta o no a la legalidad.

Afortunadamente, las empresas TIC no se encuentran solas ante el reto diario de su actividad y, aparte de contar con firmas de abogados u otros asesores muy cualificados para ayudarles a prevenir y actuar adecuadamente ante estos nuevos escenarios, el sector asegurador evoluciona diseñando nuevos productos para que, ante el riesgo de ser objeto de una reclamación que afecte tanto a sus cuentas como a su buen nombre (Internet es un medio fantástico para comunicarnos, pero una información inadecuadamente publicada puede conllevar consecuencias terribles) tengan una protección adecuada. En estos productos, además, es claramente valorable la experiencia que nos llega de fuera de nuestras fronteras, que nos permite la transposición a nuestro mercado de coberturas nuevas y, por tanto, ofrecer seguros con una protección completa para las empresas TIC ante estos nuevos riesgos.

 

 

 

FUENTE:Silicon News