La era de la sospecha
El psicoanalista francés Gérard Wajcman analiza en El ojo absoluto las consecuencias de vivir en una sociedad donde prima una vigilancia total



Es conocido el epitafio grabado en la tumba de Kant, tomado de su Crítica de la razón práctica : "Dos cosas llenan mi ánimo de creciente admiración y respeto a medida que pienso y profundizo en ellas: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí". Gérard Wajcman, psicoanalista francés, profesor en la Universidad de París VIII, se vale de esta frase para reinterpretarla a la luz de la sociedad actual, que denomina "civilización de la mirada". ¿Qué hay en ese cielo estrellado que tanto fascinaba a Kant? Decenas de satélites que conforman una fabulosa red de vigilancia; ojos electrónicos que cubren centímetro a centímetro la superficie de la Tierra. ¿Qué decir entonces del interior del hombre, esa otra zona que despertaba la admiración y el respeto del filósofo alemán en el siglo XVIII? Tomado el término en sentido literal, podría decirse que ya no hay un interior del hombre. La ciencia ha logrado penetrar las cavidades más ocultas del espacio y del tiempo humanos. Hasta no hace demasiado tiempo, había que esperar a que un hijo naciera para conocerlo. Hoy, dice Wajcman, los niños nacen en una pantalla casi nueve meses antes de salir del cuerpo de sus madres. Claro está que Kant hablaba de otro tipo de interior. Del interior que concierne a los pensamientos y las acciones del hombre. ¿Queda allí todavía un espacio para el asombro y la expectación? No por mucho tiempo. El autor nos recuerda que ya existe una serie de programas, como el del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de Francia, cuya pretensión es detectar posibles "desviaciones" morales con la suficiente anticipación para neutralizarlas. En dicho programa, un ejército de psicólogos, neurocientistas y biólogos ponen a punto instrumentos para prever el comportamiento moral de un sujeto a partir de sus ¡36 meses de vida!

Para poner en evidencia la relación entre violencia e imagen, el autor compara tres acontecimientos que resultaron conmocionantes para la humanidad, y los asocia con tres imposibles: las trincheras de la Primera Guerra Mundial (imposible de decir); las cámaras de gas (imposible de ver); el atentado a las Torres Gemelas (imposible de no ver). Retomando a Walter Benjamin, Wajcman recuerda el mutismo al que fueron condenados los testigos del horror de las trincheras de 1914. A su vez, en el film Shoah , de Claude Lanzmann, encuentra el psicólogo francés un claro ejemplo del único modo posible de "mostrar" aquello que no podía verse de los campos de concentración: "esta película de nueve horas y media referida al exterminio de seis millones de hombres, mujeres y niños no muestra una sola imagen de un cadáver. Muestra su ausencia". El atentado contra las Torres Gemelas, en cambio, responde a la lógica de otra época. Su sentido último se encuentra en que se planeó para que fuera imposible de no ver. Más que los propios aviones, sostiene el autor, "la televisión fue un instrumento fundamental de los asesinos". Fue la transmisión en vivo y en directo del espectáculo siniestro lo que provocó un terror jamás imaginado.

Resulta paradójico, entonces, que en el momento de pensar en algún tipo de protección el primer recurso considerado generalmente sea el de las imágenes. En todas las grandes ciudades se multiplican las cámaras de seguridad. O, en rigor, cámaras a las que se asocia con la seguridad. Sin embargo, el autor presenta algunos datos alarmantes. En primer lugar, según las estadísticas, la cantidad de delitos no disminuye con la instalación de las cámaras. Pero, no solo eso. Hay cierto tipo de delitos que parecen concentrarse allí donde las cámaras están presentes. En relación con ellos las cámaras no sólo no ejercen ningún tipo de disuasión, sino que la potencialidad de que el delito sea visto por otros -con lo que podría llegar, incluso, a convertirse en la imagen de la semana de los programas de noticias- funciona como un estímulo. Finalmente, el anhelo de protección mediante imágenes hace olvidar a quienes lo demandan que detrás de las pantallas hay miradas de "otros". ¿Quién vigila a aquellos que vigilan? No es infrecuente que tras hechos delictivos sorprendentemente bien ejecutados las sospechas caigan sobre aquellos que se ocultan tras las cámaras.

La sociedad de vigilancia inaugura la era de la sospecha. Todos somos observados como delincuentes potenciales. Todos estamos obligados a demostrar permanentemente nuestra inocencia: ante las cámaras de vigilancia, ante los programas de lectura automatizada de e-mails, ante los escáneres de los aeropuertos. Toda una red parece estar tendida sobre nosotros esperando cualquier desliz nuestro para caernos encima.

Para el autor esto no es más que una consecuencia del ideal que anima a nuestra sociedad: la transparencia, en el que convergen la sociedad del espectáculo y la de la vigilancia. Todos quieren ver todo; todos quieren ser vistos por todos. "Hay un ojo en cada esquina, hay ojos en el cielo, en nuestras casas, en nuestros autos, los teléfonos meten ojos en nuestros bolsillos [...] las ciencias médicas meten un ojo en nuestros cuerpos y pretenden explorar hasta el fondo de nuestros pensamientos."

Sin duda, la tecnociencia juega en esta situación un papel central. En relación con ella solemos ubicarnos en el mero lugar de usuarios. Lo único que queremos es aprender a operarla correctamente. Nos interesa aprender a hacer cosas con la tecnología. Y nos despreocupamos por completo de lo que ella hace con nosotros. ¿Cuál es la imagen de los demás que construimos al pasarlos por el tamiz tecnológico? Wajcman aporta una serie de ejemplos inquietantes. El sistema de cámaras que vigila el paso peatonal de la Ópera de París es exactamente el mismo que es montado en el desierto para grabar un documental acerca de una familia de suricatas. ¿Se trata de una humanización de las suricatas o de una animalización de los seres humanos? El muro de pantallas de vigilancia de una ciudad opera de modo análogo al de un tablero computarizado de automóviles. El autor sostiene: "Esto lleva a pensar que en la mente de estos expertos no hay diferencia de naturaleza entre el sistema de vigilancia de los seres humanos y el que asegura el control de una máquina. He aquí -remata con ironía- una noticia perfectamente tranquilizadora". La cámara nos ve como animales o como máquinas. También como "sospechosos"; como seres que están siempre intentando "ocultar algo". Vivimos en una civilización de la mirada en la que no queda lugar para las sombras, para lo íntimo.

El ojo absoluto es un libro arriesgado porque aborda temas que ya han sido vastamente trabajados por grandes intelectuales de nuestro tiempo. Wajcmanno desconoce los aportes de Sartre, Merleau-Ponty o Lacan a propósito de la mirada; ni los de Foucault o Deleuze en relación con la vigilancia y el control. Su gran mérito está en servirse de los conceptos creados por éstos y otros autores para conformar un potente aparato de análisis por el que hace desfilar los más variados aspectos de la actualidad..



URL:http://www.lanacion.com.ar/1462365-la-era-de-la-sospecha

FUENTE:Lanacion.com (Argentina)

“Ciudad Segura” usará cámaras y el sistema GPS


El Viceministerio de Seguridad Ciudadana, en coordinación con el Tribunal de Justicia de La Paz y otras instituciones, presentaron el plan de seguridad ciudadana “Ciudad Segura”, que prevé la utilización de tecnología de punta.





En este marco se efectuó un encuentro conjunto en el Colegio de Abogados para discutir la reforma al código penal y de procedimiento penal, el diseño de una base de datos interinstitucional y propuestas de prevención contra la violencia juvenil.



El plan contempla, en una segunda fase, la creación del portal Web, en el cual una persona podrá convertir su celular normal en un receptor del Sistema de Posicionamiento Global o GPS (por su sigla en inglés) sistema que se coordinará con los circuitos de cámaras en puntos estratégicos de las principales urbes del país, para brindar mayor seguridad a los ciudadanos.
El Diario

FUENTE:Radio FmBolivia

Detectaron a dos vigiladores de seguridad privada truchos
Los empleados que prestaban servicios en un comercio del macrocentro dijeron formar parte de una empresa que no está habilitada en la provincia. Uno es un policía pasado a disponibilidad y el otro había renunciado a la fuerza


En un procedimiento de rutina, el ministerio de Seguridad provincial detectó en Rosario a dos supuestos vigiladores privados que en realidad no estaban habilitados para ejercer ese rol y la empresa a la dijeron pertenecer no está inscripta en la provincia.

Los dos agentes truchos custodiaban un comercio en el microcentro cuando los inspectores solicitaron sus papeles. Uno de ellos no está inhabilitado para ser vigilador porque se trata de un policía que fue pasado a disponibilidad, y el otro, que invocó ser un efectivo, dejó la fuerza policial hace 36 años.  

La firma y sus empleados no están registrados en la Dirección Provincial de Autorizaciones, Registro y Control de Agencias Privadas de Vigilancia, Seguridad e Informaciones Particulares.

Los vigiladores sin habilitación dijeron pertenecer a la empresa Cops. No hay ninguna firma habilitada con ese nombre en Rosario. Sí existía Cop Seguridad en Santa Fe que en el registro provincial aparece como “cancelada”. Además, hay un “Cops” pero en Buenos Aires.

La inspección se realizó el sábado pasado. “Se hacen muchas inspecciones de este tipo que tiene el objetivo de disminuir la cantidad de gente que brinda un servicio y que en realidad no está habilitado”, dijo a Rosario3.com la titular del organismo Ana Viglione, quien pidió a quienes contraten ese tipo de servicio que verifiquen la leglaidad de la firma. Acción que se puede realizar desde la página web de la provincia.

El operativo estuvo a cargo de personal de la oficina de Registro y Control de Agencias Privadas de Vigilancia de la Unidad Regional II, dependiente de la Dirección Provincial de Autorizaciones, Registro y Control de Agencias Privadas de Vigilancia, Seguridad e Informaciones Particulares.

En el lugar se encontraron dos personas –A.J.M. y A.L.S.– quienes prestaban servicios de seguridad privada sin estar habilitados para tal tarea. El primero, a su vez, cuenta con un pase a disponibilidad en la Policía provincial desde marzo de 2010, lo que le impediría estar habilitado como vigilador. En tanto, A.L.S., quien era relevo del primero, alegó ser agente policial, lo cual no es verdad, ya que renunció a la mencionada fuerza en el año 1976.

La empresa, que prestaba servicios de seguridad de manera irregular, por no contar con la habilitación necesaria, estaría incurriendo en infracción al artículo 61 de la ley provincial 10.703 (Código de Faltas), referida a negocios no autorizados o prohibidos.

Los trámites de la causa fueron elevados a la Justicia, y están a su disposición.

FUENTE:Rosario3.com

El gobierno instaló cámaras de seguridad en la cárcel de Boulogne Sur Mer

El gobierno instaló cámaras de seguridad en la cárcel de Boulogne Sur Mer con la esperanza de disminuir fugas y peleas. Asegura que son aparatos protegidos contra acciones vandálicas. Las cámaras tienen una visión de 360 grados y la grabación dura 30 días.



El gobierno instaló cámaras de seguridad en la cárcel de Boulogne Sur Mer con la esperanza de disminuir fugas y peleas. Asegura que son aparatos protegidos contra acciones vandálicas. Las cámaras tienen una visión de 360 grados y la grabación dura 30 días.


El director del Servicio Penitenciario dijo que el objetivo es detectar a los protagonistas de los conflictos.


Sebastián Sarmiento dijo: “El complejo Boulogne Sur Mer hacía más de cinco años que no tenía un sistema de seguridad electrónica ni circuito cerrado de televisión, entonces nos parecía una meta urgente de cumplir, hoy pusimos en marcha un sistema, tendrá tres etapas, esta primera etapa con 16 cámaras la cual es un domo que permite una vigilancia activa de todos los sectoresimportantes y estratégicos de la cárcel de Boulogne Sur Mer.


“Por ejemplo ayer un hecho de algunos internos que se subieron arriban del techo y protagonizaron alguna revuelta, pudo ser detectado y prevenido y lo que posibilitó que ningún interno pudo enfrentarse con otro, no hubo heridos y hubo un acción rápida del servicio penitenciario que en 10 minutos resolvió el tema, es decir que demostró que es un sistema útil, rápido y que pone en claro la necesidad que tenía el complejo de Boulogne Sur Mer de contar con un sistema de circuito cerrado de televisión”.

FUENTE:JornadaOnline

Lanzan otro proyecto para regular la vigilancia privada
La diputada Alicia Gutiérrez presentó la iniciativa que busca darle un marco legal a las empresas del sector


La regulación de las agencias de seguridad privada volverá a ser discutida en la Legislatura provincial. Por tercera vez, la diputada Alicia Gutiérrez (Partido Solidaridad e Igualdad) presentó un proyecto de regulación de los servicios de seguridad y vigilancia privada que determinará las condiciones y alcances que las empresas deben cumplir para ser habilitadas, registradas, fiscalizadas y eventualmente sancionadas. Según informó la legisladora, en Santa Fe existen 232 agencias de seguridad privada, la mayoría ubicadas en la ciudad de Rosario. Vista la magnitud que alcanza la problemática, Gutiérrez consideró que es un tema de “interés, que debe estar legislado tanto para el control de la empresa como para la sanción”. En este mismo marco, hace poco menos de un mes, el concejal por el Partido Progreso Social, Héctor Cavallero, presentó en el Palacio Vasallo un proyecto de ordenanza de la misma índole.

En Santa Fe existen 232 agencias de seguridad privada que cuentan con más de 9 mil efectivos, de los cuales sólo 500 portan armas. En todas esas listas, Rosario está a la cabeza. En plan de regulación, ya existen tres proyectos con el sentido de ordenar la actividad: uno es del Poder Ejecutivo provincial, otro de Cavallero y el mencionado de la diputada Gutiérrez.

“Es un tema de interés que no tiene que tratarse sólo a través de resoluciones ministeriales, sino que necesita tener una legislación que lo respalde”, explicó Gutiérrez. “Hay demanda de seguridad en todos los sectores de la sociedad; demanda que tiene que ser regulada por el Estado”, consideró.

El proyecto de ley que tiene por objeto regular la prestación de servicios de seguridad privada, vigilancias, serenos, custodias y seguridad de personas o bienes por parte de personas físicas y jurídicas privadas dentro del territorio de la provincia. Las actividades de las personas físicas y jurídicas prestadoras de servicios de seguridad privada que se desarrollen en el ámbito de la provincia serán subordinadas a las que realiza el Estado provincial y sujetas a las políticas que se fijen con el objeto de resguardar la seguridad pública.

En ese sentido, el proyecto presentado por la diputada del Frente Progresista contempla los siguientes puntos: regulación sobre los prestadores, personas físicas y jurídicas, requisitos para las personas a habilitar, certificaciones, estudios secundarios, cursos; no tener inhibiciones, condenas, ni ser personal activo en las Fuerzas Armadas, de seguridad, policiales, organismos de inteligencia, servicio penitenciario; seguros; solvencia patrimonial empresaria; figura de un director técnico profesional; capacitación del personal; utilización de armas de fuego; defensa personal e institutos de formación. “Espero que este año se visualice la jerarquía del vacío legal imperante y la decisión de implementar una norma en este aspecto, que ha de beneficiar a los usuarios de estos servicios”, agregó la diputada.

El proyecto de Cavallero
Por otro lado, en las últimas semanas, el concejal Cavallero presentó un proyecto de ordenanza que está en la misma sintonía. Según reza el documento, el Departamento Ejecutivo municipal arbitrará las medidas necesarias con el fin de ejercer control sobre el funcionamiento de todas las empresas que prestan servicios de seguridad privada en Rosario y el personal afectado a las mismas.

Según el texto del edil del Partido del Progreso Social, las empresas de seguridad privada deberán estar inscriptas y habilitadas por el Registro Único de Información, regulado por el Ministerio de Seguridad de la provincia de Santa Fe, y por la Subsecretaría de Prevención y Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Rosario. En todos los casos, la empresa debe identificar su razón social, domicilio, teléfono, correo electrónico institucional y página web, además de todos los datos fiscales y demás requisitos exigidos por las dependencias municipales, provinciales y nacionales y la autorización municipal expedida por la Subsecretaría.

Además, según la idea de Cavallero, cada vigilante en servicio deberá poseer una credencial habilitante y otorgada por la empresa con conformidad del Ejecutivo municipal, el cual deberán llevar permanentemente para identificarse ante autoridades y cualquier ciudadano. Asimismo, los prestadores de servicios deberán hacerlo bajo la normativa laboral vigente que genere una efectiva relación de dependencia entre el contratante y el contratado.

Cavallero viene cuestionando la falta de regulación de esta actividad, sobre todo después del asalto que sufrió, en febrero pasado, la concejala María Eugenia Schmuck en su domicilio particular del barrio de Fisherton. En la oportunidad, Cavallero le apuntó directamente a la presencia de supuestos vigiladores que recorren el barrio y a la instalación de garitas sin ningún tipo de identificación.

FUENTE:ON24