La inseguridad en el polígono industrial de Santa Pola se ha convertido en una realidad muy habitual para muchos de los trabajadores de la zona que viven en alerta ante los robos que se producen de manera asidua en algunas naves. 
Por ello, para tratar de evitar estas actuaciones ilegales, desde el Ayuntamiento y la asociación de empresarios del polígono industrial han decidido actuar al respecto e instalar un sistema de cámaras de videovigilancia.
Para muchos propietarios de los locales esta sensación ya viene de lejos, desde que se abrió este espacio industrial no han dejado de sufrir hurtos, sobre todo los sábados y domingos. Sin embargo, para otros locales, entre los que se encuentra el Ecoparque, los robos de chatarra y de cobre se han visto incrementados en los últimos meses. "Los fines de semana se incrementa la vigilancia policial en la zona porque se ha encontrado en varias ocasiones a personas ajenas al polígono entrando y saltando vallas", explica Antonio García, edil de Seguridad. De hecho, la pasada semana la Policía Local detuvo por segunda vez a un hombre que había robado chatarra en el Ecoparque. "Ha habido fines de semana que han llegado a vaciar hasta medio contenedor de chatarra con una o dos toneladas de peso", apunta Javier Baile, concejal del Ecoparque.
De esta forma, con el objetivo de reducir estos percances, algunos propietarios han instalado sus propias cámaras en las inmediaciones de sus establecimientos. No obstante, para reforzar la seguridad en la zona, se está ultimando la instalación de un sistema de videovigilancia más complejo, gracias a un convenio que ha firmado el Consistorio santapolero y la asociación de empresarios del polígono industrial. "Se trata de un circuito cerrado de cámaras que grabarán las inmediaciones y la entrada de las fábricas, pero que también alertarán de la presencia de ladrones", explica Emilio Varela, presidente de la asociación de empresarios del polígono industrial. Esta iniciativa, que terminará de instalarse en unas semanas, integrará, además, una pantalla en las dependencias de la policía local. "No podemos parar los robos, pero ésta es una forma de evitarlos", añade Emilio Varela. 
Así, alrededor de sesenta cámaras se encargarán en breve de ser los ojos de la vigilancia y la alerta en esta zona industrial.

"Entraron a mi bar, lo destrozaron y le dieron una paliza a mi perro"
Los bares y restaurantes de la zona industrial son unas de las paradas fijas para aquellos que eligen el polígono de Santa Pola para robar. Es el caso del local regentado por Natividad Fernández, en el que, según afirma, han entrado varias veces al año desde que se abrió en 2004. La última vez fue hace tres semanas. "Entraron a mi bar, lo destrozaron todo y encima le dieron una paliza a mi pobre perro", explica la propietaria. Según la mujer, los ladrones pudieron llevarse alrededor de 3.000 euros. "Nos duele más el daño que le han hecho al animal y los estropicios que han causado que el dinero", comenta Natividad. Y es que toda vigilancia se ha convertido en poca para este local. "Las cámaras ya ni sirven para nada, se las llevan también para luego venderlas", explica la mujer. Desde la asociación de empresarios del polígono industrial, su presidente, Emilio Varela, apunta que aunque se han reducido los robos con respecto a otros años, los ladrones tienen una ruta fija. Para los afectados, como Natividad Fernández, y otros propietarios, es necesario poner más medidas de seguridad y evitar estos altercados.

FUENTE: www.diarioinformacion.com