La Policía Nacional de Pontevedra trata de localizar a las dos personas que atracaron ayer la sucursal de Novacaixagalicia de la avenida de Vigo. Los ladrones, que iban armados, consiguieron hacerse con un botín que rondaría los 22.000 euros.

Ocurrió sobre las ocho de la mañana, momento en el que un empleado de la entidad, un cajero, se disponía a abrir la puerta del establecimiento. Fue abordado entonces por dos individuos que ocultaban su identidad con pelucas y una barba postiza, uno de ellos, y un bigote falso, el otro.

Los delincuentes encañonaron al pontevedrés y lo obligaron a franquearle la puerta de la entidad bancaria, así como lo amenazaron para que desconectase el sistema de alarma. «No emplearon la violencia física», precisó una portavoz policial horas después del asalto.

Tras consumar el robo, los atracadores abandonaron la sucursal. En principio, se desconoce si lo hicieron a pie o a bordo de un coche, posibilidad más probable, según fuentes próximas a la investigación.

A este respecto, al cierre de esta edición, los agentes encargados del caso trataban de determinar si en el asalto tomaron parte terceras personas que pudieran haber aguardado en el exterior del establecimiento a que sus cómplices consumaran el atraco.

En todo caso, nada más tener constancia de lo ocurrido -fue sobre las ocho y cuarto de la mañana cuando la central de alarmas informó a la comisaría-, la Policía Nacional aplicó el protocolo previsto para este tipo de sucesos. Así, además de desplazar agentes de la brigada científica y de policía judicial a la entidad, se habilitaron controles en las salidas de Pontevedra.

A los integrantes de estos dispositivos no solo se les facilitó una descripción de los sospechosos, sino que también, al parecer, se les habría distribuido algún fotograma de los captados por el sistema de videovigilancia de la sucursal. En cualquier caso, todo apunta a que los delincuentes consiguieron evitar el cerco policial y abandonaron la capital provincial.

A este respecto, desde la policía se asumió que la zona donde se produjo el atraco tiene numerosas vías de escape dada la proximidad del nudo de O Pino. De este modo, los ladrones podrían haber tomado la carretera nacional que va a Vigo, el enlace con la autopista AP-9 y la autovía de Marín o, incluso, la carretera que se dirige a Ourense. «Tienen fácil la salida de la ciudad», reconoció la portavoz de comisaría ante los micrófonos de Radio Voz Pontevedra.

Uno de los aspectos que se investigan es la antelación con la que fue preparado el golpe. Así, hay quien cree que tanto la entidad como el empleado pudieron ser vigilados días antes.  

Arma real o simulada

Otra de las cuestiones que tratan de dilucidar los investigadores de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta es si el arma que esgrimieron los atracadores era real o, si por el contrario, era simulada.

Es por ello que la policía esperaba que la declaración de la víctima en sede policial, junto con el visionado de las imágenes de la videovigilancia, ayudasen a esclarecer este extremo, así como que contribuyese a identificar a los delincuentes.

Los ladrones son de complexión normal, con una estatura de entre 1,75 y 1,85 metros y, en principio, de origen nacional.

FUENTE: www.lavozdegalicia.es