La videovigilancia también está en auge en comercios y entre particulares.

“Como por desgracia cada vez hay más robos, las cámaras están en auge”, señala Eduardo Denia, gerente de la empresa alcalaína ASP System, distribuidora de equipos de videovigilancia. Por el efecto disuasorio que causan entre los que tienen intención de robar, por tener su tienda conectada las veinticuatro horas del día a una central de alarmas o por el beneficio económico que suponen a la hora de contratar un seguro; también son cada vez más las empresas y comercios que se apuntan a instalar cámaras: desde talleres que quieren vigilar los vehículos de clientes que pasan la noche en el exterior, hasta fruterías o bazares orientales. Sin dejar de lado a los particulares que vigilan desde la distancia su propia vivienda.

 

“Tenemos clientes de todo tipo, igual que tenemos cámaras de todos los precios. Desde por ejemplo empresas que instalan cámaras de gran alcance con infrarrojos, hasta pequeños comercios que instalan una webcam en el ordenador”, dice Denia. Algunas empresas apuestan por la tecnología por lo valioso de la mercancía que almacenan. Otras, como los bazares orientales, por la cantidad de productos que se agolpan en sus pasillos y que pueden ser hurtados. “Las hemos instalado hasta en fruterías que sacan mercancía a la calle. O en talleres que quieren vigilar por la noche los coches de los clientes que están aparcados en el exterior”, cuenta el gerente de ASP System.

 

La óptica Visión Camarillo, en la avenida de Lope de Figueroa, se apuntó a la tecnología hace un años, cuando reformaron su local. “Está conectada por la noche a una central de alarmas, y si alguna cámara salta, porque haya movimiento, desde allí pueden ver si simplemente es porque alguien ha golpeado desde fuera un cristal o si es porque están robando”, explica Roberto Camarillo, gerente de la óptica. También, puede, por ejemplo, ver a través de internet lo que ocurre en el interior de su tienda cuando él está fuera por vacaciones.


 

No son las únicas ventajas que encuentran comerciantes y empresarios en las cámaras de videovigilancia. “Pensamos en ponerlas porque es un elemento más de seguridad, y también porque a las compañías de seguros les gustan bastante, son más condescendientes a la hora de poner precio al seguro. Y el cartel que indica que tienes cámaras siempre intimida un poco al que tiene intención de robar”, señala Antonio Cabello, dueño de la papelería y librería Grafiletra.   

TAMBIÉN EN CASA. Entre los particulares, en sus propias viviendas, también hay quien se plantea grabar imágenes de su propio domicilio para poder verlas desde la distancia, indica Denia. “A nivel particular, también hay gente que las instala dentro de su domicilio. Por ejemplo, gente que tiene en casa personal de limpieza que creen que les podrían estar robando, y que consultan las imágenes a través de internet".

 

FUENTE: www.diariodealcala.es