Los asaltos tienen dos objetivos principales: las tarjetas de carburante y la mercancía transportada | Videovigilancia para combatir los hurtos

Entre 8.000 y 10.000 camiones circulan diariamente por el municipio fronterizo de La Jonquera. En una de las gasolineras, Pedro Manzano, un camionero veterano, que hace días salió de Madrid con destino a Lyon, ha parado para repostar. Aunque está convencido de que la mercancía que lleva –válvulas de montaje para maquinaria industrial– no interesará a los ladrones, cuando baja del vehículo, aunque sea por un momento, no lo piensa dos veces y lleva consigo todas las pertenencias de valor. Está escarmentado. A él nunca le han robado pero el camión tiene una decena de cortes en la lona que los asaltantes han hecho para comprobar si les interesaba lo que transportaba. "Por suerte, hasta ahora no se han llevado nada", explica.

Según los Mossos d'Esquadra, los aparcamientos del municipio, las áreas de servicio y de descanso en este tramo de la autopista AP-7 son los escenarios donde ocurren habitualmente estos asaltos que, según fuentes policiales, han disminuido un 11% en primer semestre de este año en relación al mismo periodo del año pasado. La presión policial ha asustado a los ladrones, que han trasladado su actividad delictiva –La Jonquera representa el 45% del total de este tipo de robos– a otros municipios vecinos como Garrigàs y Pontós. Las aglomeraciones de camiones, sobre todo los fines de semana, son importantes en estas poblaciones, teniendo en cuenta que Francia restringe el paso de estos vehículos los sábados y domingos.

Los asaltantes son de distintas procedencias: albanokosovares, serbios o magrebíes, de entre 25 y 45 años, y se organizan en bandas de entre tres y cuatro miembros. Los hay que fuerzan la cabina del camión para sustraer la tarjeta de carburante y todo lo que encuentran en el interior como móviles, gafas de sol o dispositivos GPS, que luego son vendidos en el mercado negro.

Acostumbran a actuar de día. De noche, en cambio, los teloneros hacen primero un pequeño agujero o un corte en la lona y si la mercancía les interesa después fuerzan la puerta posterior del vehículo para sustraerla, sobre todo si se trata de productos de perfumería, cosmética o electrónica. El material es cargado en un vehículo alquilado o bien robado en alguna población del área metropolitana de Barcelona, principalmente en l'Hospitalet de Llobregat, según señalan fuentes de la misma policía catalana.

El inspector de la comisaría de Figueres, Alfons Sánchez, subraya que para eliminar de raíz esta problemática, además del patrullaje y la prevención que hacen los agentes a todas horas –que en varias ocasiones ha permitido cazar a los ladrones in fraganti– es importante la colaboración de los propietarios de los aparcamientos, a quienes insta a adoptar medidas de control como colocar cámaras de videovigilancia, vallar los espacios de estacionamiento, iluminar la zona y poner vigilancia privada.

En el área de la Tortuga de La Jonquera han instalado 16 cámaras repartidas entre el exterior y el interior del recinto. El encargado, Paco Camacho, dice que desde entonces el número de robos ha disminuido de forma significativa. En La Jonquera hay trece aparcamientos para camiones y los asaltos se acumulan en los tres que no tienen medidas de seguridad. El inspector subraya que la videovigilancia ayuda a prevenir este tipo de delitos. Además, insiste a los empresarios de las gasolineras, con quienes ya se ha reunido, de la necesidad de extremar la atención con el uso fraudulento de las tarjetas de carburante. “Es necesario verificar que la tarjeta corresponde a la compañía de transportes y al camión”, detalla el inspector, quien precisa que en otras ocasiones es el mismo conductor quien, para subvencionarse el viaje, simula que le han robado la tarjeta, que es utilizada después por otros camioneros. “Este problema se da cada vez más a causa del incremento del precio del gasóleo y de la de crisis”, apunta Sánchez.

Los Mossos d’Esquadra y la asociación formada por empresas del transporte público, de mercancías y viajeros de Girona (Asetrans) se han puesto manos a la obra para acabar con estos robos. El secretario general, Carlos Palacio, destaca que son “muy preocupantes”. Además de reunirse periódicamente con los agentes, la entidad informa a sus asociados de los canales que tienen para interponer denuncias, sobre todo en los robos de gasóleo, que son los que no se denuncian. Palacio también pide a las administraciones la creación de aparcamientos vigilados o de áreas de servicio específicas para camioneros, con vigilancia y servicios incluidos, como la recién estrenada en el Montseny en la AP-7.

El Ayuntamiento de La Jonquera tiene previsto habilitar un nuevo aparcamiento cerrado para camiones cerca de la aduana. Pero, según la alcaldesa, Sònia Martínez, las condiciones se han de revisar porque el concurso de explotación quedó desierto.

 

FUENTE: ww.lavanguardia.com