MOSSOS D’ESQUADRA PREGUNTAN POR SU IDEOLOGÍA A LOS TRANSEÚNTES

'Gran Hermano' en Barcelona: cámaras indetectables vigilan los puntos calientes

Barcelona es un Gran Hermano aunque los ciudadanos no lo sepan. Al menos media docena de cámaras de videovigilancia escudriñan desde hace años los puntos calientes de la ciudad. Son cámaras instaladas con motivo de los Juegos Olímpicos del 92 pero que luego han seguido funcionando, según confirmaron a El Confidencial varias fuentes consultadas. A ellas habría que sumar una veintena de cámaras en distritos (en El Raval, por ejemplo, se han instalado para prevenir la delincuencia) y las de los comercios, especialmente las de los cajeros de los bancos. En definitiva: un gran porcentaje del espacio público de la ciudad está cubierto por estos ojos, que por su ubicación se convierten en casi invisibles para cualquier peatón o conductor.

La información que puedan aportar estas cámaras puede ser muy importante -debido a las áreas que cubren- para prevenir o identificar a alborotadores que pretendan reventar la cumbre del Banco Central Europeo (BCE) que se celebra en la capital catalana desde hoy hasta el 4 de mayo.

A este despliegue de tecnología hay que añadirle minicursillos acelerados impartidos durante la última semana a agentes de los Mossos d’Esquadra para que realicen durante estos días labores de información. “La mayoría son gente que proviene de seguridad ciudadana. Se intentó buscar a gente con un mínimo de conocimientos en materia de orden público y movimientos ciudadanos. Así, se les releva de llevar uniforme y pasarán a realizar tareas de inteligencia vestidos de paisano”, señalan a El Confidencial fuentes solventes. Además, se han eliminado tres patrullas diarias (una por turno) del resto de las comarcas para desplazar los efectivos a la capital durante esta semana.

Durante estos días, los Mossos también establecieron controles en diferentes puntos de la ciudad para identificar a sospechosos. El domingo, por ejemplo, establecieron uno de los controles en las inmediaciones de la estación de Sants e identificaron a varias docenas de personas. Una de sus prioridades era conocer si los identificados tenían alguna relación con el centro de okupas Can Vives, ubicado en el barrio de Sant y uno de los más activos de la ciudad. Ayer se volvieron a establecer controles similares en el mismo lugar, en la Zona Franca, en el Forat de la Vergonya (casco antiguo) y en Poble Sec, en la falda de Montjuïc.

Las preguntas de los policías a los identificados han provocado recelos en círculos cercanos a los antisistema e incluso han levantado dudas en medios de la propia Policía autonómica, ya que se preguntaba por la ideología del ciudadano. Incluso fuentes de la propia Policía Autonómica consultadas por este diario pusieron en duda la legalidad de este tipo de interrogatorios.

Queja a Interior

La Unión Sindical de la Policía Autónoma Catalana (Uspac) presentó ayer una queja ante la consejería de Interior porque los agentes se sienten “coaccionados por sus superiores” para incrementar las identificaciones y hacer subir las estadísticas. ”Le transmitimos el redactado del artículo 20.1 de la ley 1/1992 y le hacemos patente que no se puede identificar a nadie en las vías públicas si no hay una motivación concreta y ajustada a derecho”, dice el sindicato en una carta enviada al consejero de Interior, Felip Puig. Este artículo detalla que se puede requerir la identificación de una persona “siempre que el conocimiento de la identidad de las personas requeridas sea necesario para el ejercicio de las funciones de protección de la seguridad”.
El blindaje de Barcelona durante esta semana abarca tres grandes áreas: la vigilancia de espacios públicos; el control de elementos antisistema que se puedan desplazar a Barcelona desde otros puntos de Europa; y el control de las organizaciones de la ciudad, con los actos de protesta que preparan para estos días.

Mientras que el espacio público está vigilado tanto por cámaras como por agentes, el control de antisistemas desplazados se ha intentado llevar a cabo con la supresión del Espacio Schengen -o sea, con el restablecimiento de los controles fronterizos- desde el 28 de abril hasta el 4 de mayo. Según datos del Ministerio del Interior, casi 1.000 agentes han participado en el control de las fronteras con Francia y de los aeropuertos de Barcelona y Gerona desde el pasado sábado. El balance, traducido a números, fue de más de 126.000 personas identificadas, 10 detenciones por reclamaciones judiciales y 18 denegaciones de entrada en España.

La Red, sin embargo, está que arde. Los movimientos antisistema han mantenido una intensa correspondencia e intercambio de avisos durante los últimos días. “Es posible ke intenten rodear las manifestaciones del 1 y el 3 de mayo con cordones por los lados. Kualquiera ke haya estado en Atenas o Berlín sabrá de lo que hablo. Algo parecido a la famosa mani del kubotán de hace unos años. También seguirán con la política de detenciones arbitrarias al finalizar las manifestaciones”, advierte por Internet un activista a la comunidad antisistema de Barcelona.

La manifestación a la que se refiere el correo tuvo lugar en mayo del 2007, cuando los Mossos d’Esquadra cargaron contra unos manifestantes e hicieron servir una especie de punzón llamado kubotán, luego prohibido por el entonces consejero de Interior, Joan Saura. Resultaron heridas por estas armas una quincena de personas, pero el tema provocó un intenso debate social sobre las medidas antidisturbios que empleaba la Policía Autonómica catalana.

FUENTE:El Confidencial