PSC, ICV-EUiA y UxB rechazan instalar más cámaras de vigilancia en Barcelona
"Parece que se incentive que haya protestas", ha señalado el nuevo líder socialista, Jordi Martí


Los tres grupos municipales de izquierdas de la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona, PSC, ICV-EUiA y UxP, han coincidido en rechazar que se instalen cámaras de videovigilancia en las calles de Barcelona donde se convocan la mayoría de concentraciones públicas.

El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, y el conseller de Interior, Felip Puig, anunciaron este lunes que se estudiará instalar más videocámaras y que se modificarán itinerarios de manifestaciones para mejorar la seguridad y prevenir el vandalismo, tras la reunión extraordinaria de la Junta de Seguridad Local para analizar los incidentes registrados el 29M, con motivo de la huelga general.

Este martes, en rueda de prensa, el presidente del grupo municipal del PSC, Jordi Martí, ha rechazado ambas iniciativas y ha hecho responsable al conseller Puig de una falta de previsión en la confección del dispositivo de seguridad del 29M. Martí ha acusado al conseller de improvisar en el diseño de dispositivos de seguridad y en sus manifestaciones y le ha reclamado prudencia.

"Parece que se incentive que haya protestas", ha señalado el líder socialista en referencia a los comentarios de Felip Puig sobre la cumbre del Banco Central Europeo, que se celebrará en Barcelona a primeros de mayo.
En declaraciones a la prensa, el líder del grupo municipal ecosocialista, Ricard Gomà, ha señalado que ningún estudio ha justificado la utilidad técnica de la videovigilancia de manera indiscriminada en ninguna ciudad para combatir la violencia callejera. En su opinión, con la instalación de cámaras lo que se pretende es "generar un imaginario de sospecha" que permita continuar con el recorte de los derechos sociales con un endurecimiento de los instrumentos para reprimir la respuesta.

Gomà ha calificado también de "injustificable desde el punto de vista del estado de derecho" la modificación de los itinerarios de las manifestaciones porque supone un nuevo recorte de los derechos civiles y un endurecimiento de los instrumentos para reprimir la respuesta a los recortes de los derechos sociales.

También en respuesta a las preguntas de los medios, el republicano Jordi Portabella ha manifestado su oposición tanto al "uso masivo" de videocámaras de seguridad como a que se utilicen "para eventos concretos", como las manifestaciones. Portabella ha criticado que "se reduzcan las personas y se incrementen las videocámaras", cuando está demostrado que resultan muy caras y son menos eficaces que los efectivos policiales.

FUENTE:La Vanguardia