La Autoritat Catalana de Protecció de Dades ha archivado las actuaciones de información previa número 149/2013 relativas alAyuntamiento de L'Hospitalet, a raíz de la denuncia de unparticular sobre la instalación de varias cámaras de videovigilancia que podrían captar imágenes de personas en la vía pública.

La resolución recoge que el Ayuntamiento ha acreditado disponer de la preceptiva autorización para su instalación con fines de seguridad pública.

El teniente de alcalde de Seguridad, Convivencia y Civismo, Alfons Bonals, ha hecho un balance muy positivo de estos dispositivos ya que tienen "una función disuasoria y velan por la seguridad, la convivencia y el civismo”.

Bonals ha recordado que el sistema de videovigilancia de la ciudad "ha seguido en todo momento el proceso legal existente en Catalunya, es decir la autorización de la Dirección General de Administración de Seguridad de la Generalitat, previo informe favorable de la Comisión de control de Dispositivos de Videovigilancia, por lo que se garantiza en todo momento el derecho a la privacidad, la intimidad y la imagen de los ciudadanos".

37 cámaras distribuidas en diez puntos

Un total de diez puntos de la ciudad disponen de treinta y siete cámaras de videovigilancia para reforzar la seguridad ciudadana en la calle.

Las cámaras se han instalado de acuerdo con las entidades vecinales en zonas de difícil acceso o con una importante concentración comercial y de ocio.

Las primeras cámaras de video vigilancia, cinco en concreto, se instalaron en 2010 en los alrededores de la calle de Femades y la avenida del Carrilet.

La primavera pasada finalizó la instalación de 32 cámaras más en nueve puntos de la ciudad: la zona de la rambla de Just Oliveras y la plaza de Lluís Companys; los alrededores del metro de Collblanc; la plaza Espanyola; los alrededores del parque de la Torrassa; el entorno del metro de Santa Eulàlia y la calle de Pareto; la zona de los Blocs de la Florida; el entorno de la avenida de Severo Ochoa; los alrededores del mercado dels Ocellets y la plaza de la Llibertat.

Fuente: El Periódico de Catalunya