El Ayuntamiento de Noja instaló ayer, jueves, un sistema de videovigilancia que barre todas las instalaciones consistoriales, incluidas las dependencias de la Policía Local, donde se han colocado al menos media docena de cámaras que graban todos los movimientos que realizan los agentes. Esta medida, que se observa como un claro gesto de desconfianza del Consistorio con los encargados de garantizar la seguridad de la villa, se toma cuatro días después de que el concejal de Seguridad Ciudadana, Manuel Alonso, denunciara ante la Guardia Civil el hallazgo en uno de los equipos informáticos de la Policía Local de dos grabaciones con conversaciones en las que se puede escuchar al alcalde, Jesús Díaz, al propio edil y a dos agentes de esta fuerza policial.
Según reconoció ayer Alonso, la instalación de un sistema de videovigilancia entraba dentro de los planes futuros del Ayuntamiento, que, a la vista de las circunstancias, ha decidido precipitar su colocación y puesta en marcha.
«Los trabajadores se sienten ciertamente incómodos con esta situación», admitió el edil en alusión a la convulsa semana que ha vivido el Consistorio.
«Aparecen unas grabaciones con conversaciones privadas entre el alcalde, un concejal y dos agentes de Policía... luego se filtran a la prensa... Como comprenderá, esta es una medida que teníamos que tomar». De hecho, «estaba tomada». Lo único que el hallazgo de las grabaciones ha provocado ha sido que el proceso «se haya acelerado», confesó el concejal de Seguridad Ciudadana, que aclaró que la instalación de las cámaras no afecta exclusivamente al departamento policial. También al resto de las dependencias del Ayuntamiento.
«Aquí hay mucha documentación 'al aire libre'», precisa Alonso, cuyo despacho, que está ubicado en la primera planta del Consistorio, es una 'pecera' transparente a la que cualquiera que pase por allí puede asomarse y ver los contenidos de cuantos documentos se acumulan sobre su mesa principal. «Tenemos expedientes que valen mucho dinero», insiste el edil, que, con todo, no oculta que la instalación de las cámaras tiene que ver con la aparición de las grabaciones este lunes pasado.
No es, por supuesto, la única medida que el Ayuntamiento ha tomado tras conocer este acto de espionaje interno. El mismo lunes, el alcalde, Jesús Díaz, ordenó la apertura de un expediente interno que ayude a esclarecer lo sucedido y dar con los autores de las grabaciones. El martes, el regidor mandó cambiar las cerraduras de las puertas de los despachos donde se guarda material susceptible de ser controlado. Y el miércoles, anteayer, el alcalde reunió a todo el personal del Ayuntamiento para ponerle al corriente de la situación.
Fuente:eldiariomontanes