Fumata blanca de la Dirección General de Cultura y Patrimonio a la colocación de un total de 43 cámaras de vigilancia en el entorno de siete monumentos y museos municipales en Valencia. La Generalitat ha autorizado el último trámite de un proceso iniciado a mediados de enero de 2018, por lo que la redacción del proyecto y su autorización ha necesitado 15 meses.
El pasado 13 de febrero llegó a la Conselleria de Cultura el último modificado del proyecto del Consistorio, referente a detalles sobre los soportes elegidos alrededor de los inmuebles declarados Bien de Interés Cultural y que contarán con videovigilancia para frenar el vandalismo creciente, sobre todo con pintadas.
El presupuesto de licitación previsto es de 508.000 euros y los dispositivos estarán situados de tal manera que no afecten a la contemplación de los monumentos protegidos. En algunos lugares se aprovechará la presencia de semáforos o farolas para evitar la instalación de columnas. El proyecto plantea la instalación de ocho cámaras en la Lonja y otras tantas el Almudín. Seis más en las torres de Serranos y el mismo número en las de Quart y las Atarazanas. Cinco se han previsto en el Museo de la Ciudad y otras cuatro en el Palacio de Cervellón. «Técnicos de la conselleria y del Ayuntamiento han analizado cada uno de los monumentos en los que se ha solicitado instalar cámaras de vigilancia y han dado una respuesta personalizada. No hay una instrucción general sino que para cada monumento se adopta una solución distinta», indicaron fuentes cercanas a la dirección general.
Estos meses se ha buscado «ubicar las cámaras en los postes de alumbrado o en elementos urbanos y sólo de forma excepcional se ha autorizado que la ubicación se realice sobre el monumento», precisaron las mismas fuentes.
El gobierno municipal se decidió por la instalación de cámaras de vigilancia tras agravarse los actos de vandalismo en todo tipo de monumentos. Asociaciones como Círculo por la Defensa del Patrimonio intentan desde hace años el refuerzo de la seguridad y el incremento de las sanciones por estas agresiones.
Uno de los lugares más señalados por su singularidad ha sido la Lonja, el único edificio declarado Patrimonio de la Humanidad y que ha amanecido en ocasiones con pintadas en sus fachadas, así como basura por el botellón generado en el entorno. No en vano, es el único inmueble de este tipo que cuenta con vigilancia 24 horas.
En estas Fallas, las imágenes de gente orinando en sus paredes han dado la vuelta al mundo por las redes sociales. El vandalismo ha llegado a todo tipo de extremos, como la rotura de la estatua situada en la parte superior de la fuente de la plaza San Luis Bertrán, junto al Almudín. Este lugar será uno de los que cuenten con videovigilancia.
La escultura es una réplica, dado que no es la primera vez que sufre un acto de vandalismo. La concejala de Patrimonio Cultural, Glòria Tello, señaló que la pieza está en proceso de reparación tras su hallazgo, para precisar que se ha presentado una denuncia por estos hechos. El granero de la ciudad medieval estará rodeado por ocho cámaras.
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Fuente: Lasprovincias