La delegada municipal de Promoción Empresarial, Esther Molina, subrayó que el proyecto ya ha sido revisado por los técnicos municipales y enviado a la Subdelegación para que recabe los informes preceptivos que acompañarán la solicitud de la autorización. Policía Nacional y Abogacía del Estado son dos de las entidades que tendrán que avalar este proyecto, que será estudiado en la Comisión de Garantías de la Videovigilancia del TSJA, que tiene un mes para responder la solicitud desde el momento en que la recibe. No obstante, será la Delegación del Gobierno en Andalucía la que emita la resolución final.
Molina considera que la instalación de las 105 cámaras previstas en el proyecto, para controlar los trece polígonos de la ciudad, está más que justificada por el índice de criminalidad y el hecho de no ser una zona habitada.
La delegada municipal de Promoción Empresarial recordó que la actividad en estos espacios está condicionada por el horario comercial y fuera de éste «las calles están prácticamente desiertas porque no hay población residiendo allí».
Este elemento influye mucho en el alto índice de criminalidad de estos espacios, en especial contra el mobiliario urbano: «Aunque se producen robos en las naves, lo más habitual es el robo de alcantarillas y cables para vender el material», apuntó Molina. Además, la fuerte presencia de la prostitución también tiene una incidencia en la inseguridad de estas calles.
Esther Molina explicó que este sistema de vigilancia es una vieja reivindicación de los empresarios con empresas en los polígonos, por los habituales problemas de inseguridad que padecen. En este sentido, aseguró que el Ayuntamiento sacará a concurso la ejecución del proyecto «en cuanto recibamos la autorización».
La inversión prevista ronda los 1,65 millones de euros y contempla la instalación de 105 cámaras en todos los polígonos, para controlar 12,5 millones de metros cuadrados de espacio con 6.000 empresas instaladas. El centro de control estaría en el polígono Guadalhorce y quedaría a cargo de la Policía Nacional, tal y como prescribe el reglamento.
Las cámaras tendrían unas características parecidas a las que ya están funcionando en el Centro Histórico, con un diseño antivandálico y visión nocturna, ya que durante la noche y los fines de semana es cuando se producen más problemas. El área de barrido de las cámaras rondará los 300 metros de radio y tendrán la posibilidad de reconocer matrículas.