Avisados por unos vecinos que veían como se emitía una sospechosa luz azul intermitente desde una caja eléctrica en el aparcamiento de la barriada de Estiradors, miembros del Col·lectiu Albaïna se acercaron para estudiar el caso. La sospechosa caja eléctrica, fijada en la fachada de una vivienda, sin aparentes conexiones eléctricas y delante de una máquina de ORA, conducía a la presencia más que probable de un cámara oculta.
Se desconoce al propietario del aparato, puesto que los propietarios del inmueble en el que se encuentra fijada la cámara aseguran que desconocen el origen y quien la haya podido colocar, y además no cumple las exigencias básicas que regula la Agencia Española de Protección de Datos para la instalación de un aparato de estas características.
La Instrucción 1/2006 de la AEPD marca, como primera exigencia básica, la obligatoriedad de colocar en zonas videovigiladas el distintivo informativo, según modelo oficial, ubicado en un lugar suficientemente visible, tanto en espacios abiertos como cerrados y la obligatoriedad de tener a disposición de los interesados impresos en los que se detalle la información sobre el fichero y su finalidad.
Esta mañana se ha procedido a la comprobación de que era una cámara de videovigilancia oculta y se ha podido observar como el aparato se encuentra conectado a la red de alumbrado público, además de estar conectada al que parece un módem, el cual estaría retransmitiendo las imágenes a un monitor desconocido.
Ante la posibilidad de que se esté cometiendo un delito de violación del derecho a la intimidad, se está tramitando una denuncia en los Juzgados de Palma para que investiguen el caso, dejando como prueba la cámara y el módem.
De este modo, durante el desarrollo de la rueda de prensa se ha procedido a la retirada de la cámara y del módem, el cual traía adjunto una tarjeta de memoria de 2G.
Pasados pocos minutos de la retirada de la cámara han llegado a la zona varios agentes de la Policía Local, junto con el gerente de la empresa pública Sóller 2010. Los agentes de la policía han identificado a todos los presentes, incluidos los periodistas asistentes a la rueda de prensa. Por parte de los agentes se ha propuesto a los miembros de Col·lectiu Albaïna presentes la entrega de la cámara y el módem a la Policía Local. Finalmente, debido a la dependencia del cuerpo de la corporación local, se ha optado por entregar el aparato a los Juzgados de Palma, junto con su respectiva denuncia.
Desde el Col·lectiu Albaïna denuncian que esta situación crea en Sóller un clima de inseguridad, pudiéndose llegar a un statu quo de hipervigilancia y control.
Además, ante la posible existencia de más cámaras ocultas en el municipio de Sóller, como es el caso de la misteriosa cámara que según se publicó se encontraba situada en la calle del alcalde Simarro, animan a los ciudadanos de Sóller a que las localicen y que se pongan en contacto el Col·lectiu Albaïna para proceder a su denuncia.