Empresas de seguridad privada que trabajan en Jaén colaborarán estrechamente con la Guardia Civil para prevenir y resolver delitos que ahora asolan viviendas, negocios e infraestructuras. El Instituto Armado ha puesto en marcha en la provincia de Jaén el Programa Coopera, un sistema «de comunicación operativa» en el que se establece un modelo de relación entre la Comandancia, los puestos y las empresas del ramo, con canales de comunicación estable «que aseguren la relación en los diferentes niveles, así como los contenidos de las informaciones que deben intercambiarse, además de otros instrumentos que garanticen la continuidad y eficacia del apoyo mutuo», según ha explicado el comandante jefe de Operaciones de Jaén, Antonio García Reyes.

Cuestiones tan sencillas como que las empresas de seguridad o responsables de seguridad de las entidades que disponen de ese departamento informen a las autoridades de los robos que sufren, el 'modus operandi' de los ladrones, las rutas que siguen los delincuentes en sus fechorías y otros aspectos. A su vez, la Guardia Civil puede prevenirles ante delitos que están sufriendo negocios similares, informarles de las últimas innovaciones de los ladrones y ayudarles en tareas preventivas tanto contra delincuentes organizados como para evitar ponérselo fácil a chorizos eventuales.

La preocupación de las empresas del seguridad es evidente. Con la delincuencia disparada por la crisis, nada está a salvo. Por muy atornillado que esté. Un ejemplo está en las vías del tren: se han convertido una mina de cobre para los delincuentes. «Saben dónde tocar y dónde no, saben cómo sacar el metal. Y hacen muchos destrozos. Hasta llegan a interrumpir servicios por los sabotajes que causan en sus robos», dicen las fuentes consultadas. Se trata de auténticos especialistas.

Cadenas de supermercados que operan a nivel andaluz también tienen sus dificultades. Una auténtica avalancha de pequeños hurtos cometidos por delincuentes no profesionales. Y cada cierto tiempo, visitas de auténticos especialistas que se llevan muchos cientos de euros. «Hemos llegado a coger a uno con una especie de mono bien cerrado por los pies habilitado para ir echando cosas dentro. Luego pasan por caja con un paquete de galletas y se marcha con un buen botín. Es mucho más que las bolsas de forradas de aluminio para evitar los arcos de seguridad», explican.

 

«Vosotros disponéis de mucha información que nos puede servir a nosotros para atar cabos y para resolver delitos. Y nosotros manejamos datos que pueden ser de mucha utilidad a cualquier empresa de seguridad. Ya existe una colaboración entre la Guardia Civil y las empresas de seguridad privada. De lo que tratamos es de hacer canales de comunicación estables que sistematicen esa información que compartimos», explicó ayer el comandante García Reyes a los representantes de un nutrido grupo de empresas que acudieron a un encuentro celebrado en la Comandancia.

«Uno de los aspectos del programa es la creación de grupos de coordinación, órganos permanentes de carácter mixto dirigidos por la Guardia Civil con la intención de crear un espacio de colaboración entre el sector de la seguridad privada y la Guardia Civil en el que puedan plantearse cuestiones concretas y de interés directo que permitan establecer procedimientos de interoperación que mejoren la eficacia del servicio en beneficio de la seguridad ciudadana», dicen en el Instituto Armado.

 

FUENTE: www.ideal.es