La convocatoria de la fiesta rave en el aeropuerto de Castellón,inaugurado el pasado día 25 de marzo sin aviones por los políticos del PP Francisco Camps y Carlos Fabra, ha arrancado esta medianoche en Vilanova (Castellón) con mucha policía y nula diversión.

En la parcela del aeropuerto sólo hay Guardia Civil y Policía Nacional. Y si les falta apoyo también seguridad privada, coordinada con los cuerpos del Estado para repeler cualquier intento de invasión de la superficie aeronáutica.

Sin embargo, la noche ha transcurrido tranquila. Ninguno de los miles y miles de usuarios que se comprometieron a asistir al evento (hasta 21.000) ha hecho acto de presencia a las doce de la noche. Tampoco podrían porque la Guardia Civil ha cortado los accesos con controles exhaustivos y bloques de hormigón.

Según la subdelegación del Gobierno en Castellón, las dotaciones policiales, que se mantendrán durante toda la jornada del domingo, han obligado a los vehículos que se han aproximado hasta este punto a dar la vuelta, no sin antes exigir la identificación de los ocupantes o inspeccionar los vehículos. Todo vale con tal de que los asistentes alcancen con sus coches la base aérea.

Mientras el aeropuerto ha permanecido totalmente apagado, en contra de lo que sucede cualquier otra noche, con la única la luz encendida de la rotonda que da al aparcamiento. Todo lo demás está a oscuras.

La protesta festiva fue inicialmente convocada a través de un evento en Facebook con el fin de "aprovechar la oportunidad que brindan" Francisco Camps y Carlos Fabra al inaugurar un aeródromo "sin aviones ni permiso de navegación".

Tras superar los 21.000 inscritos en esta "Gran fiesta rave inaugural y pública del aeropuerto de Castellón", la red social canceló esta página, lo que llevó a la creación de un nuevo evento denominado "Démosle otra oportunidad a la fiesta Rave del Aeropuerto de Castellón", que en la actualidad cuenta con 196 miembros.

Algunos de ellos se han acercado al aeropuerto de Castellón, sin lograr entrar en el recinto, si bien tampoco se ha producido ningún incidente relevante y la noche ha transcurrido "tranquila", según han destacado desde la Subdelegación del Gobierno, que recalca que "no se puede acceder" al aeródromo.

En el grupo de Facebook, algunos de los usuarios denuncian que la Guardia Civil ha instalado controles y radares y proponen trasladar la protesta a otro lugar.

"Mientras Carlos Fabra ha organizado centenares de visitas, pagadas con dinero público, los ciudadanos críticos no tenemos derecho a disfrutar de nuestro aeropuerto", lamenta otro internauta.

 

FUENTE: www.elmundo.es