Impotentes, desprotegidos, abandonados y desesperados. Así es como se sienten los agricultores del Campo de Cartagena ante los continuos robos que sufren, casi a diario, en fincas, naves agrícolas y casetas de riego, algo que para ellos ya se ha convertido en cotidiano, por desgracia. El último de los asaltos lo sufrió, en la madrugada de ayer, José Roca, un agricultor de Pozo Estrecho. Eran las ocho de la mañana cuando llegó a su propiedad y vio que por segunda vez en menos de dos semanas le habían vuelto robar otro grupo electrógeno.

Los ladrones lo tenían todo planeado y sabían perfectamente lo que querían. De una finca cercana a la de José Roca robaron un tractor de una nave, que abrieron forzando la cerradura. Con el vehículo se trasladaron a la propiedad de ese agricultor y engancharon el remolque en el que estaba cargado el grupo electrógeno (de 2.500 kilos), y se lo llevaron.

A unos cinco kilómetros, ya en la pedanía de El Jimenado, en Torre Pacheco, los cacos pararon en medio de una finca de almendros y desguazaron el motor, dejando allí el tractor, el remolque y restos de chapas del grupo electrógeno. José Roca cree que los ladrones tuvieron que utilizar otro vehículo para llevarse los restos extraídos del motor, que dice venderán en los próximos días en desguace de la comarca, al igual que hacen con los aperos de labranza, vallas de fincas y materiales de riego, que a diario desvalijan en el campo.

De madrugada

El robo de la madrugada de ayer en Pozo Estrecho es el último ocurrido en el Campo de Cartagena este año. Desde el mes de enero ya llevan más de cien asaltos a fincas y naves. «Salimos, al menos, a un atraco por día, y aquí nadie hace nada», criticó el presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) en el Campo de Cartagena, Vicente Carrión.

A pesar de la vigilancias que ponen en las fincas, los ladrones siguen campando a sus anchas. Los agricultores critican que a pesar de las promesas de la Guardia Civil y Policía Local, «los robos siguen y lejos de haberse frenado se han incrementado».

Carrión acompañó a José Roca a poner la denuncia al cuartel de la Benemérita de El Albujón. «Cuando llegamos sólo había un guardia y no pudimos hacer nada. Después fuimos a Torre Pacheco y allí más de lo mismo. Y después dicen que hay más vigilancia en el campo», criticó ese representante de los agricultores.

Durante el pasado año y sólo en el Campo de Cartagena hubo más de 800 asaltos a fincas, trescientos más que en el año anterior. De ellos, según Vicente Carrión, sólo el 30% se denunció. «Muchas veces a los agricultores no les merece la pena, porque lo sustraído es muy poco. En otras ocasiones es la misma Guardia Civil la que nos aconseja no hacerlo, porque sólo el papeleo que conllevaría el proceso judicial nos saldría más caro», aseguró.

Medidas de seguridad

Los continuos asaltos han hecho que el 80% de los agricultores haya instalado medidas para evitar más robos en sus propiedades, como cámaras o alarmas. Y hasta han contratado personal de seguridad.

Y es que, según Carrión, son las propias compañías de seguros las que ahora les obligan a instalar esos elementos. «Si no los tienen te ponen muchos impedimentos para cubrir lo sustraído y los desperfectos que te hayan podido ocasionar», añadió.

Las zonas más afectada del Campo de Cartagena son las diputaciones de Pozo Estrecho, El Algar, La Palma y Miranda. En el resto de la comarca, Fuente Álamo, Torre Pacheco y San Pedro del Pinatar son los pueblos donde más asaltos ha habido.

FUENTE: www.laverdad.es