La tarea de catalogar el patrimonio artístico de iglesias gallegas es imprescindible para llevar a cabo su ordenación y evitar robos y hurtos como el del Códice Calixtino

No es cuestión de recursos, sino más bien de voluntad, porque hacer un inventario de los tesoros que albergan las iglesias y, sobre todo, las catedrales de Galicia no cuesta tanto. Sin un inventario es imposible catalogar el patrimonio artístico eclesiástico de Galicia, lo cual facilita que se lleven a cabo robos o hurtos como el reciente del Código Calixtino que custodiaba la catedral de Santiago. Ya en 1999, Juan Pablo II había emitido, sin éxito, una carta a las diócesis para que emprendieran esa tarea, con la idea de que los obispos de cada diócesis se convirtieran en portavoces de la urgencia de cuidar del patrimonio histórico-artísitico.

La necesidad de inventariar ese patrimonio en manos de la Iglesia fue expuesta ayer por el fiscal superior de Galicia, Carlos Varela, en Santiago de Compostela en una reunión con el arzobispo de Santiago, Julián Barrio; con el conselleiro de Cultura, Roberto Varela, y con responsables de las fuerzas del orden y de empresas de seguridad privada, para exponerle las líneas generales del proyecto elaborado por la Fiscalía denominado Iglesia Segura-Cultura Protegida, cuya finalidad es garantizar la conservación de sus obras de arte.

Los bienes culturales de carácter religioso constituyen entre el 70 y el 80% de todo el patrimonio histórico y artístico gallego conocido, según se hace constar en el documento de la Fiscalía, en el que se pone de relieve el aumento sostenido de su pérdida y deterioro a lo largo del tiempo.

La Fiscalía considera que sin inventarios y catálogos se carece de un adecuado conocimiento del acervo con el que se cuenta, de sus buenas o malas condiciones y de elementos de identificación básicos para la recuperación de las obras. 

Por ello, indica que se pueden hacer preinventarios con máquinas fotográficas y con personas voluntarias dispuestas a seguir determinadas instrucciones preestablecidas por los facultativos expertos. Con este proceso se pueden observar aquellos casos de deterioro más graves a los que urge dar una respuesta, así como impedir que los objetos desaparezcan por falta del debido control. 

Carlos Varela explicó tras la reunión que el proyecto elaborado por la Fiscalía prevé también la firma de un protocolo en el que las diferentes instituciones adquieran una serie de compromisos en relación con la seguridad del patrimonio cultural eclesiástico. 

Indicó que la propuesta presentada se hace necesaria a la vista de determinados déficit de seguridad que se han observado en la protección de determinado patrimonio de alto valor económico y cultural. "El plan de protección abarcaría a todos los recintos religiosos que tienen en las catedrales su máxima expresión", dijo el fiscal, pero que también incluye al amplio número de iglesias y capillas repartidas por toda Galicia.

A preguntas de los periodistas, Carlos Varela señaló que las medidas de seguridad deben replantearse en su conjunto, tanto en lo que se refiere a los medios técnicos y electrónicos como al personal de seguridad.

Asimismo, el conselleiro de Cultura dijo que las fuerzas de seguridad también elaborarán un manual de seguridad destinado a la formación de los curas y párrocos encargados de las iglesias parroquiales.

Cuestionario de riesgos 

Además del inventario, registro y catalogación de los bienes, entre los objetivos del proyecto figuran la elaboración de un cuestionario para evaluar los riesgos de seguridad y un manual básico de seguridad que elaborará la Policía y que identifique el modus operandi criminal empleado con mayor frecuencia.

También figura la realización de acciones de formación para la prevención de robos y vigilancia de iglesias, y el seguimiento exhaustivo del mercado de antigüedades.

El último de los puntos es la elaboración de un protocolo para establecer la cooperación, al menos, entre las siguientes entidades: Consellería de Cultura, Fiscalía, Delegación del Gobierno, Arzobispado, Universidad, diputaciones y Federación Galega de Municipios y Provincias.

FUENTE: www.farodevigo.es