Miedo e indignación. Son las palabras más repetidas y el sentir unánime entre los joyeros cordobeses tras el atraco perpetrado en la capital por parte de un grupo de encapuchados que asaltaron el pasado lunes, a punta de pistola, un taller de Cañero.

El presidente de la Asociación Provincial de Joyeros, Manuel Berral, aseguró que va a solicitar una reunión con el subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz, y debatir las medidas que se están adoptando para hacer frente a estos delitos, puesto que los profesionales están más que alarmados. No en vano, en apenas tres meses, se han registrado ya siete asaltos a establecimientos de joyería, y en tres casos los ladrones consiguieron saquear los negocios.

«Muchas familias, porque la mayor parte de estos negocios son familiares, se están quedando en la ruina. Tienen que empezar de cero y, aunque cuentan con el apoyo del sector, es muy duro e injusto que pase esto», se lamentó Berral.

También el especialista en seguros de joyería Rodolfo Serván manifestó la «preocupación» del sector por los últimos acontecimientos. Criticó el Reglamento de Seguridad Privada, que entró en vigor el pasado mes de agosto, y que establece que para considerar válidamente verificada una alarma, han de activarse, de forma sucesiva, tres o más señales procedentes, cada una, de elementos de detección diferentes. «Los ladrones cuentan con un tiempo precioso para campar a sus anchas», denunció.

No obstante, en asaltos como el de Cañero, en el que los delincuentes abordaron por sorpresa al comercial antes de que entrara al taller, cualquier medida de seguridad hubiese resultado inútil.

Así lo considera la joyera María Ángeles Aguilar, propietaria de Perlasur. «Nos vemos desprotegidos y no sabemos qué hacer», señaló.

La profesional consideró necesario un mayor «apoyo» por parte de las instituciones responsables de su seguridad y demandó «que se investiguen a fondo» los casos para conseguir capturar a los atracadores. «Nosotros ya tenemos las medidas que nos exigen nuestros seguros. No podemos hacer nada más. ¿O acaso pudieron hacer algo los últimos joyeros, a los que les pusieron una pistola en la cabeza? Los ladrones van por delante y así no podemos continuar. Córdoba está muy bombardeada».

En la misma línea se pronunció el presidente del Parque Joyero, Antonio Barbudo, que, si bien puso por delante su «absoluto convencimiento de que las Fuerzas de Seguridad del Estado hacen su trabajo de la mejor manera y con la mayor profesionalidad», advirtió que «eso no quita que pidamos un mayor esfuerzo a todas las personas y estamentos implicados en esta materia. Los empresarios también hacemos un mayor esfuerzo y estamos más alerta en estas situaciones».

Máxima precaución

Tras el suceso del taller de joyería Alfaros hace dos meses, en el que los ladrones desactivaron todas las medidas de seguridad del establecimiento y desvalijaron la caja fuerte acorazada logrando un cuantioso botín, desde la Asociación Provincial de Joyeros se mandó una circular a sus asociados «avisándoles de que extremasen las precauciones», apuntó Berral. Gracias a ello, «algunos asaltos han podido evitarse», como los registrados a finales de septiembre en sendas fábricas de La Torrecilla y Las Quemadas, en las que los ladrones no consiguieron salirse con la suya, aunque, eso sí, lograron acceder al interior de las naves reventando las cerraduras y destrozando todo a su paso.

Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz, manifestó ayer, durante su visita a la localidad de Cañete de las Torres, su preocupación ante la oleada de atracos producidos en la capital cordobesa. En este sentido, aseguró que «los casos están siendo investigados por la Policía», y que son cuestiones «que preocupan, como cada vez que ocurre cualquier otro delito». Así, aseguró que «se está actuando profesionalmente, a la espera de esclarecer todos los delitos y evitarlos».

FUENTE: www.abc.es