El aeropuerto sin aviones de Castellón deberá realizar obras en sus pistas

La infraestructura, que costó 150 millones y aún no tiene fecha para empezar a funcionar, modificará la zona de giro de las aeronaves
El aeropuerto de Castellón se verá obligado a modificar la zona de giro de los aviones, tal y como se acordó en el pasado consejo de administración de la empresa pública Aerocas, celebrado el pasado lunes y presidida por Carlos Fabra. Una decisión que ya anunció el propio Fabra el pasado 30 de diciembre del año pasado el mismo día en que se anunció la ruptura del acuerdo con la empresa privada que iba a gestionar la infraestructura, Concesiones Aeroportuarias.
En concreto, como explicaba Fabra, «se debe modificar la zona en que giran los aviones ya que, desde que se hizo a ahora han cambiado las normas europeas sobre seguridad», señalaba. Es más, según explicaba el presidente de Diputación de Castellón, la concesionaria debía haber ejecutado estas «mejoras» y el incumplimiento había precipitado la ruptura de los acuerdos.
Y es que el presidente de la empresa pública manifestaba que, justamente uno de los motivos por los que se anulaba el contrato firmado en marzo del 2011 con la empresa Concesiones Aeroportuarias era por el «escaso interés» que había mostrado en gestionar la base. «Hay obras, como esta justamente que debían ejecutar y que no han hecho», así como no concurrir al concurso público de AENA para gestionar la infraestructura.
El presidente de Aerocas recordaba entonces que la empresa pública cuenta con un aval bancario de cuatro millones de euros que se destinarán a recomponer la pista.
A ello cabe añadir que la principal accionista de Concesiones, Globalvía, ya había dejado caer que entre sus planes no estaba la gestión de recintos aeroportuarios. De hecho, Fabra explicaba que se habían remitido varios informes a AESA (Agencia Española de Seguridad Aérea) y ya se habían marcado algunas correcciones cuya modificación era preceptiva para recibir el permiso aéreo. Una modificación de la zona de giro y no de todas las pistas.
También el mes pasado, el director del aeropuerto, Juan García Salas, explicaba que entre los trámites necesarios para recibir todos los permisos, se les exigía una reforestación en la zona. Una inversión superior a los cuatro millones de euros. También se les reclamaba modificaciones en los informes orográficos, antes de la visita de los técnicos de AESA a la base.
La situación a día de hoy es que el aeropuerto de Castellón, que costó 150 millones de euros, no tiene ni siquiera una fecha para empezar a recibir aeronaves. No obstante, ya cuenta con seguridad privada y se ha adjudicado el servicio de seguridad aérea y el de los controladores, así como el concurso para controlar la fauna con hurones y halcones.

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FUENTE:La Rioja