Se trata de Glenn Mangham, un joven estudiante de 26 años y amante de las novelas de Conan Doyle. “Un chico raro” que no salía de casa y que desde su dormitorio entró en las entrañas de Facebook, rompió todos los sistemas de seguridad y robó los códigos secretos de la red social más poderosa del globo. Un autista, según Daily Mail.

¿Pero, podría realmente una persona como Mangham haber derrumbado el imperio Facebook? Sus acusadores dicen que sí, mientras la defensa del joven lo califica de ‘hacker ético’, pues, afirman, no lo hacía para ganar dinero, sino para demostrar las debilidades de la poderosa red social.

¿Cuándo y cómo pasó?

Entre abril y mayo del año pasado, los ingenieros de Facebook en EE.UU. detectaron una intromisión de alguien en el corazón de sus sistemas más sensibles. Se dieron cuenta de que alguien desde la ciudad de York, en Gran Bretaña, estaba descargando unos códigos secretos que le permitían acceder a toda la información de la red: más de 800 millones de personas al descubierto.

De haber sido así, ¿hubiera sido el fin del imperio Facebook? Según el juez que llevó el caso, sí; ya que robarle información a éstos justo ahora que están por salir a Bolsa, y cuyo valor de mercado se estima que podría llegar a 100.000 millones de dólares, lo habría derrumbado antes de salir a los mercados.

La investigación no demoró en llegar. Intervinieron el FBI y Scotland Yard y se invirtieron miles de dólares para dar con el responsable. Finalmente, y gracias a un error de Glenn, que no borró su pista digital llamada “Rayo Gamma”, la policía le cayó encima.

¿Pero quién es este chico que casi se trae abajo la red social más poderosa del mundo? Aunque usted no lo crea, Glenn Mangham, es un joven programador, sumamente tímido, que apenas salía de su habitación y que sufría del síndrome de Asperger, una variante del autismo que mezcla incapacidad para la relación social con una inteligencia fuera de lo normal: pueden recordar secuencias de miles de imágenes sin equivocarse, realizar complejas operaciones matemáticas instantáneas y sacan matrícula de honor en los estudios. A pesar de poseer estas capacidades, tienen dificultades para relacionarse con otras personas.

La gran paradoja de esta historia es: ¿cómo un chico incapaz de hacer relaciones robaba el código secreto de la mayor red social del planeta? Según Mangham, él empezó su operación entrando en los servidores que contenían información sobre las pruebas a las que se someten quienes quieren trabajar en Facebook. No conforme con eso, Mangham introdujo sus propios programas en esos servidores.

Luego, puenteó los sistemas de seguridad y accedió a la cuenta personal del empleado Stefan Parker, del cual obtuvo sus claves de seguridad. En posesión de esas claves, penetró en el sistema central de correos electrónicos, y de allí, en el llamado ‘phabricator server’, unos ordenadores que contienen la información fundamental de esta empresa de internet.

“Mi idea era reunir esos fallos y enviarlos a Facebook para que supieran dónde estaban los errores”, dijo el joven Glenn al juez.

Finalmente, Mangham, tendrá que pasar los próximos 8 meses en la cárcel. Facebook ha gastado 200.000 dólares en la acusación.

FUENTE:TERRA