l Departamento de Estado norteamericano ha "reprendido enérgicamente" al embajador sirio en Estados Unidos, Imad Mustafá, por el ataque del pasado jueves contra la Legación estadounidense en Damasco y le ha exigido mayor protección para los diplomáticos norteamericanos, así como una compensación por los daños materiales causados.
WASHINGTON, 1 (Reuters/EP)
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, ha manifestado que el secretario adjunto de esta instancia, Jeffrey Feltman, ha convocado a Mustafá para "reprenderle enérgicamente por este incidente".
"Se le recordó que el embajador (norteamericano, Robert) Ford es personal representativo del presidente (de Estados Unidos, Barack Obama)", ha dicho Nuland, por lo que "un ataque contra Ford es un ataque contra Estados Unidos". Además, ha confirmado que se le ha reclamado una "compensación por el daño causado a vehículos" oficiales.
Nuland ha esgrimido que Estados Unidos está preocupada de forma particular por el hecho de que, durante dos horas, las fuerzas de seguridad sirias no intervinieran para el rescate de Ford al calificar dicha circunstancia de "encargo a la mafia".
"Estimamos incomprensible que las autoridades de seguridad sirias sean capaces de llegar a la escena de los manifestantes pacíficos de la oposición en Damasco en cuestión de minutos y que necesitaran casi dos horas en llegar en ayuda del embajador Ford", ha apostillado Nuland.
En el informe enviado por Ford, el embajador explica que la turba apedreó la Legación y golpeó con barras metálicas los coches oficiales.
Washington ha endurecido las sanciones económicas impuestas al régimen de Bashar al Assad y su círculo más cercano por la represión de las protestas pacíficas en pos de la democracia en el país que, por el momento, se ha cobrado la vida de al menos 2.700 personas, según datos de Naciones Unidas.
Al respecto, Ford indicó que las tácticas de brutalidad empleadas por el Gobierno sirio está impulsando al pueblo a tomar las armas, aunque citó informes que apuntan que "esto está ocurriendo en el terreno".
FUENTE: ecodiario.eleconomista.es