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CIBERSEGURIDAD

•Es capaz de realizar operaciones fraudulentas

Los móviles Android en España, los segundos más afectados por el 'troyano' Viking Horde

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La empresa de ciberseguridad Check Point ha descubierto un nuevo troyano, al que han llamado 'Viking Horde'. Según explican en su blog, se trata de un malware "muy peligroso". Su mayor actividad se ha llevado a cabo en Rusia, pero el segundo país más afectado por sus ataques es España.

"Este malware que hemos detectado puede afectar a cualquier dispositivo Android", explica Mario García, director de Check Point Iberia. "El hacker toma el control del dispositivo sin que el usuario sea consciente".

Según esta empresa, hasta el momento han comprobado que cinco aplicaciones de Google Play infectadas por este troyano, entre las que destaca Viking Jump, un videojuego de móvil que está entre las apps más populares en algunos países, con entre 50.000 y 100.000 descargas. Las otras cuatro aplicaciones, menos relevantes y con calificaciones negativas, son Wi-Fi Plus, Memory Booster, Parrot Copter y Simple 2048.

Si instalamos una de estas aplicaciones, el cibercriminal detrás del malware tiene la capacidad de tomar el control del teléfono y puede robar todos los datos que desee, o también puede instalar componentes adicionales que le permiten tener privilegios de acceso.

Si nuestro dispositivo ha sido hackeado por alguna de estas aplicaciones, el cibercriminal puede realizar diferentes fraudes, como estafas de SMS, por ejemplo, o incluso lanzar ataques DDoS, que inutilizan el dispositivo.

¿Y ahora qué hago?

Si tenemos instalada alguna de estas aplicaciones infectadas, debemos desinstalarla de inmediato y comprobar los permisos de nuestras aplicaciones en los ajustes de seguridad del teléfono o la tablet. Por ejemplo, sólo las aplicaciones de Google deben tener acceso a los ajustes, y la opción que debe estar marcada es la de pedir permiso para acceder. Si alguna aplicación tiene marcado poder acceder a los ajustes, debes desinstalarla inmediatamente.

Permisos de modificación sólo deberían tenerlo las aplicaciones sociales o de fotos y vídeo. Si alguna app que no trabaja con archivos de tu tarjeta SD tiene acceso, puede instalar archivos no deseados. Mejor desinstalar.

El uso de la ubicación es muy común que lo pidan la gran mayoría de aplicaciones, pero sólo los navegadores o las apps de mensajería deberían necesitarlo (estas últimas para compartir ubicación). Valora si quieres desinstalar el resto de apps, pues la recolección de datos de ubicación puede servir para enviarte anuncios.

Después de esto, y si todavía no lo has hecho, deberías instalar un antivirus, igual que en tu ordenador,...LEER NOTICIA COMPLETA

Asi es el primer PC con Android Remix OS

Google Android REMIX OS

El fabricante de monitores AOC pondrá a la venta proximamente el primer PC equipado de fábrica con una versión modificada del sistema operativo Android denominada Remix OS. Al igual que ocurre con los iMac de Apple, el ordenador es un "todo en uno" con una pantalla de 23,8 pulgadas y resolución Full HD. En cuanto a su procesador este viene equipado con cuatro núcleos ARM Cortex-A42 y con 2GB de RAM.

El PC viene en dos versiones con 16 o 64 GB de memoria interna que pueden ser ampliados por medio de una memoria USB externa. Posee cuatro puertos USB y un conector Ethernet así como dos entradas HDMI, por lo que puede ser usado como un monitor independiente, sin pasar por Remix OS. El ordenador está concebido para funcionar con un ratón y un teclado externos que deben ser conectados al dispositivo.

El sistema operativo Remix OS posee una interfaz sencilla con un escritorio y permite el acceso a aplicaciones desarrolladas para Android.

Dada las características técnicas del dispositivo, se trata sobre todo de un PC para un uso básico de Android, similar a lo ocurre con las laptops que integran Chrome OS....LEER NOTICIA COMPLETA.

Madrid:Google celebra el éxito de Android en el Android Innovation Day

Madrid primer Android Innovation Day

Madrid primer Android Innovation Day

Google ha organizado el primer Android Innovation Day, donde ha reunido a todos los actores del mercado móvil para analizar su recorrido y hacia dónde se dirige.

Cuando perdemos la tarjeta de crédito, tardamos una media de entre 24 y 48 horas en darnos cuenta, pero ¿cuánto tardas en echar de menos tu smartphone? Se trata de una situación anecdótica pero representativa del papel que hoy juegan los dispositivos móviles en nuestra vidas.

A nivel usuario nadie lo pone en duda, ¿pero qué representa el mercado móvil en la economía? Según cálculos de Boston Consulting Group, el sector del internet móvil llevado creados 500.00 puestos de trabajo entre España, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, donde ha generado 90.000 millones de euros. Para 2020, alrededor de 13 millones de personas trabajarán en el ecosistema móvil en todo el mundo.

¿Y qué papel ha jugado Android en esta eclosión? El sistema operativo móvil de Google ha crecido con él, y desde que en 2008 arrancara con un dispositivo, un operador y un solo fabricante, ha pasado a colaborar con 400 marcas, 500 operadores y estar presente en más de 4.000 dispositivos distintos.

Android Innovation Day, la fiesta del sistema operativo flexible

Para celebrar estas cifras, Google ha organizado en Campus Madrid el primer Android Innovation Day, una jornada en la que ha reunido a desarrolladores, fabricantes, usuarios y a emprendedores que usan su sistema operativo móvil como base de sus proyectos. Además ha querido hacer con ellos un balance del impacto del ecosistema móvil en la economía europea y tratar de adivinar hasta dónde evolucionará en los próximos años.

Entre los participantes en la jornada ha estado el presidente de la Asociación de Usuarios para la Comunicación, Alejandro Perales, que ha destacado la transformación digital, “pero también económica, social y cultural que ha traído el móvil“.

Benoit Tabaka, Policy Manager en Google EMEA, ha señalado que uno de los mayores logros que ha conseguido el sector del móvil ha sido dotarse de “flexibilidad“, algo en lo que Android ha contribuido especialmente. Por un lado para los usuarios, que pueden elegir entre distintos fabricantes – entre los que ha destacado a BQ a nivel europeo – y qué interfaz o ecosistema quieren emplear. Y por otro para lo desarrolladores, que ya no se ven limitados por la plataforma o el software sobre los que quieren trabajar.

De los desarrolladores precisamente ha hablado otro ponente, Bill Ray, de VisionMobile, destacando que estos cada vez tienen menos años de experiencia, debido al surgimiento de nuevos dispositivos que pueden conectarse. “Esto es fantástico porque es gente joven dispuesta a hacer cosas nuevas”, ha afirmado.

¿Qué nos depara el futuro del móvil?

“Encontrar el equilibro y no ser excesivamente dependientes de la tecnología va a ser un desafío “, ha afirmado Perales. Algo que no será fácil por el nuevo “ecosistema” que ha traído el mercado móvil, donde la interconexión entre realidad física y virtual y el internet de la cosas obligará a poner especial atención en torno a la protección de los datos y la privacidad de los usuarios.

Junto a la privacidad, Perales cree que otro reto será la sostenibilidad. “Tendremos que ser capaces de modular el uso de equipamientos y acabar con la obsolescencia programada“, ha añadido.

Para él, el desarrollo de nuevas aplicaciones nos deparará un escenario con una oferta será cada vez más personalizada, y que se adaptará a los gustos de los consumidores.”Es lo que ocurre con la economía colaborativa“, ha recordado.

Precisamente la economía colaborativa está detrás de otro de los desafíos que plantea el mercado móvil, y es el de resolver el conflicto entre la legislación y ciertos modelos de negocio que están surgiendo. “El ecosistema móvil evoluciona más rápido que la legislación, por eso ésta siempre va a remolque“, ha dicho Capritoa Meehan, miembro de la Application Developers Alliance y presente también en el Android Innovation Day.

Entonces ¿cómo hacer para que la aparición de ciertos jugadores en sectores económicos no colisione con la legislación? “Apostando por la autorregulación de los consumidores“, ha opinado Perales, “pero para eso es necesario que estén informados adecuadamente, permitiéndoles participar en la creación de nuevos marcos legales“.

Tabaka en cambio ha pensado en el internet de las cosas en lo complejo que va a ser “crear un entorno compatible para el móvil, la lavadora o la cafetera, y que que sea coherente“. Aunque cree que, tal y como está evolucionando todo, es imposible hacer predicciones, se atreve a pronosticar que “en los próximos dos años hablaremos sobre todo de entornos app frente a web“.

Ha destacado además el papel de Europa como mercado cada vez más importante en el desarrollo de aplicaciones móviles, representando un 40% de todas las que se crean.

Los ponentes han coincidido en que esta cifra podría ser aún mayor si se definiera un Marco Único Digital europeo. En la Unión Europa ahora existen 28 mercados digitales cada uno con su legislación, y esto dificulta mucho el desarrollo de las startups, que tienen que invertir mucho tiempo y recursos para adaptarse a la legislación de cada país. “Un mercado único digital les facilitará mucho las cosas, pero aún tardará en llegar“, ha opinado Meehan.

Las startups, protagonistas de la evolución

En el Campus de Google, gran parte de los proyectos y startups que aloja tienen relación con la industria móvil. Por eso, junto a fabricantes y organismos, los otros grandes protagonistas de este Android Innovation Day han sido los desarrolladores y emprendedores. Algunos de estos proyectos, como Lazzus, aplicación móvil accesible para invidentes, o Fluzo, para monitorear el consumo televisivo en dispositivos móviles, han tenido su espacio durante las ponencias...LEER NOTICIA COMPLETA.

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Google amplía la competencia en Android

Google amplía la competencia en Android

La Comisión Europea ha decidido procesar a Google por ejecutar prácticas anticompetitivas a través de Android, su sistema operativo para móviles y tablets. Una de las principales críticas lanzadas por los burócratas es que la compañía de Silicon Valley obliga a a suscribir un "acuerdo anti-fragmentación" a aquellos fabricantes de móviles o tablets que deseen preinstalar en sus dispositivos ciertas apps de Google (como su buscador o Play Store).

¿En qué consisten estos acuerdos anti-fragmentación? Android es un sistema operativo de código abierto, de manera que cualquiera puede usar ese código para crear y comercializar versiones propias de Android distintas de las de Google (los llamados Android fork).

Esta descentralización en el desarrollo de nuevas versiones de Android potencia la innovación y la creatividad: no sólo los programadores de Google pueden trabajar en transformar o mejorar Android, sino cualquier programador en cualquier parte del planeta. Ahora bien, este heterogéneo desarrollo descentralizado también acarrea sus desventajas, en particular, que no tiene por qué existir compatibilidad entre todas las versiones de Android, de forma que los programadores de apps deben perder muchísimo tiempo y recursos en la inabarcable tarea de adaptar sus apliaciones a las distintas versiones más populares de Android.

Es aquí donde entra la lógica de los acuerdos anti-fragmentación: al suscribirlos, los fabricantes de móviles y tablets se comprometen voluntariamente a no instalar en sus dispositivos Android forks incompatibles con la versión desarrollada por Google. No se trata siquiera de forzarles a que instalen versiones de Android creadas por Google, simplemente asumen el compromiso -a cambio de contar de serie con las apps más populares de la empresa estadounidense- de no utilizar versiones no compatibles de ese sistema operativo.

La Comisión Europea considera que esta práctica socava la competencia, dado que todos aquellos Android forks no compatibles con el Android de Google se verán progresivamente excluidos del mercado; en realidad sólo se los excluirá si no aportan nada verdaderamente novedoso y rompedor con respecto a la versión de Android de Google y si, pese a no aportarlo, se niegan a cumplir unos estándares mínimos de compatibilidad.

Paradójicamente, si la Comisión se empecina en sancionar a Google por sus intentos de crear un estándar -mediante los acuerdos anti-fragmentación- del sistema operativo Android disponible para los programadores y para los consumidores, se estará pegando un tiro en el pie. Al cabo, el modelo subyacente a las políticas estatales de defensa de la competencia es el de competencia perfecta: a saber, los burócratas comparan la estructura de un mercado con su ideal modelo de "competencia perfecta" y tratan de forzar a que la realidad se ajuste a ese ideal.

Sucede que uno de los presupuestos necesarios de ese modelo de competencia perfecta es la homogeneidad del producto: pues allí donde existen productos heterogéneos, los costes de sustitución entre productores se incrementan y, en consecuencia, esos productores pueden disfrutar de "poder de mercado" para incrementar sus precios frente a los de la competencia. En este sentido, Google está promoviendo todo lo contrario a la diferenciación de productos al estandarizar el sistema operativo Android, no sólo los programadores de apps sino también los consumidores lo tienen mucho más fácil para migrar de un dispositivo a otro, gracias a que su experiencia de usuario es mucho más parecida y a que pueden trasladar su información de un dispositivo a otro que sea compatible.

En suma, Google está volviendo los móviles y tablets Android mucho más homogéneos, reduciendo con ello el "poder de mercado" de los fabricantes para diferenciarse entre sí y poder cobrar precios mayores. De ahí, por ejemplo, que el precio medio de los móviles Android haya caído más de un 50% durante los últimos años: la competencia es mucho más intensa gracias a que los acuerdos anti-fragmentación de Google han unificado el mercado.

Si la Comisión sanciona a la compañía estadounidense y la obliga a suspender esos acuerdos anti-fragmentación, no sólo estará poniendo en riesgo la viabilidad económica del sistema operativo Android (por su excesiva atomización, que imposibilita el aprovechamiento de economías de escala en el diseño de apps), sino que estará reforzando el poder de mercado de los grandes fabricantes para elevar los costes de sustitución de un dispositivo Android a otro dispositivo Android no compatible con el anterior. O dicho de otra manera, sancionando a Google la Comisión estará erigiendo barreras artificiales a la competencia, alejándose del modelo de competencia perfecta que supuestamente legitima las actuaciones de la Comisión...LEER NOTICIA COMPLETA

Hemos investigado si tu hijo podría demandarte por todas esas fotos suyas que subes a Facebook

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Si a partir de los 14 años te exige que las borres, hazle caso: podrían caerte hasta 60.000 euros de multa. Para empezar.

Los hijos de nuestro presente tienen un problema doble del que la generación anterior se libró: sus padres y las redes sociales. En concreto, la costumbre de los padres de subir decenas, si no cientos de fotos de sus retoños al año. A blogs, a Twitter, a Facebook, a lo que surja. La capacidad de los móviles conectados de grabar, fotografiar y publicar al instante permite cartografiar online la vida de los hijos, desde que nacen hasta que se hacen adultos… Pero sin mesura, o sin pensar en las consecuencias a largo plazo.

La ley en España permite que los padres suban -con límites- fotos de sus hijos a Internet. Se supone que tienen que hacerlo con moderación, evitando fotos denigrantes, vejatorias o perjudiciales para el menor y pensando en sus intereses. Se trata de un derecho con fecha de caducidad porque, para empezar, nunca perteneció a los padres. Sólo lo administran mientras el menor alcanza la edad legal para decidir por sí mismo.

A los 14 años, en el caso español. A esa edad “ese consentimiento debe ser renovado”, según nos explica el abogado Javier Prenafeta, experto en Internet y protección de datos. “Se supone que los padres deberían preguntar a los hijos a esa edad si están de acuerdo con las fotos que han publicado de ellos. Porque las fotos son datos personales protegidos por la ley". Aunque tampoco hace falta preguntar de forma expresa: si el adolescente no se queja, “se supone que está dando consentimiento tácito”.

Pero la multiplicación de fotos de críos online es importante si consideramos el futuro que nos espera. Uno de adultos intentando eliminar de Internet cientos de fotos o vídeos online sobre sus años de mocos, caídas y lloreras. Tanto, que los niños actuales ya sospechan ese futuro. En un estudio pionero sobre uso de Internet en las familias, una de las principales preocupaciones de los menores por encima de los 10 años es que los padres “comparten demasiado en Internet” sobre sus vidas. Por encima de la supervisión paterna o de la limitación en el uso de tecnología:  a los niños les preocupa más lo que los padres muestran de sus hijos en Internet que lo que los padres no quieren que hagan.

Lo curioso del tema es que siempre se señala la “huella digital” -el rastro que deja nuestro paso por Internet- como una de las mayores amenazas para los menores en Internet. Pero, ¿qué pasa cuando son los padres los que van dejando esa huella? ¿Pueden subir libremente vídeos como el del niño completamente drogado tras su visita al dentista, o una rabieta infantil? ¿Pueden postear alegremente sin restricciones de privacidad? Y, lo más importante, ¿pueden hacer algo al respecto los hijos?

El caso francés: un (improbable) futuro de “niños demandando a sus padres”

La policía francesa avisó en Facebook en febrero de algo que a estas alturas deberíamos saber: “cuidado con publicar fotos de tus hijos en Facebook”. Los motivos son evidentes: estás exponiéndoles a todo tipo de gente desconocida. También perdiendo el control de quién recibe las fotos y qué hace con ellas. Dificultando también el que algún día puedan eliminarse de Internet. Complicando de manera inmediata o futura la vida digital de los niños. Sobre todo cuando los datos de otros países, como Reino Unido, indican que la mitad de los padres apenas sabe configurar la privacidad de Facebook, si es que llegan a tocarla. Y todo eso sin que los niños puedan defenderse, hasta dentro de bastante años.

Es decir, los padres están siendo “irresponsables” al administrar la privacidad de sus hijos, según contaba a Le Figaro el abogado Éric Delcroix. Una irresponsabilidad que podría salirles cara, porque las leyes francesas permiten acudir incluso a la vía penal. Se podría dar el caso de hijos demandando a sus padres por violar su intimidad, con penas que podrían alcanzar 45.000 euros o un año de cárcel. Delcroix es un alarmista, pero acierta en algo: “criticamos a menudo a los adolescentes por su comportamiento en la red, pero los padres no son mejores”.

Lo que hacen mal los padres

Decimos que Delcroix es un alarmista porque tanto Facebook como Google permiten que el menor afectado, sin importar su país de origen, “tumbe” cualquier imagen en la que aparezca en cuanto tenga capacidad de consentimiento, sin importar quién la haya subido. Así que el caso penal sería una excepción última. Sin embargo, el problema al que se enfrentan las plataformas es esa falta de conocimiento del medio de los padres.

Julián Prieto, responsable de menores de la AEPD, señala que "los menores son un colectivo altamente vulnerable, y los padres o tutores tienen la responsabilidad de proteger su derecho a la protección de datos. La publicación de información o imágenes sobre ellos (algo que también sucede con los adultos) debe estar fundamentada en el sentido común".

"Esa información o imágenes que se publican", prosigue Prieto, "van alimentando una biografía digital, que en ocasiones o con el paso del tiempo puede adquirir más peso que la real. Los ciudadanos deben ser conscientes de que la información que publican hoy (de ellos mismos o de sus hijos) pueden revelar detalles importantes sobre sus gustos, preferencias o hábitos. Ese riesgo se acrecienta cuando estamos hablando de información o fotografías de menores".

Tanto, que uno de los vicepresidentes de Facebook, Jay Parikh, afirmaba en noviembre del año pasado que están sopesando instaurar un sistema de avisos, para todos los padres que suban fotos de niños sin limitar el acceso a las mismas. Parikh lo explicaba de forma amable: “Si compartiese accidentalmente con todo el mundo una foto de mis hijos jugando en el parque, el sistema podría decirme ‘ey, espera un momento, tus hijos salen en esta foto. Normalmente sólo envías esto a tus familiares, ¿estás seguro de que quieres publicarla así?’”. El mensaje implícito: vamos a tener que controlar lo que haces con tus hijos, porque somos más conscientes de tú de que esto está mal.

El caso español

Prenafeta, sin embargo, ve difícil que en España veamos un futuro como el que avisaba Delcroix en Francia. “Sí, un menor podría demandar a un padre, y las multas de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) pueden ser tan elevadas como las del caso francés, pero lo veo complicado. Tendría que haber una difusión [para acudir a los tribunales] que hubiera perjudicado al menor, porque la mera publicación no se puede considerar perjudicial en sí”.

El menor si podría, a partir de los 14 años “o antes, si se aprecian las condiciones de madurez necesarias”, revocar el consentimiento:  exigir que se eliminen sus fotos online de cualquier canal, así las hayan subido los padres o, más grave, otros familiares y/o colegios, que no tienen permiso en ningún caso para hacerlo por su cuenta sin autorización previa. Si el niño, al crecer, decide tirar por la vía de la AEPD para defender sus derechos, puede traer consecuencias para los infractores, aunque sean sus familiares más directos. Porque, como señala Prieto, si no se le hace caso al adolescente, éste "puede recabar la ayuda de la AEPD, que tutelará su derecho", imponiendo "al responsable de la publicación la obligación de cancelarla". En esta parte del proceso, el procedimiento "no tiene un carácter punitivo, sino reparador", según Prieto. Tanto Prenafeta como Prieto coinciden en que esas actuaciones evitarían ese horizonte improbable que señalaba el abogado francés.

Pero, ¿qué pasa si un padre o el tío del pueblo deciden que no, que no borran las imágenes? Resistirse a esa tutela es más grave: hablamos de multas que empiezan en los 600 euros y acaban en los 60.000 euros, sólo en el tramo de infracción leve. Prenafeta nos señala, de paso, una de las infracciones más habituales que se cometen a diario, dentro o fuera de las redes sociales: los colegios e institutos tienden a pedir permiso a los padres “para las fotos del anuario, las excursiones y demás”, cuando a partir de los 14 años “hay que preguntar siempre al niño, que es el único que puede autorizarlas”.

Se trata de algo muy simple: de adulto, cada cual tiene derecho de usar Internet como crea conveniente. De niño, se supone que son los padres los que tienen que defenderle. O, dicho de otro modo: ¿cómo te sentirías hoy si dos personas se dedicasen a subir a un Instagram 200 fotos tuyas al año retratando tus resacas, tus desamores, tus enfados o tus enfermedades?

¿Cómo informarse?

Desde la AEPD nos han facilitado unos cuantos recursos que forman parte de su "apuesta de forma decidida por el ámbito educativo como elemento de transmisión imprescindible para concienciar a los niños sobre la importancia de proteger su información personal en el mundo online, orientando también a los padres y profesores".

Los padres y profesores disponen de la web www.tudecideseninternet.es, donde encontrar material de aprendizaje (fichas didácticas, recomendaciones o recursos de interés) para concienciar a los menores de la importancia de proteger sus datos personales. Además, la AEPD dispone de un correo electrónico (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.), un teléfono (901 233 144) y un servicio de whatsapp (616 172 204) para que jóvenes...LEER NOTCIA COMPLETA.