Una iglesia con cámaras de seguridad debido a los robos
El cementerio de San Cristóbal no ha sido el único en ser violentado en estos últimos tiempos. También la iglesia ha sido víctima de robos, aunque en este caso han sido únicamente de dinero. Hace alrededor de tres años comenzó a faltar dinero de un cepillo que estaba situado a la entrada y en el que los fieles acostumbraban a dejar sus limosnas y contribuciones a la parroquia.
Los robos ocurrieron cuando el párroco titular era José Manuel Vázquez y este tomó la decisión de instalar cámaras de seguridad para acabar con los problemas. El recinto era difícil de controlar de otra manera, puesto que hay costumbre de que permanezca abierto durante el día para que quien lo desee pueda entrar, pero la presencia del párroco no es continua, ya que también atiende en Versalles y en Miranda.
Desde entonces, quienes acuden a rezar a la iglesia de San Cristóbal solo pueden utilizar la parte trasera de la nave, delimitada por un cordón. Si alguien se adentra más allá de ese cordón, inmediatamente se activa la alarma. «Antes se podía entrar hasta la sacristía, pero allí está el despacho y las cosas no podían seguir así», explica el párroco actual, Francisco del Rey.
Ahora las cámaras de seguridad recogen todo lo que pasa en el interior del templo, que queda registrado para garantizar que no vuelve a producirse otro robo como los acaecidos en el pasado. Las cosas parecen haberse tranquilizado desde entonces y la instalación de este sistema de videovigilancia ha actuado como disuasor, ya que no han vuelto a producirse sustracciones de efectivo ni de otros elementos en la iglesia.
«En los meses que yo llevo al frente nunca ha saltado la alarma...LEER NOTICIA COMPLETA.