El Ayuntamiento de Pilar de la Horadada ha tenido que colocar una cámara de seguridad en las inmediaciones de Pinar de Campoverde donde la semana pasada se registraron varios robos y asaltos a chalés y negocios, según los datos recabados por este periódico, en un hecho grave que no cita el equipo de gobierno del PP en un comunicado hecho público ayer. En cambio, los vecinos se muestran alarmados, aunque al menos han tenido una rápida respuesta del Ayuntamiento a sus demandas de más seguridad.
El PP asegura que la instalación de cámaras de seguridad forma parte de su apuesta por "la seguridad periférica del municipio y así lo demuestran actuaciones, como la implantación de un equipo de vigilancia permanente en la zona costera y en Pinar de Campoverde".
Concretamente, en la urbanización de Pinar de Campoverde se ha colocado una cámara de vigilancia 24 horas con visión nocturna y conectada directamente con el Centro Integral de Seguridad. "A través de este dispositivo controlaremos la entrada y salida de la mayoría de los vehículos a la urbanización", señaló el concejal de Seguridad, Francisco Lancharro. La cámara se ha instalado en la zona comercial junto a la Plaza Florida -en la avenida del Pino-, "que es la zona más transitada", añadió.

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La inseguridad en los muelles que venían denunciando muchos marineros en toda la zona sur de la ría de Arousa parece que va a verse considerablemente reducida. Portos de Galicia ha comenzado a instalar cámaras de vídeovigilancia para evitar que las embarcaciones puedan sufrir robos de artes de pesca, motores o combustible.

Los dos primeros muelles de la comarca que van a contar con cámaras son los de Tragove, en Cambados, y Vilanova de Arousa, dos muelles en los que se venía reclamando este servicio desde hace años.

No serán los únicos. La intención del ente dependiente de la Xunta de Galicia es dotar a la práctica totalidad de los muelles de elementos de seguridad, y en las próximas semanas, también van a comenzar los trabajos en las dársenas de Vilaxoán (Vilagarcía), O Xufre (Illa de Arousa) y O Corgo (O Grove). En estas actuaciones, junto a otras que se van a realizar a lo largo de toda la costa gallega, Portos tiene previsto invertir más de medio millón de euros.

Esta es la primera fase de actuación para implantar, con carácter generalizado, un sistema de seguridad a través de la vídeovigilancia, cuya tramitación es muy farragosa debido a cuestiones legales. Portos lleva meses elaborando este dispositivo, considerando como actuación de carácter prioritario, que se instalará de forma paulatina en todo el litoral gallego.

En las pasadas semanas se ha contratado el servicio de control centralizado de las grabaciones, el último requisito necesario para la inmediata puesta en marcha del sistema.

La responsabilidad del control de las grabaciones la asume el organismo portuario dado que es la administración pública la que tiene la competencia en este sentido y no otros colectivos del sector. Para ello, se han tramitado todos los permisos necesarios en virtud de la normativa de protección de datos. En esta primera fase se han primado los puertos con una mayor actividad de los que gestiona Portos de Galicia.

Las cámaras de vigilancia eran unas medidas de seguridad que se venían reclamando en un buen número de puertos debido a la gran inseguridad que tenían la mayor parte de las embarcaciones. Un ejemplo de ello es el propio puerto de Vilanova donde ya hubo varios intentos de instalar cámaras de seguridad, llegando incluso el alcalde del municipio, Gonzalo Durán, a barajar la posibilidad de colocarlas en el muelle y en varios puntos del municipio para evitar los robos.

Otro municipio en el que llevan años reclamando esas cámaras es en A Illa. No en vano, en el muelle de O Xufre se han registrado numerosos robos, sobre todo en barcos bateeiros amarrados en las inmediaciones del muelle a los que los ladrones les retiraron todos los aparatos de navegación.

Con la colocación de estas cámaras, el ente portuario que dirige José Juan Durán cumple así con uno de sus compromisos , que era el de facilitar seguridad a la flota tras varios episodios que supusieron una considerable pérdida económica para los marineros en algunos puertos.

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El Ayuntamiento de Talavera decidió que se instalarán cámaras de vigilancia en el Cementerio para frenar la oleada de robos que se vienen produciendo desde hace varias semanas. Esta medida disuasoria, coordinada con el concejal responsable del Camposanto, Roberto González, y la de Servicios Generales, María Ángeles Núñez, tratará de paliar unos robos que tienen lugar con “demasiada frecuencia”, denunció la portavoz municipal, María Rodríguez. Los servicios técnicos ya trabajan en la elaboración del pliego para sacar a concurso este sistema. Junto con el sistema de videovigilancia, que estará conectado con la Policía Local, se procederá a subir la valla trasera, por la que se supone que están accediendo al Cementerio los ladrones. Inicialmente, el Gobierno local optó por un guardia de seguridad, aunque finalmente se decidieron por las cámaras.

La portavoz comentó que los últimos robos tuvieron lugar durante el Puente del Pilar, y una vez volvieron a ser los búcaros y jarrones las piezas sustraídas de varios nichos. Sin querer entrar en mayores hipótesis, Rodríguez señaló que “quien lo hace tiene conocimiento del Cementerio y de lo que hay dentro”, comentando como curiosidad que “se ha encontrado en el cementerio mulsulmán una cruz cristiana”. La portavoz no descartó que se trate de actos vandalicos, aunque insistió en que no se hacen grandes destrozos, simplemente se rompió la puerta de acceso de un cementerio a otro.

El concejal responsable comentó a La Voz del Tajo semanas anteriores que fueron los trabajadores municipales los que dieron traslado al Ayuntamiento de lo sucedido avisados por las denuncias de los usuarios, que encontraron flores y carcasas de floreros por el suelo, así como anclajes rotos que sujetaban los adornos. González explicó que el material sustraído es, en su mayoría, de latón y malaquita, con un precio en el mercado muy bajo, lejos del del cobre o el bronce. El propio Ayuntamiento de la ciudad formalizó una denuncia en la comisaria debido al auge de estos actos.

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