Google considera que borrar datos calificados como ofensivos por los afectados es una limitación de la libertad de expresión, que afecta la Sociedad de la Información y, además, se desliga del problema atribuyéndolo a las páginas web locales, de donde las toman sus motores de búsqueda para darle una divulgación global.

Esa fue la argumentación que expuso el gran indexador de información mundial ante las autoridades española en la Audiencia Nacional que se celebró el día 19 de este mes a solicitud de la Agencia Protectora de Datos para eliminar informaciones consideradas ofensivas en internet de cinco ciudadanos que entienden que su privacidad y dignidad está lesionada.

El tribunal de la Audiencia Nacional está encargado de dirimir el conflicto entre Google y la Agencia de Protección de Datos.

En España se ha desatado todo un movimiento con la finalidad de que se permita borrar de las redes sociales datos considerados ofensivos, en lo que se ha llamado derecho al olvido. La Unión Europea comenzó a estudiar una legislación para consagrar el derecho al olvido. En el Reino Unido ya existe una sentencia que obliga a Google a retirar cualquier contenido difamatorio de Google.

La argumentación de Google luce desenfocada, es más bien una excusa para impedir la avalancha de solicitudes que se presentarían en el futuro en caso de que se acepte la solicitud de la Agencia Española de Protección de Datos.

Pero a pesar de la negativa, no se detiene el movimiento en gran parte del mundo a favor de establecer normas que regulen el uso del internet que se otorgue el derecho a la persona a solicitar eliminar imágenes y otros considerados ofensivos.

En medio de todo esto podrán presentarse como una solución a todo ello el hecho de que investigadores alemanes crearon un programa informático que permite agregar la fecha a las fotos y otros datos que se cuelgan en la red para que tengan caducidad.

Lo que ocurre en España y Europa con el derecho al olvido es el primer round de un pleito que va para largo que se multiplicará en muchos países donde ciudadanos se sienten agravados con el uso que reciben de las redes sociales y en el país es una discusión pendiente.

 

FUENTE: www.lanaciondominicana.com