¿Qué pasa si un chaval va de botellón, se fotografía de forma poco decorosa, sus amigos cuelgan las fotos en Facebook y a los años decide estudiar magisterio y se pone a buscar trabajo? «Que nadie le contratará», afirma Ricard Martínez, profesor del departamento de Derecho Constitucional de la Universidad de Valencia. «Hasta hace 10 años, señala, vivíamos en una sociedad en la que teníamos el derecho a equivocarnos; pasaba el tiempo y esa información potencialmente negativa desaparecía o quedaba enterrada entre viejos tomos llenos de polvo». «Hoy está todo a golpe de click. Tu biografía ya no es la que tú cuentas. Tu currículum no es el que escribes, es lo que dice Internet que tú eres», afirma. Y frente a esa nueva realidad, cree que «hay que garantizar algún derecho» a los ciudadanos de que determinadas informaciones puedan desaparecer. Se refiere al derecho al olvido, un problema creciente en la sociedad de las nuevas tecnologías.
Fuentes de la Agencia española de protección de datos (AEPD) señalan que cuando aparecen informaciones personales en blogs y foros que no se consideran de valor periodístico suelen instar al sitio web a que retire lo publicado en aplicación del derecho de oposición y cancelación. «Las solicitudes de ciudadanos pidiendo que se cancelen sus datos en la Red, u oponiéndose a que estos sean recuperados por buscadores, no paran de crecer», afirman desde la AEPD.
En concreto, las instancias para que la AEPD tutelase esos derechos, por la publicación de datos personales, principalmente en diarios oficiales (sanciones administrativas, edictos de deudas vencidas y sentencias) o medios de comunicación digitales y su indexación por parte de buscadores, se han incrementado en un 56% entre 2010 y el año anterior y se han multiplicado por cuatro desde 2008. Aunque las cifras son aún modestas (89 reclamaciones en 2010, frente a las 3 de 2007), el crecimiento es exponencial, al mismo ritmo que el desarrollo de la sociedad de la información.
Pere Simón, profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Gerona, coincide en que hay una preocupación creciente. «Pero estamos en un momento embrionario del problema», afirmó esta semana durante un congreso organizado por la UOC en Barcelona. «¿Qué pasará dentro de 20 años cuando la generación que hoy es joven y que lo comparte casi todo, desde fotos, comentarios o vídeos, quiera rectificar comportamientos del pasado?», se cuestionó. La Comisión Europa lleva meses tratando de dar una solución a este interrogante y a principios de año prometió que antes del verano presentaría una propuesta legislativa para proteger el derecho al olvido en las redes sociales. El objetivo, según anunció la comisaria Vivian Reding, es que los usuarios puedan exigir a empresas como Facebook que borren completamente sus datos personales o fotos cuando se den de baja en el servicio. La iniciativa comunitaria cuenta con el respaldo del 75% de los ciudadanos europeos que apuestan por poder borrar sus datos personales de la Red siempre que lo deseen, según una encuesta del Eurobarómetro. Quienes no están muy de acuerdo son las grandes compañías como Facebook o Google.
Expedientes abiertos
La filial española del buscador más importante de Internet tiene más de un centenar de expedientes abiertos por la AEPD tras las denuncias de personas que se sienten perjudicadas por la información personal que encuentra y muestra el sitio web. Se trata de casos de ciudadanos cuyos nombres aparecieron en el BOE o en la prensa. Aunque hacían mención a problemas antiguos, y estas personas resolvieron sus sanciones o pagaron sus condenas, sus nombres permanecen en la Red y es fácil llegar a ellos con solo realizar una búsqueda.
La Audiencia Nacional aún debe pronunciarse y se plantea recurrir al Tribunal de Justicia de Luxemburgo para dilucidar quién debe eliminar en Internet los enlaces a los contenidos con datos personales: si la fuente original (BOE o periódico) o el buscador. Google no tiene duda y, según sostiene la directora de su asesoría jurídica, María González, mantendrá su postura de no ocultar información «lícita y veraz» si no es eliminada en las páginas web de origen.
FUENTE: www.ideal.es