LUGO La jueza del caso Carioca investiga la desaparición de un archivo informático de la Fiscalía
Las anomalías informáticas fueron prácticamente constantes a lo largo de la instrucción del caso Carioca.
La titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Lugo, Pilar de Lara, que se ocupa de la operación Carioca, abrió unas diligencias para tratar de esclarecer qué ocurrió con un archivo relacionado con la investigación de la trama de los burdeles, que desapareció del sistema informático. En su día también se detectaron graves fallos en la seguridad del programa del juzgado hasta el extremo de que no puede garantizarse que personas ajenas a la instrucción no hubieran accedido a algunos documentos y se hubiesen apropiado de ellos. Eso motivó que la Agencia Española de Protección de Datos tuviese que tomar cartas en el asunto y reclamase a la Xunta medidas urgentes.
Las anomalías informáticas fueron prácticamente constantes a lo largo de la instrucción del caso Carioca. En su momento, la jueza informó de lo sucedido dentro de su juzgado a los altos órganos judiciales y también a la Agencia de Protección de Datos. Ahora decidió iniciar unas diligencias pare esclarecer lo ocurrido en la Fiscalía. En el marco de la tramitación de esas diligencias no sería descartable que algún fiscal tuviese que prestar declaración sobre lo sucedido. La desaparición detectada en la Fiscalía se produjo a mediados de este año. De un ordenador faltó una carpeta que contenía documentación relativa a la operación Carioca. En su momento, representantes del ministerio público en la capital lucense confirmaron lo sucedido y destacaron que habían dado cuenta de lo ocurrido a la Xunta para que abriera una investigación.
La carpeta en cuestión, que pertenecía a uno de los fiscales que se ocupa de la operación Carioca, no tenía ningún nombre. Almacenaba documentación diversa sobre la investigación con vistas a ir perfilando la calificación de los hechos.
La jueza, al parecer, desea saber qué fue lo que desapareció, cómo y por qué. En su momento, fuentes de la Fiscalía explicaron que la carpeta no contenía documentos sino valoraciones de la persona que previamente los había revisado. De todos modos parece que su conocimiento o divulgación entre terceras personas constituiría un hecho de extrema gravedad.
En su momento, nadie dio una explicación técnica de lo ocurrido. Técnicos de la Xunta trataron de recuperar lo que faltó (también faltaron otras carpetas), pero no lo consiguieron.