seguridad y nuevas tecnologías
Cómo blindar la ‘Internet de las Cosas’
La Agencia vasca de Protección de Datos premia la tesis de Jasone Astorga. Se trata del protocolo de seguridad Ladón que protege el acceso por Internet a los sensores de vehículos, farolas o marcapasos, entre otros.
La alavesa Jasone Astorga cumplirá el próximo 31 de julio 35 años. Es madre de dos niños de tres y un año, respectivamente. Le apasiona la lectura y practica deportes tan dispares como el boxeo, squash o natación, aunque, según reconoce, no destaca en ninguno de ellos. Ahora bien, otra cosa es su trabajo, donde esta amurrioarra sí que ha dejado su impronta. Es ingeniera de Telecomunicaciones y profesora adjunta del Departamento de Ingeniería de Comunicaciones de la Escuela de Ingeniería de Bilbao de la UPV/EHU. De hecho, la Agencia Vasca de Protección de Datos acaba de otorgarla un premio por su tesis doctoral, Una contribución a la autenticación y establecimiento de asociaciones de seguridad extremo a extremo para sensores con soporte IP: el protocolo Ladón. En ella plantea un protocolo de seguridad para proteger el acceso en Internet a estos dispositivos (los sensores), cada vez más presentes en muy diversos ámbitos de la sociedad actual.
Están presentes en las ciudades para analizar la contaminación del aire o estudiar el volumen de tráfico; en las luces de escaleras o farolas que, al detectar el movimiento, se encienden de forma automática; en automóviles para indicar al conductor la cercanía de un obstáculo y evitar el choque; en maquinaria industrial para detectar situaciones peligrosas, como el hecho de que una pieza se haya salido de su sitio; e incluso en medicina dentro de los marcapasos. Como explica Astorga, “estamos evolucionando hacia una sociedad en la que cada vez hay más sensores. Están presentes hasta en esas pulseras que te indican las pulsaciones al correr, los kilómetros que has andado, e incluso las horas que has dormido en función de si te mueves mucho o, por el contrario, has tenido un sueño profundo y reparador”.
Esta tesis doctoral propone mecanismos técnicos “de autenticidad, control de acceso y privacidad” para la protección de los datos recogidos en entornos de Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT), donde se plantea el despliegue masivo de sensores y la recogida de información de forma ubicua: O, lo que es lo mismo, el protocolo Ladón aporta herramientas de seguridad extrema para proteger el acceso a través de la Red a la información que recogen dichos sensores e incluso proteger la modificación de los parámetros que rigen su propio funcionamiento.
“En banca ya está muy trabajado este campo de la seguridad para operaciones por Internet o cajeros automáticos, como cuando te piden claves para sacar dinero con una tarjeta o efectuar un pago, pero son mecanismos que no sirven para el caso de los sensores porque se trata de servidores de información muy pequeñitos con poca memoria, poca capacidad de procesamiento y funcionan normalmente con baterías”, aclara Astorga. Ésta, con su protocolo, ha otorgado a los sensores “un nivel de seguridad equivalente” al ejemplo bancario citado, ya que se trata de mecanismos especialmente adaptados a las necesidades de dispositivos de capacidades reducidas.
No en vano, su creación se diferencia de otras ya existentes en que es más eficiente en consumo energético, necesidades de procesamiento y de almacenamiento, porque “necesitan poca memoria y procesador y consumen poco”, recalca, sin obviar que “proteger el acceso a los datos de los sensores de una farola puede no resultar vital, pero sí lo es cuando hablamos de marcapasos, por poner un ejemplo”, subraya.
Ésta no es la primera vez que se reconoce la tesis doctoral que Jasone Astorga realizó, bajo la dirección de su profesor Eduardo Jacob. De hecho, tras su presentación y defensa en 2013 recibió el premio Finalista CISCO en Aplicaciones del Internet of Everything (IoE), otorgado por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones, y en 2015, el Premio Extraordinario de Doctorado, concedido por la Comisión de Posgrado de la UPV/EHU.
El premio actual pretende reconocer a las personas e instituciones que se destacan por la labor desarrollada en torno a la protección de datos, y fue entregado a Astorga por Iñaki Pariente de Prada, director de la Agencia Vasca de Protección de Actos, durante la jornada Evolución de la protección de datos en los últimos tiempos y a futuro.
Con todo, la vida del Protocolo Ladón no termina aquí. Y es que Astorga, junto a su profesor, está codirigiendo la tesis doctoral de un alumno suyo que, precisamente, continúa evolucionando su trabajo de cara a aumentar las funcionalidades de autorización a la hora de acceder a un sensor por Internet. “La previsión es que este chico pueda defender su tesis en 2017”, adelanta Astorga, muy agradecida por un galardón que “no me esperaba porque mi trabajo es técnico y el tema de la protección de datos se mueve habitualmente en cubrir ámbitos legales”, sentencia.
Jasone Astorga, como buena vecina de Amurrio, donde sigue manteniendo su residencia, estudió en el Instituto Zaraobe de la villa ayalesa, antes de comenzar su preparación en Ingeniería de Telecomunicaciones en la misma facultad de la que, hoy día, es profesora. “Me licencié en 2004 y luego estuve tres años trabajando en Nexcel SA, pero nunca perdí el contacto con el grupo de investigación de la UPV. Así que cuando en 2007 me dieron la oportunidad de trabajar con ellos no lo dudé. Es más atractivo desarrollar nuevas tecnologías que trabajar con ellas o aplicarlas, aunque todo tiene su encanto”, apostilla.
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