La seguridad de exteriores es esencial para muchos negocios. El umbral entre los terrenos de la empresa y el espacio más allá de la misma presenta una clara oportunidad para implementar una tecnología de videovigilancia. Estos sistemas ofrecen la primera vista de los visitantes, intrusos y otros miembros del público, permitiendo la mayoría de las veces reaccionar eficazmente, en caso de ser necesario.

Alastair Hayfield, analista principal de investigaciones de mercado en IMS Research, piensa que la vigilancia en exteriores eficaz y resistente es cada vez más importante para los profesionales de la seguridad. “IMS Research pronostica un crecimiento de doble dígito en ingresos a largo plazo para aplicaciones que exigen una vigilancia en exteriores, en particular la protección perimetral y la vigilancia de áreas públicas”, afirma.

Para muchos sectores, desde la educación y la administración pública a los sectores industrial y minorista, la vigilancia de exteriores resulta tan importante como la de interiores. Cada aplicación presenta exigencias especiales, pero la correcta videovigilancia requiere una calidad de imagen y fiabilidad del equipo apropiadas bajo todo tipo de condiciones, así como una instalación rentable y un funcionamiento sencillo.

“Resulta imperativo que las cámaras de exteriores posean la mayor calidad posible para poder hacer frente a todas las inclemencias meteorológicas”, explica Hayfield. “Las cámaras de exteriores se encuentran a menudo en zonas de difícil acceso, por esto la fiabilidad es clave ya que el mantenimiento y sustitución puede resultar caro, laborioso y difícil.” 

Fiabilidad en condiciones extremas

A diferencia de las instalaciones interiores, donde el comportamiento de la mayor parte de las variables está delimitado por márgenes estrechos y previsibles, en el exterior, la videovigilancia debe funcionar al límite de sus posibilidades: los sistemas de seguridad deben soportar la exposición al viento, la lluvia y las variaciones extremas de temperatura (calor y frío intensos), la humedad, el polvo y vibraciones. Aquellos sistemas que no cumplen dichos requisitos pueden suponer un grave riesgo para la seguridad. Las clasificaciones IP se otorgan a los equipos de vigilancia en exteriores para comunicar su resistencia al agua y polvo.

Ataques y vandalismo

Por su propia naturaleza, las cámaras de vigilancia pueden resultar poco aceptables para aquellas personas que no desean ser controladas. Por lo tanto, es importante que los equipos puedan frustrar intentos para desactivarlos: con un diseño a prueba de agresiones, carcasas endurecidas y alarmas antimanipulación activas. 

Calidad de imagen

Las cámaras también deben ofrecer una calidad de imagen de alta resolución, este punto es especialmente importante en aplicaciones tales como la vigilancia urbana y perimetral y en estacionamientos, así como en aeropuertos, puertos marítimos y estaciones de trenes, para poder identificar con claridad a personas y vehículos.

Factores tales como condiciones lumínicas extremas, sombras y objetos que se mueven con rapidez pueden afectar negativamente a la eficacia de la cámara de seguridad. El cambio constante de las condiciones de iluminación afecta permanentemente a las instalaciones de vigilancia de exteriores, por esta razón es conveniente utilizar tecnología infrarroja por la noche y el control del iris en la luz solar intensa para garantizar una calidad de imagen excepcional en todo momento.

Fácil de instalar

Es importante tener en cuenta las necesidades de los consultores e integradores de seguridad. La instalación, puesta en servicio y mantenimiento de forma fácil de los sistemas que recomiendan y venden es un tema indudablemente importante. Una solución de vigilancia para exteriores tiene que ser fácil de instalar, ahorrar tiempo y recursos, capaz de adaptarse a los cambios y producir una calidad de imagen superior.

 

FUENTE: www.bureaudeprensa.com