Los inacabables pasillos de la feria mundial comienzan a vaciarse visiblemente en estos dos últimos días de actividades. El personal de seguridad privada supervisa con celo las delicadas operaciones que devolverán relojes y valiosas joyas a sus casas madre.

Aunque tales medidas de draconiano control no sirvieron para impedir la tarde del miércoles un espectacular robo de diamantes valorado en más de cuatro millones de dólares. Un elegante robo sin violencia que se suma a un largo historial de “sustracciones” a las que Baselworld parece estar abonado año tras año.

De todas maneras, la feria concluyó el jueves (31.03.) con una sonrisa tras recibir a 103.200 visitantes a lo largo de ocho intensos días. Una cifra que representa un incremento del 2,5 % con respecto al año anterior. En esta 39ª edición, la ciudad a orillas del Rin recibió a 1.892 fabricantes de 45 países y 3.055 periodistas acreditados de más de 100 países.

“El diseño español gusta en Rusia”

Si bien la industria relojera española brilla por su ausencia en Baselworld, esto no ocurre con la joyería. De hecho, en el edificio que alberga las empresas que presentan joyas nos encontramos con la casa española Magerit, una entre varias presentes en Suiza. La empresa con sede en Madrid está un año más en Basilea presentando sus propuestas.

¿Cómo se ven las cosas tras el difícil 2010? “Notamos una mejora con respecto al año pasado”, comentó a swissinfo.ch Eduardo Calvo García. Pero, según el joyero, a pesar del cambio positivo se impone la prudencia.
“La gente está a la expectativa y algo temerosa de lanzarse a los niveles de consumo que se vieron en años anteriores”.

Calvo García destacó la importante alza en los precios de las materias primas como una de las causas de esta necesaria prudencia.

“Y es que el oro y las piedras preciosas se han disparado este año, poniendo los precios por las nubes. Han cerrado muchas minas y, como es bien sabido, la escasez genera precios excesivos pues no hay material suficiente para todos”.

En el lado positivo de la balanza, el especialista valoró el interés creciente por la producción española en países como Rusia y los Emiratos Árabes Unidos. “De hecho, vendemos mucho más fuera que en España, puesto que nuestras creaciones son arriesgadas y el gusto español es en general bastante conservador”.

Y hablando de exportaciones, en un confortable sofá beben vino dos mujeres que comentan las virtudes de los productos de Magerit. Se trata de empresarias rusas llegadas para comprar joyas españolas que serán posteriormente distribuidas en el exigente mercado moscovita.

“El estilo español en joyería es muy cercano al gusto ruso”, explicó a swissinfo.ch Olga Andreeva, directora de la empresa Cosmos Zoloto. “Nos entusiasma lo barroco y la pasión natural que se percibe en los objetos creados en España, que tienen muy buena acogida en Rusia”, valoró entusiasta la empresaria de Moscú.

Tendencias 2011

El joyero italiano Mattia Cielo, que pasó largas temporadas trabajando en España, analiza las tendencias para 2011 en joyería. En Basilea presenta piezas cuyos precios oscilan entre 8.000 y 40.000 euros fabricadas a partir de titanio y un curioso oro negro, obtenido tras un especial tratamiento químico del valioso metal.

“Creo que todo está hecho ya en joyería”, analiza este joyero que vende su producción en la prestigiosa tienda neoyorquina Bergdorf Goodman, “pero el gran desafío pendiente es diseñar joyas contemporáneas que sean femeninas. Material que invite a ser tocado y llevado, signado por el concepto de movimiento. Mi intención es cambiar las reglas de la joyería siguiendo principios propios de la arquitectura contemporánea".

Otra presencia española habitual en Baselworld es Carrera y Carrera. Su responsable de Relaciones Públicas explicó a swissinfo.ch que si bien las tendencias de la colección pasada estaban basadas en un bestiario inspirado en animales legendarios, este año los españoles proponen una colección basada en el Mediterráneo.

“El cliente extranjero busca en la joyería española recuperar el espíritu de sus vacaciones y el sol. Es por ello que se buscan motivos que recrean el espíritu del Mediterráneo y los mitos griegos”, explicó, “aunque de todas maneras, Carrera y Carrera no sigue las modas pasajeras, sino que crea en función de un estilo propio, especializado en la escultura en oro amarillo”.


La hora de India

A pesar de este interés en los productos ibéricos, sin duda, no es el español la lengua más escuchada en los lujosos pasillos de Baselworld. De hecho, abundan los nacionales de los países emergentes. Pero entre todos ellos, uno brilla con luz propia: India. Es casi imposible dar un paso sin cruzarse con hombres de negocios con turbante, jóvenes indios vestidos a la última moda occidental o elegantes mujeres con sari.

¿A qué se debe esta presencia imponente? A este interrogante respondió Hemal M. Kharod, editor de la revista especializada en relojes y joyas ‘Trade Post’, con sede en Mumbai y 50 años de historia: “India es el mercado emergente que más rápidamente se desarrolla a escala mundial”.

“Es un país joven, donde hay muchas personas de menos de 40 años que empiezan a contar con un importante poder adquisitivo. Los indios se sienten inspirados por la belleza de la industria relojera suiza”, valora Kharod, “y es por ello que los productos ‘Swiss Made’ siguen generando un enorme interés en el país”.

Entre las marcas helvéticas, las que despiertan más deseo en India son Omega, Rolex, Patek Philippe, Tissot y Longines, según explicó a swissinfo.ch Hemal M. Kharod, quien visita Suiza desde hace 25 años. “Y es que el negocio de los grandes mayoristas y distribuidores está igualmente en plena expansión, y la presencia suiza es muy notable en el subcontinente. Cada vez más empresas suizas se instalan en India”.

A juzgar por el entusiasmo indio hacia el saber hacer helvético, quedan aún muchas alegrías en el futuro de la legendaria industria relojera suiza. Una industria que espera superar este año el mítico listón de los 17.000 millones de francos en exportaciones.

 

FUENTE: www.swissinfo.ch