De las tres cámaras de vigilancia Ojos de Águila que hay en Carcelén, ninguna tiene control. Lo mismo ocurre en Carapungo. Allí, las cuatro cámaras del lugar están en mantenimiento.Luego de nueve años de funcionamiento, el sistema de video-vigilancia Ojos de Águila registra problemas aún, sobre todo en la parte técnica. Entre los principales, están la falta de luminosidad y color de las cámaras por la noche y su desprogramación cuando llueve.Pablo Ramos, supervisor operativo de la Central Metropolitana de Asistencia Ciudadana (Cmac), explicó que, con lluvias muy fuertes, se cae hasta la mitad del sistema. Para la vigilancia, la Cemac posee una sala con 15 monitores de 21 pulgadas que proyectan la imagen de uno de los 140 sitios donde hay cámaras de vigilancia. Para ello, cuatro grupos de tres policías cada uno realizan turnos rotativos de seis horas las 24 horas para el monitoreo.Héctor Paredes, encargado de la Cmac, explicó que el objetivo del sistema es detectar actos delictivos. Sin embargo, añadió que se verifica el estado del tránsito vehicular entre las 07:00 y 09:00 y desde 16:30 hasta las 18:00.En la sala de vigilancia, hay ocho cabinas a las que ingresan las llamadas de auxilio de 101 (Policía Nacional), 102 (Bomberos) y 911 (emergencias). Cuando se reporta una emergencia, se activa la grabación de la cámara de ese sitio y se coordina con la Cruz Roja y Bomberos para la atención.Debido a que solo hay 15 monitores, 106 lugares quedan fuera de vigilancia, puede ser desde minutos hasta horas, porque el monitoreo de un punto a otro es manual. La cámara sigue grabando pero no hay control.Ese fue el caso del asesinato de una pareja de ciudadanos colombianos registrado hace 10 días en las av. República y Amazonas. La cámara no era monitoreada y se conoció del hecho cuando se receptó la llamada de emergencia. Una parte de la escena fue captada por la cámara.Las grabaciones, aunque no son prueba en un juicio, sirven como indicio para determinar responsabilidades. Al mes, la Fiscalía solicita un promedio de 84 grabaciones para investigaciones, explicó Paredes.Desde que se implantó este sistema de vigilancia en 2002, se han detectado 8 395 auxilios hasta 2010. Pero, solo entre enero y mayo de 2011, la Fiscalía receptó 50 mil denuncias en Pichincha.Vladimir Jaya, de la Fiscalía de Pichincha, afirmó que ninguna de estas cintas le han servido hasta ahora para esclarecer un caso.Paredes, explicó que una las limitantes por las que no se han detectado más delitos es que hay sitios donde no hay cámaras, como La Ecuatoriana y Guamaní, y sobre todo, que el sistema no detecta ruidos fuera de lo normal, por lo que no alerta de algún incidente de magnitud.El mantenimiento del sistema está a cargo del Municipio. Hasta ahora, 19 cámaras tienen algún tipo de desperfecto.   FUENTE: www.hoy.com.ec