Es cierto que El Salvador es uno de los países más violentos del   mundo y en Centroamérica solo lo supera Honduras. Un Estudio Global de Homicidios, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas para el Control de la Droga y el Crimen, señala que El Salvador tiene la segunda tasa de homicidios más alta en el mundo, la cual es de 66 por cien mil habitantes. La de Honduras es de 82.

Sin lugar a dudas, las cifras frías podrían preocupar, si por el otro lado no se destacan los esfuerzos que hacen los gobiernos.

En el caso de El Salvador hay que señalar que la situación de violencia, y por ende de homicidios, se incrementó porque hasta antes de este gobierno no se le apostó a la prevención.

Y es que el caldo de cultivo para que incrementara la violencia en nuestro país se forjó para la extrema pobreza creciente y la abismal desigualdad entre ricos y pobres. En este país, seis grupos familiares se apropian de casi el 70% del Producto Interno Bruto del país. Además, que esos mismos grupos, con sus gobiernos de turno, introdujeron el  modelo consumista, para captar cada dólar de la remesa familiar.

Todo este esquema de injusticia social y económica provocó cada vez más exclusión.

Y los grupos excluidos, con la influencia de Estados Unidos se convirtieron en pandillas y en maras. Al principio solo eran un problema social, hoy una parte de ellos está  en el crimen organizado, y son los responsables de un buen porcentaje de los homicidios y de otros delitos.

La respuesta de este gobierno ha ido en dos direcciones: preventiva, cuyos resultados se verán a largo plazo, y la represiva, que es de forma inmediata.

Entre las medidas preventivas no económicas y productivas están, por ejemplo, la colocación de sistemas de videovigilancia que la Policía Nacional Civil (PNC) ha colocado en puntos estratégicos de la ciudad capital. Por cierto, el candidato a Alcalde de San Salvador por el FMLN, Jorge Schafik Handal, en su programa de seguridad ha anunciado que colaborará en esta área con la policía, colocando cámaras de vigilancia en otros puntos que la PNC no ha utilizado y que son estratégicos.

Que bien que el candidato Handal tenga este compromiso, pues, la policía debe tener colaboración de todo funcionario y de la ciudadanía.

Las autoridades edilicias de Santa Tecla, lideradas por el alcalde Oscar Ortiz, han sido pioneras en los sistemas de videovigilancia, lo que ha permitido la persuasión y con ello convertir el municipio en uno de los más seguros.

El viernes pasado, la Alcaldía de Santa tecla puso en marcha la segunda fase del Sistema de Videovigilancia en el centro histórico de la ciudad. Qué bien por Santa Tecla, qué bien por sus autoridades municipales.

En Centros Penales, como ya lo hemos expresado en otro editorial, también ha  colocado en el sistema de vigilancia en tiempo real y otros mecanismos para evitar que los reos tengan contacto con el crimen organizado en el exterior, a través de medios como celulares.

Pero lo más importante de todo es el gran esfuerzo que está realizando la PNC para ganarse la confianza de la población, gracias a su compromiso y la formación con un enfoque comunitario.

No en balde, recientemente, la PNC evitó un homicidio, cuando, de forma anónima la ciudadanía advirtió de la presencia de sujetos sospechosos, a quienes les decomisaron varias armas.

Así, pues, es necesario que todo informe, por mucho que refleje nuestra realidad violenta, debe contrastarse con las grandes apuestas por la seguridad del actual gobierno.

FUENTE: www.diariocolatino.com