A pesar de que aumentó en 24 puntos el porcentaje de capitalinos que creen que las cámaras de vigilancia del Proyecto Bicentenario son el elemento que más ha ayudado en combatir la inseguridad en el Distrito Federal, especialistas aseveran que son un instrumento de control, un avance significativo pero parcial y falta un trabajo integral que contemple medidas de prevención.

"Las cámaras son más un elemento de control que de seguridad; en términos criminológicos, las personas creen que con las cámaras los delincuentes van a inhibirse de cometer un crimen pero el ‘intercriminis´ del delincuente está basado en realizar un hecho independientemente de los factores que puedan tratar de inhibirlo. Cuando un delincuente decide robar un coche sabe que lo están vigilando pero apuesta a la corrupción", señaló Pedro Peñaloza, experto en criminología e investigador de la UNAM en ciencias penales.

Asimismo, precisó que las cámaras son un elemento que indica a la sociedad cómo quiere que se porten, pero no ataca los factores que detonan el fenómeno criminológico y que se inserta en la prevención.

"Una cámara no educa. Tenemos que apostar a la prevención social. Mientras no se apueste a políticas sociales, educativas y culturales seguiremos combatiendo sólo los síntomas de la criminalidad que se ha hecho con las cámaras y con el agravamiento de penas".

Por su parte, Elena Azaola, especialista del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), dijo que "las cámaras son una medida buena pero no resuelve el problema; son un avance importante pero que no funcionan solas. El gobierno ha dado una idea de que aquí no pasa nada; en lugar de poner alertas o desarrollar programas para evitar que al DF, ocurra lo que a otras entidades".

Cabe señalar que según encuestas efectuadas por El Universal, indican que las personas ven utilidad en ese sistema de videovigilancia. En 2011 sólo un 10 por ciento de los entrevistados mencionaban a las cámaras como el elemento más importante y el 36 por ciento decía que nada; en 2012, el 34 por ciento de los ciudadanos encuestados le da créditos a la videovigilancia y ahora únicamente el 11 por ciento dijo que nada.

Además, en ambas encuestas también hay una reducción de 5 por ciento de 66 por ciento a 61 por ciento de aquellos quienes perciben un aumento en la inseguridad en la zona en que vive.

Ambos especialistas coincidieron en que el reto del próximo gobierno capitalino será designar a las personas adecuadas en los cargos de responsabilidad para prevenir y combatir a la delincuencia, sin designar funcionarios por compromiso político; además de ofrecer un programa integral y que no niegue los problemas.

Asimismo, Pedro Peñaloza recalcó que el gobierno capitalino saliente es de claroscuros; toda vez que hubo políticas sociales correctas, de protección social a favor de sectores vulnerables pero no lograron construir una política social integral, con visión multidisciplinaria y transinstitucional.

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