Se respiraba un aire distinto, denso en Casanova. La seguridad privada revisaba celosamente a la prensa, la mayoría de las puertas estaban herméticamente cerradas y el Indio Bazán Vera que, para no desentonar, rompió la rutina y saltó al campo de juego diez minutos antes que todo el plantel, en busca de la cara en la que pensó tanto: la del entrenador Blas Giunta, que comandaba por primera vez en el año un entrenamiento de Almirante Brown.

Y ante tanta cancha embarrada en la Fragata, con Román Díaz que sigue sin presentarse a entrenar por un entredicho con el técnico y que tiene todo arreglado con Everton de Chile; con Maraschi, Gandarillas y Mendoza, jugadores campeones con el club y borrados por Blas; y encima con dirigentes de peso que no se presentan en cada entrenamiento, la situación no podía empezar de otra manera: con una discusión acalorada entre Blas Giunta y Bazán Vera delante de todo el plantel en el medio de la cancha auxiliar.

El delantero encaró sin tapujos al entrenador y dijo: “Qué problema hay conmigo”. Ante Olé como testigo, Blas no sólo se plantó ante el reclamo de Daniel delantero sino que tiró: “Yo no tengo nada que hablar ni con vos ni con tu hermano” (NdeR: Oscar, representante del Indio). Además dijo que lo que le había manifestado el ayudante de campo, Rodríguez el miércoles pasado acerca de su estado físico (publicado por Olé el 06/01) era lo que pensaba todo el cuerpo técnico. También se encargó de remarcar que es él quien toma las decisiones y cerró con una pregunta fulminante: “¿Alguien más tiene algo para decir?” Con un silencio que se hacía escuchar, nadie más dialogó en esa pequeña reunión, aunque Giunta también habló con Rodrigo Díaz acerca de su situación y la de Román.

Cuando finalizó la sesión física, ambos protagonistas de esta novela trataron de calmar las aguas. Por parte de Giunta minimizó el problema: “Le expliqué que no lo tenía en la lista de prescindibles. Se le dijo que se ponga bien físicamente nada más. Nunca dijimos que lo íbamos a dejar libre. En tanto Bazán Vera aclaró: “Tengo que hablar con mi hermano”. Tampoco quiso confirmar su continuidad, por eso y por el conocido ofrecimiento de Armenio al Indio, la dirigencia se reunía al cierre de esta edición para reformular su contrato y ofrecerle una suba. Puro Blas, Blas.

 

FUENTE: www.ole.com.ar