Los dueños de paradores decidieron tomar personal de seguridad privada para que controlen por las noches las instalaciones. Se calcula que cerca de 15 mil chicos abusan de las drogas y el alcohol en las playas.

La presencia de "patovicas" en los balnearios de Pinamar ya es una realidad. Así, cada noche se encargan de que los paradores se mantengan en condiciones para albergar a las familias al día siguiente, teniendo en cuenta que los cálculos oficiales indican que cerca de 15 mil adolescentes deambulan por las playas casa noche y montan escenas donde las drogas, el alcohol, las peleas, el vandalismo y el sexo explicito están siempre presentes.

 Veníamos diseñando un plan para que intervengan efectivos de la Prefectura Naval durante la madrugada en las playas, pero a último momento nos fallaron, por eso los balnearios optaron por contratar personal de seguridad como último recurso", indicó Jorge Kellman, subdirector de Seguridad de la ciudad costera.

Según opinó el funcionario, "es una medida que los empresarios toman por dos razones. Por un lado, para salvaguardar sus bienes, porque hay muchos episodios de vandalismo en las propiedades, que generan pérdidas económicas importantes, pero al mismo tiempo porque los pibes se exceden con el alcohol y se generea un encuentro complicado con las familias que llegan temprano a las playas. Son tensiones entre dos mundos diametralmente oipuestos".

Para Kellman, a pesar del esfuerzo entre las autoridades locales y provinciales, Policía, bomberos y representantes comerciales, "el control absoluto es complicado".

"La medida de los propietarios de los balnearios es una consecuencia lógica, un intento por preservar el trabajo, porque se quieren evitar los actos de vandalismo y al mismo tiempo el encuentro entre los pibes y las familias que llegan para descansar".

 

FUENTE: www.infobae.com