Aunque suene increíble y descabellado la ley no obliga a las empresas de seguridad privada a dotar de chalecos antibalas a sus empleados.

Según las investigaciones del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) si el custodio de valores José Luis Vargas Hernández, de 23 años, hubiera utilizado un chaleco antibalas, pudo haber salvado su vida.

Esto porque el disparo le ingresó por su espalda parte del cuerpo que sería cubierta con ese dispositivo en caso de utilizarlo.


FUENTE: www.teletica.com