La seguridad ciudadana es un tema de agenda impostergable para cualquier autoridad, todos prometen hacer algo al respecto, pero a la hora de la verdad no hay nada. A la fecha se cuenta con la Ley General de Seguridad Ciudadana, que establece niveles de organización para el brindar seguridad a la población. En primer lugar está la Policía Nacional, seguido del serenazgo regional y municipal, luego vienen la seguridad privada (agentes de seguridad) y finalmente la seguridad vecinal (rondas y comités), todos ellos se pueden valer de los recursos tecnológicos para cumplir esa tarea, por consiguiente en temas de seguridad ciudadana participamos todos.

A la fecha existen 104 mil efectivos policiales que atienden la demanda de 29 millones de habitantes, muchos de ellos están laborando en la parte administrativa, otros resguardando personas e instituciones o de lo contrario �cumpliendo� funciones que deberían ser municipales, regionales o sectoriales. Veamos algunas propuestas:

1.Especialización de la Policía: Se necesitan policías con alto nivel de preparación en lo que hacen y lo que les gusta, por lo que debieran haber tres frentes de especialización: seguridad, prevención e investigación; considerando como valor agregado que miles de efectivos a la fecha tienen otras profesiones que enriquecerían su especialización. Ese cambio estructural debe ser gestado en el congreso y constituiría un cambio medular en el sistema de seguridad ciudadana.

2.Transferir competencias: No es aceptable que miles de efectivos estén distribuidos en las calles como policías de tránsito, salva vidas en las playas, rescatistas de montañas, entre otros cuando esa debiera ser responsabilidad de otras instituciones. Se debería gestar una ley que faculte a los �inspectores de tránsito y transporte� la aplicación de papeletas y ser ellos la autoridad en las calles y carreteras por ser un tema administrativo, de ese modo miles de policías de tránsito y de carretas volverían a las calles a cumplir cualquiera de sus frentes de especialización antes señalados, así mismo los gobiernos municipales y regionales deberían asumir el rol que la ley les faculta.

3.Unificar las unidades: Si las dos propuestas anteriores se ejecutan, la consecuencia será que las unidades policiales creadas hasta la fecha se fusionarían y pertenecerían a cualquier frente de especialización y si en el tiempo se �naciera� otra unidad será para el cumplimiento de su tarea y no para �asumir� funciones de otras instituciones. Este cambio también debe ser plasmado por una ley.

4.Perfeccionar la Ley de la Policía Nacional: La actualización de la Ley de la Policía Nacional es una necesidad, los elementos técnicos que ellos manejan deben ser revisados pero también debe considerar el reconocimiento económico a los efectivos que hayan seguido otra carrera profesional y hayan obtenido algún grado académico. A la fecha esa preparación sólo les sirve para promociones y ascensos. De ese modo se contribuiría con la especialización en función a sus méritos, claro está sin descartar los otros reconocimientos por acciones distinguidas.

Todas estas propuestas deben ser evaluadas por los candidatos al congreso y si estiman conveniente impulsarlas cuando sean elegidos.

 

FUENTE: correoperu.pe