Efectivos, agentes de seguridad privada y hasta un sereno no fueron suficientes para controlar nuevas usurpaciones en barrios que están en plena construcción y que ya tienen sus dueños. La respuesta del ministro de Seguridad, Carlos Aranda, a la toma del barrio ubicado en Lisandro Moyano y Dorrego fue contundente: "Es evidente que el sistema de seguridad no ha funcionado, ha fracasado". 

Es que meses antes y después de la ola de tomas barriales que suscitó el efecto Villa Soldati, el Gobierno instruyó al Instituto Provincial de la Vivienda (IPV) para que destinase efectivos a los predios en construcción. Se trata de personal contratado por servicio extraordinario, además de los refuerzos que pueden brindar las empresas constructoras. El secretario técnico del organismo, Juan Videla, confió a este diario en aquella oportunidad: "Por ahora pondremos un promedio de cuatro policías por obra, dependiendo de la cantidad de casas que se están construyendo". 

Lo cierto es que, como alegó Aranda, el sistema no funciona o, por lo menos, presenta muchas fallas que necesitan ser corregidas en la brevedad. Por ello, el gobernador Celso Jaque reunió a su gabinete para plantearle la urgencia de hacer las correcciones necesarias. "Hay que aumentar la presencia policial en la noche y, específicamente, en la madrugada, y, como segunda medida, hay que afianzar los cercos que protegen los barrios en construcción", explicó el titular de Seguridad, quien dio detalles sin la presencia del encargado del IPV, Carmelo Simó. Respecto del incidente ocurrido en Las Heras, Aranda comentó: "Había un sereno, pero se rompió una tela para poder ingresar. 

El IPV tiene servicios contratados de la policía y es evidente que no ha funcionado el sistema, y para eso estamos trabajando". Por otro lado, el funcionario evitó ligar lo sucedido a cuestiones políticas. "Es un año particular para todos. No descartamos ni aseguramos que venga de la política. Sin embargo, creemos que es un reclamo social sin oportunismo detrás, pero, bueno, no se ven ni caras ni corazones", lanzó el ministro, quien pidió prudencia a la hora de reclamar por una vivienda, y aseguró que no se reprimirá en este tipo de situaciones.

 

FUENTE: www.elsolonline.com