El poco personal preparado y la actividad informal de cientos de empresas de seguridad privada hicieron del 2010 un año más que retador para este sector.  
Según datos de la Dirección de Seguridad Privada del Ministerio de Seguridad Pública, la cantidad de agencias registradas asciende a 864, cifra 76% superior a la del 2006 (489).
En contraste, durante el mismo periodo, el número de agentes con carné que trabajan para una empresa o de forma independiente creció apenas en 20% .
Así las cosas, el promedio de agentes de seguridad por empresa es apenas de 28.
Lo anterior constituye una de las principales quejas de los empresarios del mercado.
“Hay poca disponibilidad de personal adecuado, comprometido y con verdadera vocación”, expresa Pablo Vargas, gerente de Grupo de Seguridad Delta.
Para los expertos, esa es una de las causas de la proliferación de agencias que trabajan al margen de la ley.
Lo anterior, aunado al difícil ambiente causado por los efectos de la crisis económica en campos como el de la construcción, hizo que durante el 2010 el crecimiento fuera mínimo.
Algunas empresas hablan de incrementos en la demanda entre 3% y 5%, cuando en años anteriores superaban los dos dígitos.
Lo barato...
La Asociación Costarricense de Empresas de Seguridad (ACES) calcula que existen unas 200 agencias que no se encuentran en regla y especulan que su presencia sigue en incremento.
La evasión de cargas sociales y la contratación de personas indocumentadas forman parte de lo lucrativo que resulta no registrar una empresa de seguridad.
De acuerdo con Salim Ramos, vocero de ACES, los mismos clientes son los que buscan precios tan bajos que, en ocasiones, sacrifican la legalidad.
Erick Guillén, gerente general de Consorcio de Información y Seguridad, afirmó que las diferencias de precios pueden ser hasta de un ¢1.000.000.
“Debe existir una mayor agilidad en la tramitación de los permisos requeridos para realizar la actividad”. Salim Ramos, vocero de ACES y CSE Seguridad “Hay poca disponibilidad de agentes de seguridad adecuados, comprometidos y con verdadera vocación”. Pablo Vargas, Grupo de Seguridad Delta.

Así las cosas, en ACES informan que el costo promedio de un servicio de vigilancia de 24 horas ronda entre ¢1.800.00 y ¢2.100.000 mientras que algunos lo ofrecen incluso en ¢700.000.
Sin embargo, gran cantidad de personas desconoce que, ante una demanda civil, la responsabilidad será compartida entre las dos partes.
Juan Sánchez, de la Dirección de Seguridad Privada del Ministerio de Seguridad, recomienda siempre solicitar a las empresas demostrar su estatus de entidad autorizada y registrada, así como el de sus agentes.
Sánchez aseguró que con el fin de mitigar este tipo de problemas se espera una reforma a la Ley Ley de Servicios de Seguridad Privados , que crearía sanciones contra tales ilícitos.
Para Pablo Vargas, una de las soluciones reside en la profesionalización e inversión del gobierno en el sector.
“Debe existir un trabajo coordinado con el Ministerio y mayor agilidad en la tramitación de los permisos requeridos para realizar la actividad”, comentó Salim Ramos, de ACES y GSE.
Poco movimiento
En ACES aseguran que el 2010 se caracterizó por una baja en la contratación de servicios en el sector privado y en el público.
La inestabilidad y los clientes que prefirieron abstenerse de contratar por temas de presupuesto se convirtieron en denominador común durante estos doce meses.
CSE Seguridad solo registró un aumento del 3% en la demanda de servicios, mientras que en otros años fue de 10%.
En Seguridad Avanzada reportan una situación similar con tan solo un 5% de aumento.
Otros como Delta y Agencia Valverde Huertas presentaron un panorama más positivo: crecieron 15% y 20%, respectivamente.
Para Alejandro Valverde, de Valverde Huertas, las empresas contratantes que redujeron su demanda lo hicieron debido a que no se encuentran totalmente recuperadas de la crisis.
ADT fue también una de las que mantuvo sus expectativas de crecimiento, debido principalmente a la venta del servicio de monitoreo electrónico de alarmas, dijo Ronald Dobles, gerente de mercadeo.
Las compañías de seguridad esperan que la época navideña que trae consigo negocios cerrados y familias vacacionistas, dé un impulso al mercado.
Por lo general, los servicios de mayor demanda tienen que ver con cuido y vigilancia de instalaciones, custodia de parqueos y escolta de camiones.
En Delta se ofrece monitoreo residencial 24/7 con respuesta armada en ¢15.000. mensuales.
Valverde Huertas dispone de un paquete de alarma con tres sensores, dos contactos magnéticos y otros en ¢ 180.000.
ADT también ofrece servicios básicos desde ¢15.000 por mes.

FUENTE: www.elfinancierocr.com