Las emergencias de los hospitales traumatológicos y las que están ubicadas en zonas de mayor pobreza en la capital dominicana también son  receptoras de violencia  física y enfrentamiento por parte de familiares de pacientes, vecinos, policías y militares.

La situación afecta  a médicos y enfermeras, quienes han sido abofeteados y golpeados por parte de familiares de pacientes. Casi siempre reclaman atención rápida, buscan vengar a un herido o un muerto o acabar de matar a alguien.

Los hospitales que concentran mayores escenas violentas son el Francisco Moscoso Puello, el Luis Eduardo Aybar y el Darío Contreras. Todos están en la zona periférica, donde hay un alto índice de pobreza y desempleo.

Médicos y empleados de estos hospitales narraron a HOY  que ha habido noches en las que los cirujanos han tenido que abandonar la sala de cirugía pues personas violentas la han penetrado y contaminado el área.

Terror.  En la puerta que da acceso al edificio de hospitalización del  Darío Contreras el personal de seguridad ha quitado decenas de armas blancas, las cuales serían usadas para agredir a pacientes internados en salas y en estado de gravedad. En este centro, además de la seguridad policial que tiene Salud Pública y que se paga con recursos estatales, fue preciso contratar una seguridad privada, por la cual se paga RD$70,000 al mes.

Esta seguridad funciona en horas de la noche pues es en ese turno donde ocurren la mayor cantidad de acciones agresivas. Están en el área de emergencia y en la puerta de acceso.

Moscoso Puello.  En este hospital, ubicado en una zona del Distrito Nacional caracterizada por la pobreza y altos índices de violencia y microtráfico de drogas,  se registra un índice de violencia que preocupa al personal médico. Las personas llegan drogadas o con evidente embriaguez y si llevan  a una persona herida o que ha muerto en la emergencia demandan que se le dé atención por encima de los que ya están allí.

En ese y otros hospitales existe la clasificación de pacientes o triage: la atención se da atendiendo a los criterios de urgencia universalmente establecidos.

La seguridad.       Tanto el Moscoso Puello como el Darío tienen seguridad privada. La del Moscoso Puello tiene cerca de un mes. Se trata de jóvenes ex militares elegantemente vestidos y armados.  Ellos tienen detectores de metales y cada vez que entra o sale alguien de la nueva emergencia, es revisado minuciosamente.

Esa seguridad se paga con recursos del centro, lo mismo que la del Darío.

El Aybar.  El hospital Luis Eduardo Aybar es también un gran receptor de la violencia social que enfrentan los barrios de Santo Domingo. Hace sólo cuatro días que la Policía llevó dos jóvenes que fueron encontrados robando en casas de familia de un barrio vecino.

Las personas los agredieron, les aplastaron la cabeza, pero agentes de la Policía los rescató y los llevaron al hospital. En ese mismo escenario, los ciudadanos requerían entrar a la emergencia para rematarlos. Le pedían a la Policía que se los dejara matar dentro del área de emergencia.

Para el director del Darío Contreras, lo que llega a los hospitales no es más que el reducto de lo que pasa en la sociedad dominicana.

Las personas que acuden al lugar, en vez de hablar, gritan y amenazan.

Otros detalles

La violencia en las emergencias de los hospitales afecta a casi todos los centros, incluyendo al Robert Reid Cabral, asegura su director, doctor Emilio Mena Castro.

En San Juan de la Maguana

En el hospital Alejandro se han registrado  casos de violencia. Hace unos días un grupo de personas irrumpió reclamando un cadáver. Iban a romper la puerta.

FUENTE: www.hoy.com.do