La salida de la Policía Federal de los puestos de custodia fija que tenía en la Ciudad sigue trayendo complicaciones en el sistema público de Salud. Mientras el hospital Piñero y 24 centros de salud barriales siguen sin funcionar por falta de seguridad, el gremio ATE anunció para hoy un paro de 24 horas en 23 de los 33 hospitales, que si bien no frenaría el funcionamiento sí podría traer algunas dificultades en la atención al público.
El paro anunciado tiene que ver con la inseguridad en los hospitales, pero también involucra más reclamos. “La seguridad en un establecimiento de salud no es sólo contar con la presencia de efectivos policiales, el concepto es más amplio, implica contar con insumos, respetar los plazos de realización de obras, garantizar la normal provisión de gas y electricidad, tener baños en condiciones dignas, una alimentación adecuada para los pacientes y reponer los recursos humanos en tiempos razonables”, afirmó el gremio en un comunicado. Este sindicato, enrolado en la CTA de Pablo Micheli, es uno de los más combativos hacia la gestión de Mauricio Macri.
Sin embargo, el paro no tendría un efecto tan fuerte como la medida que realizaron los médicos municipales el viernes. Por empezar, a la huelga no se plegarán ni la Asociación de Médicos Municipales ni SUTECBA, el sindicato más fuerte entre los trabajadores municipales. Esto quiere decir que no habría suspensión de turnos ni de cirugías, por ejemplo.
Pero el tema principal es que ATE, así como tiene fuerte incidencia en el teatro Colón y otras dependencias públicas, no tiene tantos afiliados en la red de salud. En el propio sindicato cuentan con “un 30% del personal del sistema sanitario”, básicamente administrativos, camilleros, enfermeras y técnicos. Esto podría provocar demoras u otros inconvenientes. De hecho, en ATE reconocieron que hay diez hospitales en los que no tienen una convocatoria fuerte, entre ellos el Argerich, el Santojanni y el Tornú.
En el Gobierno porteño relativizaron aún más la incidencia del paro. “Históricamente tienen una presencia importante en el hospital Rivadavia, pero en el resto casi no son representativos. No va a haber problemas”.
Donde sí continúan los inconvenientes es en el Piñero y en los 24 centros de salud. En el hospital del Bajo Flores, el personal mantuvo ayer la huelga que viene realizando desde el miércoles pasado, por falta de seguridad para los pacientes y los trabajadores. Y hoy realizarán una asamblea para ver si extienden la medida. Tampoco abrieron sus puertas los 24 Centros de Salud y Atención Comunitarias (CESAC) de la zona sur, que no funcionan desde el lunes, también por la salida de la Federal.
Mientras tanto, el Gobierno porteño reforzó con 50 agentes de seguridad privada la vigilancia en las guardias de los 13 hospitales generales de agudos, los que atienden todo tipo de emergencias y patologías. Así como ya trabajaban en los ingresos, las maternidades y los depósitos de medicamentos, desde ayer controlan las guardias. Los efectivos no tienen armas de fuego, pero sí bastones y chalecos antibalas.
Según la Ciudad, este esquema de emergencia con seguridad privada fue implementado a pedido de los médicos, pero no serviría para los CESAC, porque la Federal se ocupaba no del interior de los centros sino de proteger los alrededores, la entrada y salida del personal y los pacientes. Todos esos centros de salud están en villas o en zonas donde la problemática de seguridad es grave.
Ayer, las autoridades de la Asociación de Médicos Municipales se iban a reunir con el equipo de la ministra de Seguridad nacional, Nilda Garré, pero el encuentro se postergó por problemas de agenda. Pero Garré ya había sido concluyente respecto de la salida de la Federal de las custodias en la Ciudad: “Es un tema terminado”, aseguró ayer luego de un acto. 
Garré también rechazó la posibilidad de presentarse a dar explicaciones a la Legislatura porteña, porque dijo que “no corresponde que una autoridad local invite a un ministro nacional”.

FUENTE: www.clarin.com